La Constituci¨®n seg¨²n Ayuso, que no es poco
El portavoz de M¨¢s Madrid en la Asamblea critica el discurso de la presidenta regional del pasado viernes
Dec¨ªa la presidenta de la Comunidad de Madrid el pasado viernes durante la celebraci¨®n del acto por el aniversario de la Constituci¨®n en la Real Casa de Correos, que hab¨ªa que leerla m¨¢s en la escuela. ?En la escuela? Teniendo en cuenta que la vida de 26 millones de espa?oles podr¨ªa estar en peligro tal vez ser¨ªa prioritario que se leyera m¨¢s en los cuarteles del Ej¨¦rcito del Aire. Pero Ayuso hab¨ªa optado por la v¨ªa del surrealismo pol¨ªtico, desplegando una densa cortina de humo para eludir hablar de la verborrea golpista de algunos exmilitares, del deterioro de las instituciones p¨²blicas madr...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
Dec¨ªa la presidenta de la Comunidad de Madrid el pasado viernes durante la celebraci¨®n del acto por el aniversario de la Constituci¨®n en la Real Casa de Correos, que hab¨ªa que leerla m¨¢s en la escuela. ?En la escuela? Teniendo en cuenta que la vida de 26 millones de espa?oles podr¨ªa estar en peligro tal vez ser¨ªa prioritario que se leyera m¨¢s en los cuarteles del Ej¨¦rcito del Aire. Pero Ayuso hab¨ªa optado por la v¨ªa del surrealismo pol¨ªtico, desplegando una densa cortina de humo para eludir hablar de la verborrea golpista de algunos exmilitares, del deterioro de las instituciones p¨²blicas madrile?as o de la utilizaci¨®n de la presidencia del gobierno de la Comunidad de Madrid durante la pandemia como un instrumento de agitaci¨®n al servicio de G¨¦nova.
Ayuso continu¨® leyendo su argumentaci¨®n para terminar afirmando, en un escorzo discursivo digno de elogio, que la Constituci¨®n Espa?ola defiende los centros concertados y por tanto est¨¢ en contra de la nueva Ley de Educaci¨®n. Los presentes contuvimos la respiraci¨®n un instante esperando un desenlace m¨¢s conciliador teniendo en cuenta que se trataba de un acto institucional, pero el calor de los focos y el asentimiento c¨®mplice de los consejeros y cargos de confianza hicieron el resto. Ayuso estaba plet¨®rica, hab¨ªa arrancado motores y ya nada ni nadie podr¨ªa pararla.
La ma?ana nos iba a deparar nuevos descubrimientos. Aprendimos que probablemente fuera cosa de la ¡°herencia de la Transici¨®n¡± por lo que Ayuso se niega a que los millonarios paguen el impuesto de sucesiones. La presidenta nos aclar¨® que la Comunidad de Madrid est¨¢ del lado de la Constituci¨®n, lo cual supuso un gran alivio teniendo en cuenta que su gobierno se sostiene con los votos de un partido que considera que en 1936 no hubo un golpe militar sino un alzamiento nacional. Al otro lado de la Constituci¨®n estar¨ªa el Gobierno de Espa?a, el terrorismo internacional, Am¨¦rica Latina, la mitad de los medios de comunicaci¨®n, las organizaciones sindicales, las feministas, el ecologismo¡ aproximadamente nos quedamos fuera de la lista negra Faulkner, Dostoievski y un servidor. Creo que Ayuso no me vio entrar.
Ayuso habl¨® de ¡°los espa?oles razonables¡±, que, parad¨®jicamente, coinciden con los que le votan a ella. La moderaci¨®n es su se?a de identidad y por ello no dudo en hacer un s¨ªmil entre los disparos de ETA que anta?o ¡°amenazaban la convivencia¡± y ¡°el disparadero¡± en el que los actuales enemigos de Espa?a hab¨ªan puesto la libertad. El discurso llegaba a su cl¨ªmax. La mitolog¨ªa conservadora sobre la Constituci¨®n puede obviar que ocho diputados de Alianza Popular (ahora PP) no votaran a favor del texto constitucional, pero nunca dejar¨¢ pasar la oportunidad de convertir su visi¨®n de Espa?a en un proyectil contra la otra mitad. La presidenta quiso rematar la faena: ¡°El proceso separatista en Catalunya ha sido un ¨¦xito¡±. A Almeida le dio un vuelco el coraz¨®n. Por suerte solo fue un lapsus. ¡°Ha sido un ¨¦xodo¡±, corrigi¨®. Un final a la altura Isabel D¨ªaz Ayuso, el ¨²ltimo personaje de Jos¨¦ Luis Cuerda.
Pablo G¨®mez Perpiny¨¤ es portavoz de M¨¢s Madrid en la Asamblea.