Ser viejo no mola
En el futuro la ¡®silverizaci¨®n¡¯ de la econom¨ªa puede dar m¨¢s relevancia a los mayores
Ser viejo est¨¢ tan mal visto que hasta la palabra viejo tiene connotaciones negativas: siempre es preferible usar mayor, de cierta gravedad socialdem¨®crata, incluso antes que anciano o Tercera Edad. Lo que mola es la juventud, una cosa que solo se entiende a toro pasado, en la distancia: nunca se es joven, solo se ha sido joven. Lo que mola es lo nuevo, perseguimos sin freno la innovaci¨®n cuando todav¨ªa no sabemos apa?arnos con lo que tenemos. Y, de hecho, en esta carrera hacia el abismo, confundimos innovaci¨®n con progreso.
Que ser viejo no mola lo sabemos d...
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Ser viejo est¨¢ tan mal visto que hasta la palabra viejo tiene connotaciones negativas: siempre es preferible usar mayor, de cierta gravedad socialdem¨®crata, incluso antes que anciano o Tercera Edad. Lo que mola es la juventud, una cosa que solo se entiende a toro pasado, en la distancia: nunca se es joven, solo se ha sido joven. Lo que mola es lo nuevo, perseguimos sin freno la innovaci¨®n cuando todav¨ªa no sabemos apa?arnos con lo que tenemos. Y, de hecho, en esta carrera hacia el abismo, confundimos innovaci¨®n con progreso.
Que ser viejo no mola lo sabemos de siempre, por lo biol¨®gico, etc, pero la covid19 lo ha evidenciado, sobre todo en Madrid con todo el desastre de las residencias de ancianos de la Comunidad. Los viejos, en general, son ninguneados, apartados, sus cuidados se externalizan, sus pensiones se bambolean y sufren una epidemia de soledad no deseada. Una cuarta parte de los 656.791 madrile?os mayores vive solo, seg¨²n datos del Ayuntamiento. Una soledad que, en muchos casos, se vio agravada por el confinamiento.
Tengo un amigo que vino desde Ghana, en el ?frica Occidental, primero caminando por el desierto y luego cruzando el mar en patera. Cuando lleg¨® alucin¨® con el trato que se da aqu¨ª a los mayores. ¡°All¨ª son los m¨¢s sabios, los que tienen experiencia¡ son como Google¡±, me dice. Aqu¨ª son, m¨¢s bien, como v¨ªctimas de la obsolescencia programada, como una Game Boy de los 90.
Los viejos, en general, son ninguneados, apartados, sus cuidados se externalizan, sus pensiones se bambolean y sufren una epidemia de soledad no deseada
Pronto los no-viejos, con un poco de suerte, ya seremos viejos, y seremos muchos, porque la pir¨¢mide se est¨¢ dando la vuelta y la sociedad est¨¢ envejeciendo. Es curioso: durante el baby boom de posguerra se cre¨® la cultura juvenil: hab¨ªa muchos j¨®venes a los que venderles cosas, m¨²sica, ropa, estilos de vida, fue cuando la juventud empez¨® a molar. En el futuro crecer¨¢ el n¨²mero de los consumidores viejos, y hay quien habla de una silverizaci¨®n de la econom¨ªa, que ofrece cada vez m¨¢s productos y servicios (ocio, turismo, cosm¨¦ticos, gagdets) a los mayores. Lo de silver viene de plata, que hace referencia, a su vez, a esas edades cuando el pelo se pone cano. A los maduritos interesantes con canas, por cierto, les llaman silver foxes, zorros plateados, tipo Richard Gere o Harrison Ford.
O sea, que la revalorizaci¨®n de esas etapas de la vida puede venir por eso que llaman ¡°envejecimiento activo¡±, que consiste en hacerse viejo sin dejar de vivir una vida fascinante y participativa, y, como siempre, por el consumo. Cada vez veo m¨¢s anuncios de productos dedicados a nuestros mayores y se va conformando esa imagen del mayor cool, el talludito de Instagram, el viejo de anuncio, que hace y compra cosas mostrando una sonrisa impecable, llena de dientes. En el futuro vamos a molar, si es que tenemos pasta. Ser joven ser¨¢ un asco.