La edad media de quienes piden ayuda por primera vez baja 30 a?os
Adem¨¢s del golpe sanitario y econ¨®mico, Madrid soporta el golpe social. Entre el 25% de menor edad, la media baja de 40 a 27 a?os
Las peores expectativas se cumplen en la segunda ola de la pandemia. Adem¨¢s del golpe sanitario y econ¨®mico, Madrid soporta el golpe social. El Ayuntamiento tiene un nuevo reto: la media de edad de las personas que solicitan por vez primera ayudas sociales ha bajado 30 a?os, de 71 a 41. Y, entre el 25% de menor edad, la media baja de 40 a 27 a?os. La tarjeta de familias para dignificar las ayudas fue enunciada con mucha pompa hace dos meses. Se gestionan ya m¨¢s de 1.300, pero su instauraci¨®n choca con la burocracia. Decenas de miles de madrile?os acuden mientras tanto a las colas del hambre....
Las peores expectativas se cumplen en la segunda ola de la pandemia. Adem¨¢s del golpe sanitario y econ¨®mico, Madrid soporta el golpe social. El Ayuntamiento tiene un nuevo reto: la media de edad de las personas que solicitan por vez primera ayudas sociales ha bajado 30 a?os, de 71 a 41. Y, entre el 25% de menor edad, la media baja de 40 a 27 a?os. La tarjeta de familias para dignificar las ayudas fue enunciada con mucha pompa hace dos meses. Se gestionan ya m¨¢s de 1.300, pero su instauraci¨®n choca con la burocracia. Decenas de miles de madrile?os acuden mientras tanto a las colas del hambre.
El pasado junio, el Ayuntamiento de Madrid anunci¨® que la pandemia estaba cambiando el perfil de las personas m¨¢s vulnerables. Cuatro meses despu¨¦s, la capital sigue sumida en la espiral de las consecuencias del virus y nada hace prever ninguna mejora a corto plazo. Los que llaman ante los Servicios Sociales por vez primera, esos a los que se les han cerrado el resto de puertas, son cada vez m¨¢s j¨®venes. Y, adem¨¢s, nunca se hab¨ªan enfrentado al peso del estigma que supone pedir ayuda.
Si antes del mes de marzo de este a?o los que acud¨ªan a pedir ayuda a esos servicios por vez primera ten¨ªan una media de 71 a?os, ahora esa edad se ha hundido hasta los 41. Y si antes, entre el 25% m¨¢s joven de los solicitantes, la edad media era de 40, ahora es de 27. Son datos ofrecidos en la comisi¨®n de Servicios Sociales de ayer por el director general de Innovaci¨®n y Estrategia, H¨¦ctor Cebolla. Aumenta adem¨¢s ¡°de forma significativa¡± la demanda de ayuda desde hogares con menores a cargo.
Una campa?a contar el estigma
¡°El problema de estos nuevos perfiles, m¨¢s j¨®venes y muchas veces con hijos, es que nunca han accedido a los Servicios Sociales, no saben c¨®mo contactar y tienen una imagen negativa de ellos¡±, explica a EL PA?S el responsable del ¨¢rea de Gobierno de Familias, Igualdad y Bienestar Social, Pepe Aniorte. Para poder afrontarlo, el Ejecutivo municipal pondr¨¢ en noviembre en marcha una campa?a de los centros de servicios sociales de la ciudad para ¡°desestigmatizarlos y mostrar cercan¨ªa¡±.
Se trata de que aquel que lo necesite pida ayuda como el que acude al m¨¦dico, sin necesidad de esperar a que sea demasiado tarde. ¡°El mensaje es que los Servicios Sociales est¨¢n para ayudar a cualquiera cuando las cosas le van mal¡±. Tambi¨¦n trabajan en el dise?o de nuevas formas de acceso a los servicios a trav¨¦s de la web o v¨ªa aplicaci¨®n m¨®vil. En todo caso, Aniorte es consciente de que las ¡°debilidades hist¨®ricas de Servicios Sociales¡± relucen m¨¢s con la pandemia.
El Ejecutivo municipal present¨® como medida estrella a finales de agosto la conocida como tarjeta de familias, con un presupuesto de 27 millones de euros. Lo hizo por todo lo alto con el alcalde y la vicealcaldesa fotografi¨¢ndose con la visa prepago de La Caixa que pronto iban a recibir los vecinos. Pero dos meses despu¨¦s sigue sin estar en manos de sus destinatarios. Aniorte explic¨® este lunes que se est¨¢n gestionando unas 1.300 solicitudes y que ¡°falta poquito¡± para que empiecen a repartirse. ¡°La tarjeta familias es ya una realidad en Madrid¡±, a?adi¨® durante su comparecencia en la comisi¨®n. ¡°Es un avance bestial¡±, entiende, porque antes este tipo de ayudas tardaban cuatro o cinco meses.
