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Madrid ha visto mermada su fabulosa oferta de salas en directo, pero los m¨²sicos callejeros, adaptados a los tiempos de pandemia, siempre han estado ah¨ª
Tuvo que llegar a casa y consultar Internet para saber qu¨¦ tipo de droga le hab¨ªa dado ese chico como reconocimiento por alegrarle en la calle la existencia con su m¨²sica. Comprob¨® que era una especie de MDMA o ¡°algo as¨ª¡±. Le pareci¨® gracioso, m¨¢s cuando ella no consume. No supo decirle que no. Tampoco a ese otro que le regal¨® preservativos, ni a esa otra que le dio joyas, ni aqu¨¦llos y aqu¨¦llas que le obsequiaron con cerveza, o ropa, o entradas de festivales... De cuando hab¨ªa festivales, claro. Grex recuerda con una sonrisa todo lo que le han regalado por tocar en la calle. ¡°Conoces gente de...
Tuvo que llegar a casa y consultar Internet para saber qu¨¦ tipo de droga le hab¨ªa dado ese chico como reconocimiento por alegrarle en la calle la existencia con su m¨²sica. Comprob¨® que era una especie de MDMA o ¡°algo as¨ª¡±. Le pareci¨® gracioso, m¨¢s cuando ella no consume. No supo decirle que no. Tampoco a ese otro que le regal¨® preservativos, ni a esa otra que le dio joyas, ni aqu¨¦llos y aqu¨¦llas que le obsequiaron con cerveza, o ropa, o entradas de festivales... De cuando hab¨ªa festivales, claro. Grex recuerda con una sonrisa todo lo que le han regalado por tocar en la calle. ¡°Conoces gente de todo tipo y eso, sin duda, es lo m¨¢s positivo¡±, asegura. ¡°Te da toda la vida¡±.
Grex es uno de los cientos de m¨²sicos callejeros de Madrid. M¨²sicos que en el ¨²ltimo a?o han cobrado m¨¢s importancia si cabe en un curso marcado por adolecer de muchos conciertos. Aunque desde el verano hasta hoy han ido proliferando ciclos de actuaciones dispares, la capital se ha visto mermada de su fabulosa oferta de m¨²sica en directo. Sin embargo, los m¨²sicos callejeros siempre han estado ah¨ª. De hecho, siguen estando ah¨ª, supeditados por unos permisos especiales a causa del coronavirus que les obligan, entre otras cosas, a guardar la distancia de 1,5 metros o no pasar la gorra para evitar la cercan¨ªa f¨ªsica. Esto ¨²ltimo ha llevado a muchos a aceptar tambi¨¦n dinero digital, bien sea por un dep¨®sito por Bizum o por transferencia bancaria. En el nuevo paisaje de los artistas callejeros, por tanto, las notificaciones de m¨®vil sustituyen cada vez m¨¢s al sonido de las monedas al caer.
Es una ma?ana de martes y Grex est¨¢ tocando en la plaza de Callao. Es su lugar favorito junto a Sol y Gran V¨ªa. Como ella, todos los m¨²sicos callejeros acuden a los distintos emplazamientos habilitados por el Ayuntamiento para tocar durante una hora. Hay distintas zonas y horarios de ma?ana y tarde. Quien llega primero toca y tiene 60 minutos para hacerlo. Si otro m¨²sico espera, est¨¢ obligado a cederle el turno. Y, si nadie espera, el que est¨¢ puede quedarse otra hora m¨¢s. ¡°Siempre hay respeto¡±, afirma esta joven cantante y compositora de 25 a?os. ¡°Se trata de tener suerte para hallar hueco donde m¨¢s te interesa¡±. Seg¨²n datos de la Junta Municipal de Centro de Madrid, tan solo en el distrito central hay 399 m¨²sicos autorizados.
