Buscar emociones en calles vac¨ªas y tras las mascarillas
"En otras ocasiones hay algo delante de mis ojos que fotografiar. La crisis de la covid-19 ha sido diferente" relata la fot¨®grafa de EL PA?S Andrea Comas
Resulta muy dif¨ªcil relatar mi experiencia personal de la cobertura de la covid-19. Me ense?aron que los periodistas son quienes transmiten la informaci¨®n, no deber¨ªan ser la noticia en s¨ª: la primera persona est¨¢ prohibida en las cr¨®nicas. Pero la principal raz¨®n es porque no tengo la sensaci¨®n de haber sido testigo directo de la crisis del coronavirus. Quiz¨¢ porque el trabajo de estos ¨²ltimos meses es muy diferente del de otras grandes crisis nacionales e internacionales que he cubierto hasta ahora, como por ejemplo los atentados del 11-M.
Para empezar, en otras ocasiones hay algo del...
Resulta muy dif¨ªcil relatar mi experiencia personal de la cobertura de la covid-19. Me ense?aron que los periodistas son quienes transmiten la informaci¨®n, no deber¨ªan ser la noticia en s¨ª: la primera persona est¨¢ prohibida en las cr¨®nicas. Pero la principal raz¨®n es porque no tengo la sensaci¨®n de haber sido testigo directo de la crisis del coronavirus. Quiz¨¢ porque el trabajo de estos ¨²ltimos meses es muy diferente del de otras grandes crisis nacionales e internacionales que he cubierto hasta ahora, como por ejemplo los atentados del 11-M.
Para empezar, en otras ocasiones hay algo delante de mis ojos que fotografiar. En esta ocasi¨®n sab¨ªa que hab¨ªa una historia dantesca que captar, pero no ten¨ªa acceso a ella. La ¡°batalla¡± que ha ocurrido se ha librado dentro de los hospitales, en los centros de salud, en las ambulancias, en las residencias. Y la prensa no ha tenido acceso para verla en directo.
Cuando hemos podido entrar a los lugares donde hab¨ªa sucedido la noticia, ya todo estaba casi controlado. M¨¢s que estar cubriendo una realidad, a veces he tenido la impresi¨®n de que me estaban haciendo un ¡°tour tur¨ªstico¡± por los lugares donde d¨ªas antes hab¨ªan ocurrido sucesos dram¨¢ticos. Al menos en la Comunidad de Madrid. En otros pa¨ªses y otras regiones la falta de acceso a las noticias no ha sido tan extrema ni se ha prolongado tanto tiempo. Esto me ha provocado una impotencia absoluta, sobre todo cuando he escuchado a personas negar lo que estaba sucediendo o minimizar la crisis. Es cierto que no es la primera vez que al cubrir noticias me he encontrado con este tipo de comentarios. Pero siempre ten¨ªa fotos y mis vivencias personales para tratar de desmontarlos.
La otra parte de la crisis ha sucedido dentro de los hogares de la gente, confinada sin poder salir al exterior. Y tampoco ah¨ª he podido entrar por riesgo a contagiar o ser contagiada.
Hasta ahora, cuando saltaba una noticia trascendental mi trabajo ha sido una inmersi¨®n total en lo que ocurr¨ªa: muchos d¨ªas seguidos sin descanso y largas jornadas laborales de m¨¢s de 12 horas. Mientras las dem¨¢s personas m¨¢s o menos continuaban con sus vidas normales, mi familia y mis amigos me dejaban de ver un tiempo, o me ve¨ªan a ratos cuando llegaba reventada a casa y, sobre todo, no corr¨ªan ning¨²n riesgo derivado de mi trabajo.
En esta ocasi¨®n no he tenido ese proceso de inmersi¨®n en la noticia. Como no ten¨ªamos acceso a los principales escenarios, no hab¨ªa tanto que fotografiar, y no he tenido que trabajar todos los d¨ªas, ni tampoco durante jornadas eternas. Esto a m¨ª me ha supuesto una falta de concentraci¨®n. Tambi¨¦n porque la crisis afectaba a todo mi entorno. Ten¨ªa que lidiar con el trabajo, pero tambi¨¦n ten¨ªa que organizar mi casa y atender a mis hijos.
Hab¨ªa tensi¨®n para no cometer fallos que implicaran contagiarme
Por ¨²ltimo, cuando he salido a fotografiar, siempre ha sido con la tensi¨®n de no cometer ning¨²n fallo que implicara contagiarme, ni contagiar a continuaci¨®n. Los riesgos en otras ocasiones solo me perjudicaban f¨ªsicamente a m¨ª misma. Esta vez cada paso en falso pod¨ªa afectar a las personas que m¨¢s quiero. La conciliaci¨®n ha sido muy dif¨ªcil, por no decir imposible. Estoy separada y tengo dos hijos, que a¨²n son demasiado peque?os para quedarse solos. Por lo tanto, solo he salido a hacer fotos los d¨ªas que mis hijos estaban con su padre. La posibilidad de dejarles con alguien para ir a trabajar no exist¨ªa.
F¨ªsicamente las mascarillas tampoco es que pongan las cosas f¨¢ciles. El visor de la c¨¢mara a veces se empa?a, y he tenido la sensaci¨®n de que respirar varias horas a trav¨¦s de una mascarilla me provoca m¨¢s cansancio.
Retratar las emociones
Lo que m¨¢s me frustra es no haber encontrado LA FOTO. Cuando salgo a fotografiar una noticia, intento captar la emoci¨®n que transmiten las personas implicadas: tristeza, rabia, alegr¨ªa, ilusi¨®n, desesperaci¨®n, incertidumbre... Pienso que si logro pillar esa emoci¨®n que veo delante de mi c¨¢mara, el espectador que luego observe mi foto va a poder sentir y comprender lo que ocurre. Las emociones son universales. Sin embargo, esta vez no ten¨ªa a gente mostrando sentimientos. Las calles estaban vac¨ªas y las mascarillas dificultan mucho ver las caras. Hab¨ªa que captar la desolaci¨®n de los espacios vac¨ªos y buscar gestos corporales, m¨¢s que faciales. Hay fot¨®grafos paisajistas muy buenos, pero no es mi fuerte.
Han muerto muchas personas solas en sus casas, en los hospitales y en las residencias. Mucha gente no se ha podido despedir de sus seres queridos. El personal sanitario y los trabajadores de las residencias han lidiado impotentes con situaciones desoladoras. Muchas personas se han quedado sin trabajo. Pero yo no he podido fotografiarlo. A¨²n sigo buscando LA FOTO que resuma lo que est¨¢ ocurriendo. Por desgracia, me temo que me quedan meses por delante para poder hacerla.