Con esa tarjeta aquellos que la obtengan, que recibir¨¢n entre 125 y 630 euros mensuales, pueden comprar en los comercios alimentos y productos de primera necesidad. La justificaci¨®n de los gastos se hace a posteriori. La oposici¨®n se ha mostrado cr¨ªtica porque el disfrute de la tarjeta es incompatible con otras ayudas de manutenci¨®n o cestas de comida, el ingreso m¨ªnimo vital o la renta m¨ªnima de inserci¨®n. Es decir, no podr¨¢n acceder a ella las familias que superen entre todos sus miembros los 950 euros.
Problemas burocr¨¢ticos
Detr¨¢s de los fuegos de artificio y la expectaci¨®n que gener¨® una presentaci¨®n tan medi¨¢tica, la realidad choca tambi¨¦n con la burocracia. Es m¨¢s, para que esa tarjeta de familias eche ra¨ªces y no se esfume el 31 de marzo, como est¨¢ previsto en estos momentos, es necesario modificar la actual ordenanza que rige las prestaciones econ¨®micas municipales. Tienen que encajar los engranajes de Hacienda, Servicios Sociales y Coordinaci¨®n Territorial. Los grupos municipales han recibido estos d¨ªas un borrador de la futura ordenanza. Aniorte reconoce que hay media docena de puntos que habr¨¢ que consensuar.
H¨¦ctor Cebolla entiende que el panorama catastr¨®fico que anunciaron en el primer estado de alarma les ha permitido afrontar de la manera correcta la situaci¨®n que vivimos en esta segunda ola. Es m¨¢s, asegura que no hay personas que escapen al paraguas de los Servicios Sociales si cumplen con los requisitos. ¡°Nadie que formule una demanda y que se sit¨²e en los umbrales de extrema vulnerabilidad que marquen los baremos que forman parte de nuestra regulaci¨®n se estar¨¢ quedando fuera de las prestaciones¡±, dijo Cebolla en la comisi¨®n.
El perfil del nuevo demandante de ayudas empez¨® a dibujarse en abril. Cebolla, que se mueve entre herramientas demosc¨®picas, ya habl¨® en junio abiertamente de ¨¦l. Los destinatarios de las ayudas iban a ser m¨¢s j¨®venes y m¨¢s cualificados. Tambi¨¦n los hogares monoparentales y los que cuentan con menores se preve¨ªan que iban a sufrir m¨¢s la crisis. Calculaban entonces que iba a ser necesario triplicar las ayudas a personas de entre 30 y 64 a?os. Los nubarrones anunciados nos cubren ahora porque, seg¨²n dijo Cebolla a las puertas del verano, estas tormentas no son m¨¢s que patrones que se cumplen en otras crisis. Y sus datos exigen no guardar el paraguas de momento.
Formaci¨®n para nuevos trabajadores sociales
El 90% de los 264 nuevos efectivos para Servicios Sociales anunciados el pasado mes de junio por el Ayuntamiento ya se ha incorporado a sus puestos. Eso no evita, seg¨²n reconoce un funcionario a EL PA?S, que de forma autom¨¢tica se vaya a desatascar un sistema ya saturado antes de la pandemia. Una de las misiones de los nuevos incorporados ser¨¢ gestionar las demandas de las tarjetas de familia. Las instrucciones para agilizar las solicitudes est¨¢n funcionando mejor en unos distritos que en otros.
La tarjeta permite a los m¨¢s vulnerables adquirir en los establecimientos de su distrito comida y productos de primera necesidad. Los trabajadores sociales han empezado a recibir la formaci¨®n para poder afrontar la gesti¨®n de esta ayuda, que requiere de una valoraci¨®n que no es sencilla y cuya implantaci¨®n llevar¨¢ meses.
Esta tarjeta prepago, que partidos como Ciudadanos, M¨¢s Madrid y PSOE llevaban en sus programas electorales, se ha hecho m¨¢s necesaria con la crisis social desatada con el coronavirus. Las colas del hambre, uno de los objetivos que pretende combatir esa nueva medida, siguen siendo una inc¨®moda realidad en la capital de Espa?a.
El objetivo, despu¨¦s de que fuera implantada de forma experimental en el distrito de Tetu¨¢n por el anterior equipo de Gobierno, es que ahora se extienda a los 21 distritos de la capital. Pero a pesar de las nuevas incorporaciones, el sistema sigue saturado, reconoce desde dentro un trabajador que lleva a?os gestionando las ayudas. Conseguir una cita antes de un mes es una tarea complicada. Las demandas se abrieron el pasado 1 de septiembre y casi dos meses despu¨¦s no se ha entregado todav¨ªa ninguna.