Los ¨²ltimos en cuarentena: ¡°Esto es peor que la c¨¢rcel¡±

Mohamed Oulad llama al peri¨®dico desde su residencia cerca del centro de Madrid para pedir auxilio porque ya no sabe a qui¨¦n recurrir. ¡°Me est¨¢n matando poco a poco. Llevo aqu¨ª encerrado m¨¢s de 80 d¨ªas en la habitaci¨®n y esto es peor que la c¨¢rcel¡±, dice con voz fatigada.

Vive en la residencia de mayores Goya, en una zona de la capital con tanto ajetreo de coches y peatones que parece haber vuelto a la normalidad a pesar de que estamos todav¨ªa en la fase 1 de la desescalada. Hace tiempo que ni?os, deportistas e incluso mayores que residen en sus domicilios particulares gozan de libertad...

Mohamed Oulad llama al peri¨®dico desde su residencia cerca del centro de Madrid para pedir auxilio porque ya no sabe a qui¨¦n recurrir. ¡°Me est¨¢n matando poco a poco. Llevo aqu¨ª encerrado m¨¢s de 80 d¨ªas en la habitaci¨®n y esto es peor que la c¨¢rcel¡±, dice con voz fatigada.

Vive en la residencia de mayores Goya, en una zona de la capital con tanto ajetreo de coches y peatones que parece haber vuelto a la normalidad a pesar de que estamos todav¨ªa en la fase 1 de la desescalada. Hace tiempo que ni?os, deportistas e incluso mayores que residen en sus domicilios particulares gozan de libertad, pero los ancianos en residencias son los ¨²ltimos que siguen en cuarentena absoluta. Tienen totalmente prohibido salir a la calle y en muchos casos permanecen confinados en sus dormitorios.

A Oulad, de 72 a?os, la reclusi¨®n le ha afectado an¨ªmica y f¨ªsicamente. Antes de la pandemia sol¨ªa pasar ma?anas y tardes fuera de la residencia, pero ahora le cuesta andar y se siente enfermo. Comparte una peque?a habitaci¨®n en la cuarta planta de su residencia, un centro p¨²blico de la Comunidad de Madrid. Tiene un balc¨®n desde el que puede ver la calle Doctor Esquerdo. Desde ah¨ª saluda con la mano, antes de relatar por tel¨¦fono a este peri¨®dico su padecimiento. No puede salir ni siquiera a los pasillos, as¨ª que pasa la mayor parte del tiempo tumbado en la cama escuchando la Cadena SER o Radio Nacional. La comida se la dejan los cuidadores en la puerta y como no tiene mesa en la habitaci¨®n tiene que comer sobre la cama.

¡°Mis amigos me dicen que aguante, que ya queda poco pero yo ya estoy cansado de aguantar¡±, dice ¨¦l.

El prolongado aislamiento est¨¢ pasando factura a todos los mayores que han sobrevivido a la pandemia en las residencias en Madrid y por ello las asociaciones de familias han pedido un plan de choque para que sean tratados por profesionales. ¡°Las residencias deber¨ªan tener un programa urgente de tratamientos con psic¨®logos y fisioterapeutas, pero en su lugar est¨¢n recortando personal", denuncia Carmen L¨®pez, presidenta de la asociaci¨®n Ademaf.

Hijos y nietos no han podido visitar a los mayores desde mediados de marzo, cuando las autoridades regionales decidieron prohibirlas para frenar la expansi¨®n del coronavirus. En las videollamadas que han sostenido durante este per¨ªodo muchos han notado el grave deterioro. Como muchos trabajadores han ca¨ªdo enfermos, la atenci¨®n ha empeorado. Virginia Viguera, una residente de 91 a?os en el centro Isabel La Cat¨®lica-La Ventilla, fue ingresada en el hospital con graves ¨²lceras en los pies. Durante d¨ªas nadie le hizo los necesarios cambios posturales, seg¨²n la denuncia que su hija Mayte Caballero ha interpuesto ante la Fiscal¨ªa. Su madre ingres¨® en el hospital el 11 de mayo.

¡°Cuando prohibieron las visitas dije que dios nos pille confesados. A ver lo que nos encontramos cuando abran¡±, lamenta Caballero. ¡°Y mira, no tuve que esperar a la reapertura¡±.

La Comunidad de Madrid trabaja en un plan de desescalada para las residencias que contempla visitas de familiares a partir de la fase 2, seg¨²n un documento visto por EL PA?S. El plan de 14 p¨¢ginas ha sido enviado a las residencias para que hagan observaciones.

Son ya 90 d¨ªas de cuarentena desde que el 9 de marzo se cerraron las puertas y por ahora no hay visos de cambio. El documento de la Comunidad no dice nada sobre cu¨¢ndo podr¨ªan salir a la calle los residentes no dependientes.

Hay familias que han sacado a sus mayores de las residencias a pesar de que en muchos casos son grandes dependientes y tienen escasos recursos para cuidarles en casa. Durante d¨ªas, al principio de la crisis, esa escapatoria estuvo prohibida pero a finales de marzo la Comunidad y los centros dieron esa opci¨®n cuando ya estaban desbordados.

Oulad, que lleg¨® a Espa?a desde Marruecos en los a?os 60, no tiene familiares en Madrid ni otra vivienda a la que ir. Una trabajadora de la residencia dice que es peligroso dejarles salir porque pueden traer el virus desde la calle. Por ahora no le queda m¨¢s opci¨®n que seguir viendo la ciudad desde el balc¨®n y esperar a que Madrid avance en su desescalada para recobrar la libertad.

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