Vajillas que levantan el ¨¢nimo
Cer¨¢mica al peso o piezas de dise?o personalizables. Dos formas diferentes de entender las vajillas, pero con valores muy similares: artesan¨ªa, sostenibilidad y amor por el trabajo bien hecho
Estos meses hemos pasado en casa m¨¢s tiempo del que jam¨¢s habr¨ªamos imaginado, lo que nos ha llevado a fijarnos m¨¢s en las cosas que forman parte de eso que llamamos ¡°hogar¡±. Y no siempre nos ha gustado lo que hemos visto, especialmente cuando se trata de objetos con los que tenemos que interactuar a diario, como las tazas en las que desayunamos o los platos en los que comemos. Peque?os detalles que pueden contribuir a cambiar el rumbo de nuestro ¨¢nimo.
De vajillas capaces de levantar el esp¨ªritu saben y mucho en La Oficial...
Estos meses hemos pasado en casa m¨¢s tiempo del que jam¨¢s habr¨ªamos imaginado, lo que nos ha llevado a fijarnos m¨¢s en las cosas que forman parte de eso que llamamos ¡°hogar¡±. Y no siempre nos ha gustado lo que hemos visto, especialmente cuando se trata de objetos con los que tenemos que interactuar a diario, como las tazas en las que desayunamos o los platos en los que comemos. Peque?os detalles que pueden contribuir a cambiar el rumbo de nuestro ¨¢nimo.
De vajillas capaces de levantar el esp¨ªritu saben y mucho en La Oficial, una peque?a tienda en la calle de la Ruda dedicada por completo a la cer¨¢mica. ¡°Despu¨¦s del confinamiento, la gente est¨¢ muy enfadada con la vajilla blanca de Ikea, est¨¢n cansados de comer y cenar cada d¨ªa en el mismo plato, as¨ª que vienen buscando cosas nuevas para ¡®airearse¡¯ dentro de casa¡±, explican Toni Torrecillas y Jos¨¦ Barrio, la pareja que regenta este comercio desde 2017. Lo que distingue a La Oficial de otras tiendas de cer¨¢mica es que han adoptado la tradici¨®n portuguesa de venderla al peso. En sus estanter¨ªas encontramos un c¨®digo de colores con los precios por kilo, aunque hay piezas que se venden con un precio cerrado. Les gusta que la gente coja los platos, fuentes y tazas que m¨¢s les llamen y que los vayan combinando, ¡°que se diviertan creando su propia vajilla¡± sin miedo a dejarse un ri?¨®n, porque una de sus m¨¢ximas a la hora de seleccionar las piezas que venden es que su precio no nos desajuste el presupuesto del mes entero (la m¨¢s cara no supera los 60 euros). Desde hace muy poco, aparte de vajillas, tambi¨¦n venden cuberter¨ªas y cristaler¨ªas, as¨ª que, quien se lo proponga puede salir de all¨ª con la mesa puesta.
La idea de abrir La Oficial surgi¨® de un viaje en coche a Portugal. Fueron de taller en taller hasta que llegaron a Caldas da Rainha ¨Cuna de las capitales de la loza portuguesa, cuna de Bordallo Pinheiro y sus disc¨ªpulos, cuyas formas vegetales y animales son muy reconocibles¨C donde localizaron a do?a Carla y a otros artesanos con los que siguen trabajando hoy d¨ªa. El nombre de la tienda, de hecho, es un homenaje a todos esos oficios que hoy se encuentran en peligro de extinci¨®n. ¡°Para nosotros es muy importante conocer el nombre y los apellidos de las personas que hacen cada una de las cosas que vendemos¡±, cuentan. Adem¨¢s, el p¨²blico est¨¢ aprendiendo a valorar cada vez m¨¢s las imperfecciones presentes en cualquier trabajo artesano. ¡°De manera inconsciente, estos objetos nos recuerdan que en ellos hay tiempo invertido y, en un momento en el que todo va tan r¨¢pido, pararse en algo que est¨¢ hecho a mano es muy alentador¡±. La sostenibilidad tambi¨¦n es un valor que tienen muy presente: no embalan con pl¨¢sticos, sino con papeles de peri¨®dico y sus productos son espa?oles o portugueses, por lo que el coste ambiental del desplazamiento no es muy alto.
Hace a?os, la vajilla de 12 o 24 piezas se colaba siempre en la lista de bodas, pero hoy las cosas han cambiado. ¡°Se compra menos cantidad y solo lo necesario, lo que te cabe en el lavavajillas¡±. En este cambio de costumbres coinciden desde Vajillas de Ultramar, una marca de cer¨¢mica creada por una pareja, pero en este caso de primas: Natalia L¨®pez y Mariajo D¨ªez. Ellas apuestan por el lujo a la hora de poner la mesa, con finas piezas de loza ¡°perfectamente imperfectas¡±, producidas por artesanos de la sierra de Madrid y pintadas a mano. ¡°Las casas son m¨¢s peque?as y lo habitual es que se vendan vajillas de seis piezas, pero al final se siguen comprando, porque una vajilla es algo ¨²til, algo que te va a durar¡±, cuenta ?ngeles Moya de The White Office, la agencia que lleva la comunicaci¨®n de Vajillas de Ultramar y donde tienen instalado su showroom.
Lo que m¨¢s sorprende al coger estas piezas es lo ligeras que son y, aunque esto podr¨ªa llevarnos a pensar que son extremadamente fr¨¢giles, aseguran que son muy resistentes. Entre sus colecciones encontramos modelos con estampados animal print, con efecto marmorizado o que imitan la t¨¦cnica japonesa del kintsugi ¨Cque pone en valor las ¡°cicatrices¡± de las piezas rotas¨C, adem¨¢s de una serie que dise?aron para el Museo Thyssen-Bornemisza decorada con el cielo de un ¨®leo de Alfred Sisley. Sus vajillas se piden por encargo, se pueden combinar entre s¨ª y personalizar con mensajes o iniciales. Los precios oscilan entre los 500 y los 600 euros para las de seis piezas y, para poder verlas y tocarlas, hay que pedir cita previa en la sede de The White Office.
Aunque son conceptos muy diferentes, desde esta marca coinciden con La Oficial en que una buena vajilla es capaz de levantarle el ¨¢nimo a cualquiera, con o sin confinamiento de por medio: ¡°La gente se ha dado cuenta de que no es nada agradable comer en un plato desportillado, as¨ª que vamos a tender a rodearnos de m¨¢s cosas bonitas y agradables en casa¡±, concluye Moya.