Af¨¢n creativo
Los bailarines y core¨®grafos Antonio de Rosa y Mattia Russo est¨¢n al frente de la compa?¨ªa de danza Kor?sia
Se enamoraron de Madrid y se quedaron. Antonio de Rosa y Mattia Russo llegaron hace ocho a?os para formar parte de la Compa?¨ªa Nacional de Danza. Nacidos en Italia, los dos cuentan con uno de los m¨¢ximos reconocimientos a los que puede aspirar un bailar¨ªn: el premio Positano. Hace cinco a?os su af¨¢n creativo les llev¨® a impulsar Kor?sia, su propia compa?¨ªa. ¡°Ten¨ªamos la necesidad de poder comunicarnos como creadores, no s¨®lo como int¨¦rpretes. Quer¨ªamos buscar nuestro propio lenguaje¡±, coinciden. Cuando necesitan inspiraci¨®n se pierden en sit...
Se enamoraron de Madrid y se quedaron. Antonio de Rosa y Mattia Russo llegaron hace ocho a?os para formar parte de la Compa?¨ªa Nacional de Danza. Nacidos en Italia, los dos cuentan con uno de los m¨¢ximos reconocimientos a los que puede aspirar un bailar¨ªn: el premio Positano. Hace cinco a?os su af¨¢n creativo les llev¨® a impulsar Kor?sia, su propia compa?¨ªa. ¡°Ten¨ªamos la necesidad de poder comunicarnos como creadores, no s¨®lo como int¨¦rpretes. Quer¨ªamos buscar nuestro propio lenguaje¡±, coinciden. Cuando necesitan inspiraci¨®n se pierden en sitios como El Retiro.
Punto de partida. ¡°Estar al servicio de otros core¨®grafos tantos a?os nos han enriquecido much¨ªsimo. Somos el constructo de todos ellos. Partimos de ese conocimiento para intentar crear algo distinto¡±, dice Antonio. ¡°Los dos so?¨¢bamos con tener nuestra propia compa?¨ªa cuando se acabase nuestra carrera como bailarines. A¨²n no se ha acabado, pero empezamos otra como core¨®grafos¡±, comparte Mattia. En estos a?os han viajado con Kor?sia a Par¨ªs, Berl¨ªn, Copenhague, Taiw¨¢n o Panam¨¢. Ambos se entregan de lleno. ¡°Creemos que es el momento de darlo todo, sacrificando muchas cosas¡±. Una de ellas es el dinero. Renuncian a parte de sus ingresos en pos de sus creaciones. ¡°Estamos en un momento en el que necesitamos expresarnos y hacerlo a lo grande¡±. Nacidos en 1988, los directores art¨ªsticos y core¨®grafos siguen bailando. ¡°Mientras podamos, lo haremos. La carrera de un bailar¨ªn es muy corta. Entre los 35 y los 40 se acaba¡±, apunta Mattia. ¡°Alguno llega a los 50, pero son excepciones. Debemos aprovechar ahora que tenemos 18¡±, bromea Antonio. A sus 32 a?os a¨²n les queda.
Mismo camino. Su trayectoria ha ido en paralelo. Nacidos en distintas localidades cercanas a N¨¢poles, a los 12 a?os se fueron a Roma para formarse en la Academia Nacional. All¨ª Antonio de Rosa y Mattia Russo se encontraron por primera vez. Despu¨¦s se trasladaron a Mil¨¢n, para graduarse en La Scala. A los 16 a?os ya viv¨ªan juntos. ¡°Nuestros padres nos han apoyado desde el principio. Hemos sido muy afortunados¡±, celebran. Al cumplir la mayor¨ªa de edad, Antonio se qued¨® en Mil¨¢n y Mattia se fue a otras compa?¨ªas, en ?msterdam (Introdans) y Valencia (Ballet de la Generalitat Valenciana). Se reencontraron en Madrid. Antonio audicion¨® primero para la Compa?¨ªa Nacional de Danza, Mattia poco despu¨¦s. En 2015 crearon Kor?sia. ¡°El nombre lo pusimos provisional, no nos entusiasmaba¡±. Yellow Place fue su primera pieza como core¨®grafos. La dramaturgia era de Paco Bezerra y el vestuario de David Delf¨ªn. Despu¨¦s estrenaron Cul de sac, basada en el universo del artista Juan Mu?oz. Fue su primera producci¨®n con m¨¢s bailarines. La presentaron en el Conde Duque.
