?Cambiarlo todo para que nada cambie?

La nueva normalidad requiere de grandes consensos para asegurarnos un futuro digno. La reconstrucci¨®n de la regi¨®n debe ser objeto de un firme compromiso compartido.

No parece que esta sea la intenci¨®n del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Una prueba de ello es el anuncio de Isabel D¨ªaz Ayuso de la en¨¦sima modificaci¨®n, ad hoc, de la Ley del Suelo regional, sin acordar con Ayuntamientos, partidos pol¨ªticos, sindicatos, entidades sociales, profesionales del sector y sociedad civil.

Resulta dif¨ªcil entender el porqu¨¦ del empe?o del Partido Popular en modificar algunos art¨ª...

La nueva normalidad requiere de grandes consensos para asegurarnos un futuro digno. La reconstrucci¨®n de la regi¨®n debe ser objeto de un firme compromiso compartido.

No parece que esta sea la intenci¨®n del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Una prueba de ello es el anuncio de Isabel D¨ªaz Ayuso de la en¨¦sima modificaci¨®n, ad hoc, de la Ley del Suelo regional, sin acordar con Ayuntamientos, partidos pol¨ªticos, sindicatos, entidades sociales, profesionales del sector y sociedad civil.

Resulta dif¨ªcil entender el porqu¨¦ del empe?o del Partido Popular en modificar algunos art¨ªculos de la ley, cuando todos sabemos que debe aprobarse un nuevo texto legal en materia de urbanismo y suelo en esta regi¨®n. Las transformaciones urban¨ªsticas perduran en el tiempo, afectando a los modelos de ciudad y, por tanto, al modo de vida de la ciudadan¨ªa. No debe ser fruto del capricho o de las prisas, sino de un amplio an¨¢lisis conjunto.

Es necesario que la Comunidad de Madrid cambie radicalmente el paradigma legislativo de la ordenaci¨®n del territorio. Adaptando su marco normativo al estatal, la Comunidad de Madrid puede, y debe, cambiar el rumbo de un urbanismo que no sirve a la ciudadan¨ªa. La nueva ley debe ser de principios b¨¢sicos, aceptados por todos, y que ofrezcan seguridad jur¨ªdica y reglas objetivas y objetivables. La sostenibilidad debe impregnar todo el texto y la planificaci¨®n urban¨ªstica debe ser el instrumento para el reequilibrio territorial en una regi¨®n donde conviven realidades sociales antag¨®nicas, fruto de 25 a?os de Gobiernos liberales y del laissez faire urban¨ªstico. El desarrollismo del axioma ¡°todo es urbanizable¡± ya no se sostiene.

La apuesta por la ciudad existente nos permitir¨ªa generar estructuras s¨®lidas para proteger a la ciudadan¨ªa. As¨ª, renovaci¨®n y regeneraci¨®n urbanas dar¨ªan paso a nuevas ¨¢reas de centralidad social, con parques p¨²blicos de viviendas en alquiler. Necesitamos un plan de estrategia territorial donde conectemos los 179 municipios de la regi¨®n con infraestructuras educativas, sanitarias, culturales y de oportunidad econ¨®mica y laboral, fortaleciendo actividades vitales, como nuestro sector primario.

Seguir empoderando competencialmente a los Ayuntamientos que, como dec¨ªa, no han sido consultados tampoco en esta ocasi¨®n, y tambi¨¦n proteger nuestro rico patrimonio ambiental y cultural. El nefasto modelo urban¨ªstico del PP ha influido notablemente en que nuestra regi¨®n haya sido la m¨¢s castigada por la crisis sanitaria de la covid-19.

Como han pedido nuestros l¨ªderes regionales, ?ngel Gabilondo y Jos¨¦ Manuel Franco, es hora del consenso y la reconstrucci¨®n pactada, siguiendo el modelo del Gobierno de Espa?a, que, entre otras medidas, ha presentado el proyecto de ley de Cambio Clim¨¢tico dentro del paquete de reconstrucci¨®n global.

Rafael G¨®mez Montoya es diputado y portavoz socialista de Medio Ambiente, Ordenaci¨®n del Territorio y Sostenibilidad en la Asamblea.

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