Ayuso no aclara su plan sanitario y vuelve a atacar a Catalu?a: ¡°Los espa?oles son expulsados de all¨ª por sentirse espa?oles¡±
La Asamblea de Madrid se parece cada vez m¨¢s al Congreso de los Diputados. Los que mandan apenas hablan de los problemas de los madrile?os.
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A las 9.55 de la ma?ana un t¨¦cnico de la Asamblea de Madrid, conocida ya como la Asamblea de Espa?a porque Madrid es Espa?a con Espa?a dentro, tal y como dijo Ayuso, prueba un micr¨®fono. Nadie contesta, como la Comunidad. A 48 horas del levantamiento del estado de alarma millones de madrile?os siguen sin saber si podr¨¢n salir de la capital. El run run de los diputados empieza. Llegan los primeros. Hay pu...
¨D ?S¨ª?
A las 9.55 de la ma?ana un t¨¦cnico de la Asamblea de Madrid, conocida ya como la Asamblea de Espa?a porque Madrid es Espa?a con Espa?a dentro, tal y como dijo Ayuso, prueba un micr¨®fono. Nadie contesta, como la Comunidad. A 48 horas del levantamiento del estado de alarma millones de madrile?os siguen sin saber si podr¨¢n salir de la capital. El run run de los diputados empieza. Llegan los primeros. Hay puntualidad exquisita en los socialistas y en los de Ciudadanos. Para madrugar s¨ª gobiernan juntos. Llega la presidenta Ayuso. Se remanga la chaqueta roja. Llega el vicepresidente Aguado. Se ajusta la corbata roja. Como siempre, y para todo, coinciden en el color, pero no en el tono. Comienza el pleno.
La portavoz de Unidas Podemos pregunta por los derechos de la infancia. Isabel Serra enarbol¨® un discurso contra la xenofobia de Vox hacia los ni?os migrantes. Despu¨¦s, observ¨®: ¡°Tenemos una pandemia y me habla de okupas¡±. Ayuso, siempre c¨®moda en los golpes de izquierda, punz¨®: ¡°?Hay alg¨²n ni?o que le haya ido bien con Pablo Iglesias?¡±, pregunt¨®. ¡°S¨ª, los ni?os con okupas que okupan sus amigos¡±. Aguado ni aplaude. El vicepresidente, a su lado, cada vez est¨¢ m¨¢s inc¨®modo en los plenos. No encuentra su hueco. Su grupo ya ni pregunta en los plenos. Hay silencios en el Gobierno que son como rugidos de dinosaurios.
En Vox, con la emoci¨®n y la conmoci¨®n de su censura en el Congreso, optaron esta ma?ana por preguntar por una bajada de impuestos. ¡°Hoy vengo sin ¨¢nimo de polemizar¡±, dijo Roc¨ªo Monasterio. Y por supuesto que polemiz¨®, claro. ¡°La dictadura de S¨¢nchez restringe nuestra movilidad. El s¨¢bado espero que sea el d¨ªa de la liberalizaci¨®n de todos los barrios¡±, afirm¨®.
La Asamblea de Madrid se parece cada vez m¨¢s al Congreso de los Diputados. Los que mandan apenas hablan de los problemas de los madrile?os. ¡°Ustedes suben el sueldo a todos los diputados de la Asamblea¡±, prosigui¨® Monasterio. A ella tambi¨¦n, pero se le pas¨® mencionarlo. ¡°D¨ªgame que va a bajar los impuestos. D¨ªgame, cu¨¢ndo, cu¨¢ndo, cu¨¢ndo¡±. Ayuso contest¨® que ahora no es el momento con Catalu?a como argumento. El nacionalismo madrile?o frente al nacionalismo catal¨¢n. As¨ª est¨¢ el patio de la Asamblea de Espa?a en plena pandemia. ¡°Madrid tiene tres impuestos y Catalu?a 15. Aqu¨ª tenemos libertad, prosperidad y empleo¡±. Y Aguado, otra vez, tampoco aplaude. Su hast¨ªo es un hecho.
Vino M¨¢s Madrid bastante fuerte. El diputado Pablo G¨®mez Perpiny¨¤ propuso un juego divertido a la presidenta. Si el pleno de todos los jueves es un espect¨¢culo televisivo, habr¨¢ que meter alg¨²n concurso. ¡°D¨ªgame si esta frase es suya o de Trump¡±, dijo. Ayuso mir¨® como una concursante con cara de pocos amigos. ¡°Uno. Los contagios se est¨¢n produciendo por el modo de vida de la inmigraci¨®n. Dos. Las agresiones racistas son por culpa de las tecnolog¨ªas. Y tres. El coronavirus trae delincuencia y problemas con los ¡®menas¡¯[menores sin familia]¡±. Todas eran de Ayuso.
¡°No s¨¦ c¨®mo tiene la poca verg¨¹enza de defender a los migrantes en Madrid si no sabe cu¨¢ntos hay. Yo le informo. Tenemos un mill¨®n¡±, dijo la presidenta. ¡°Por cierto¡±, a?adi¨®, ¡°yo no les miro como inmigrantes si est¨¢n entre nuestros grupos de amigos. Ustedes los tratan como extra?os¡±. Y sac¨® la metralleta argumental un d¨ªa m¨¢s. ¡°Una parte de los inmigrantes huye de pol¨ªticas comunistas. Huyen de usted. Hablan de xenofobia quienes pactan con el nacionalismo. Los espa?oles son expulsados de Catalu?a por sentirse espa?oles. En Espa?a no hay racismo, habr¨¢ racistas. Dejen de mentir¡±. En Ciudadanos ve¨ªan todo esto ojipl¨¢ticos. En Vox guardaban silencio. En la izquierda no daban cr¨¦dito.
?ngel Gabilondo, una vez m¨¢s, quiso poner mesura. Pregunt¨® si la presidenta ten¨ªa intenci¨®n de aprobar las medidas que aprobaron todos los grupos -excepto Vox- para sacar adelante a la Comunidad del pozo econ¨®mico y social de la pandemia. ¡°D¨ªgame cu¨¢ndo nos van a traer el dictamen y les recibir¨¦ encantada¡±. La realidad es que el dictamen se lo fueron a entregar el jueves pasado. Pero Ayuso cambi¨® de planes y les dio un portazo. La respuesta de la presidenta volvi¨® a tener un mensaje a escala nacional. ¡°El Gobierno de S¨¢nchez firm¨® ayer con Bildu, los herederos de la ETA¡±, dijo. ¡°Nosotros estamos centrados en bajar la curva¡±. Tanto, que ning¨²n madrile?o sabe aun si podr¨¢ salir de casa este s¨¢bado.
Espa?a supera el mill¨®n de casos
En febrero, a Manuel le dijeron que ser¨ªa un resfriado y acab¨® en la UCI. En agosto, Beatriz lo pill¨® en un restaurante. Pacientes y m¨¦dicos narran c¨®mo han vivido las fases de la pandemia que ha arrasado el pa¨ªs durante m¨¢s de ocho meses. Son solo algunas historias detr¨¢s de esta cifra oficial, que, en realidad, podr¨ªa alcanzar los cinco millones de contagios.