Planes pospuestos. En mayo tendr¨ªan que haber estrenado en los Teatros del Canal su ¨²ltimo espect¨¢culo, Giselle. La pandemia impidi¨® descubrir su visi¨®n sobre el cl¨¢sico. ¡°La Giselle original que muri¨® por amor parece formar parte de un mundo que ha desaparecido o est¨¢ a punto de desaparecer¡±, se?ala Mattia. ¡°Ahora puedes cambiar de pareja como te cambias de zapatos. Vivimos en la sociedad del hiperconsumismo¡±, a?ade Antonio. Otro espect¨¢culo suyo cuyo estreno se ha aplazado es Horizonte. Estas semanas tendr¨ªan que estar en Alemania, represent¨¢ndolo en el Nationaltheater de Manheim. ¡°A la semana de empezar el confinamiento nos llamaron d¨¢ndonos las nuevas fechas para el a?o que viene¡±. Tambi¨¦n han tenido que aplazar a 2021 el estreno de Vel¨¢zquez en Berna. Ya est¨¢ en su agenda para mayo. ¡°Es la segunda creaci¨®n que nos encargan. Fue una enorme alegr¨ªa cuando nos volvieron a llamar. Nos pidieron hacer un espect¨¢culo en torno a Vel¨¢zquez, no a Rafael. Para ellos y para la mayor¨ªa somos espa?oles¡±.
Trabajo diario. Mattia y Antonio no han podido ensayar durante el obligado encierro. Eso s¨ª, no han dejado de entrenar en casa. ¡°Necesitamos hacer un trabajo f¨ªsico diario. Tenemos que mantener y entrenar el cuerpo. Si no, en cuanto lo dejas, te deja¡±, indica el primero. En casa no bailan. ¡°Solo cuando invitamos a amigos y nos tomamos una copa¡±, bromea el segundo. Les gusta mucho colaborar con otros artistas. ¡°Es muy bonito compartir el proceso de trabajo. Las ideas se disparan¡±. Entre sus c¨®mplices, la dramaturga Mar¨ªa Velasco, el dise?ador Alejandro G¨®mez Palomo o el sombrerero Betto Garc¨ªa. Su ¨²ltima colaboraci¨®n ha sido para una pieza de Ernesto Artillo, Peregrinaci¨®n sexual. Ni?o de Elche protagoniza el ensayo visual con coreograf¨ªa de Kor?sia que estrenaron hace unas semanas en PornHub. ¡°No todos los participantes eran bailarines. Fue interesante ver c¨®mo trasladaban la acci¨®n que les d¨¢bamos¡±. El resultado est¨¢ en sus perfiles de Instagram.
Sin l¨ªmites. Es poco frecuente en estos lares que una compa?¨ªa tan joven llegue a tener m¨¢s de una docena de int¨¦rpretes en escena. ¡°Hemos formado un peque?o grupo de bailarines y bailarinas que se mantiene. Para cada producci¨®n si necesitamos m¨¢s hacemos audiciones¡±, explica Antonio. ¡°Ojal¨¢ en el futuro tengamos un apoyo que nos permita tener una compa?¨ªa m¨¢s estable en la que el dinero no sea un problema¡±, desea Mattia mientras l¨ªa un cigarrillo sentado en los escalones de entrada al Palacio de Cristal de El Retiro. En Espa?a hay muchas compa?¨ªas de danza privadas, pero apenas p¨²blicas. La Compa?¨ªa Nacional de Danza y el Ballet Nacional son dos de las excepciones, que no tienen teatros propios. ¡°En Francia y en Alemania pr¨¢cticamente todas las grandes ciudades tienen sus propias compa?¨ªas de danza: Par¨ªs, Burdeos, Marsella, Berl¨ªn, Sttugart, Leipzig, Hannover¡¡± enumeran. Ellos se quieren quedar en Madrid. ¡°Es nuestra ciudad y lo ser¨¢¡±.