Grex es el nombre art¨ªstico de Greta Borszewski. El apellido le viene del abuelo, de origen polaco. Naci¨® en Buenos Aires, pero a los seis a?os se vino con su madre y sus hermanas a Madrid por culpa de la crisis del corralito argentino. Estudi¨® para t¨¦cnico de sonido y ejerci¨® como tal, pero todo cambi¨® cuando se fue a Londres en 2016. ¡°Siempre am¨¦ la m¨²sica¡±, cuenta. ¡°Y siempre me llevo la guitarra conmigo¡±. Una guitarra que aprendi¨® a tocar a los 12 a?os de forma autodidacta, ¡°a trav¨¦s de v¨ªdeos de YouTube¡±. Un d¨ªa paseaba con ella por Camden Town cuando un m¨²sico callejero, ¡°repleto de rastas¡±, la invit¨® a tocar con ¨¦l. Se llamaba Nick Davis y desde ese d¨ªa fue su mentor. Nick era busker. Y Grex decidi¨® que tambi¨¦n lo ser¨ªa. De cuatro meses que iba a pasar en Londres, acab¨® m¨¢s de dos a?os ejerciendo de m¨²sica callejera. Y se hizo rastas en el pelo.
Los buskers son los artistas callejeros que pueblan ciudades de Europa desde hace d¨¦cadas. Herederos de los viejos juglares, son aut¨¦nticos entretenedores urbanos que ling¨¹¨ªsticamente tienen su origen en espect¨¢culos as¨ª llamados desde mediados del siglo XIX en Reino Unido, una de las mayores cunas de estos m¨²sicos junto a Italia y Francia. A diferencia de lo que piensan las mentes m¨¢s obtusas, no son mendigos pidiendo limosnas, sino artistas con verdadera vocaci¨®n por lo que hacen. ¡°Hay mucha filosof¨ªa detr¨¢s de un busker¡±, comenta Grex. ¡°Somos gente que amamos la m¨²sica. Siempre digo que no pedimos dinero. Lo que hacemos son conciertos gratuitos que luego la gente te agradece de la forma que quiere y nosotros decidimos aceptar¡±.
Detr¨¢s de este pensamiento n¨®mada y alternativo, hay una forma real de ganarse la vida con el fin de ser independientes y vivir experiencias recorriendo calles y rincones de todo tipo. Los m¨¢s veteranos ense?an a los m¨¢s j¨®venes c¨®mo manejarse, incluso hay festivales europeos donde se citan y, tal y como cuenta Grex, existe un grupo de WhatsApp con 62 m¨²sicos madrile?os, del que ella forma parte y donde comparten informaci¨®n y se ayudan. ¡°Soy mi propia jefa. Y reconozco que me flipa el camino que estoy haciendo¡±, se?ala Grex, que en 2020 ten¨ªa pensado recorrer Europa con un amigo para ir tocando en distintas ciudades, pero la pandemia se lo impidi¨®. Al menos, el pasado verano pudo actuar, fuera de Madrid, por Portugal, Catalu?a y la Comunidad Valenciana.
Con esa curiosa mezcla de sus pasiones musicales como Mumford and Sons, Beatles, Blink-182 y Bob Marley, Grex, que tiene sus canciones colgadas en las plataformas de streaming y tambi¨¦n suele actuar en el B¨²ho Real y otros garitos de micr¨®fono abierto, sigue tocando de pie en plaza de Callao, actuando para todos y para nadie a la vez. A veces, parece invisible. Y otras, en cambio, la gran estrella musical del momento, con alg¨²n curioso grab¨¢ndola con el m¨®vil, otros cuantos aplaudiendo y los m¨¢s generosos obsequi¨¢ndola con dinero o cualquier otra cosa. A saber. Ella sonr¨ªe, afina su guitarra y mira el cielo, esperando que no llueva porque, entonces, eso s¨ª que ser¨ªa malo, peor que el fr¨ªo que est¨¢ pasando. Lo ser¨ªa porque no podr¨ªa seguir tocando. ¡°Y la calle siempre mola m¨¢s con m¨²sica¡±, dice.