El laberinto madrile?o
Madrid se ha convertido en la capital del desasosiego, todos saben que nada ser¨¢ igual a partir del 4 de mayo
Giro sin saber d¨®nde est¨¢ el final, aparecen dos pasadizos, me pierdo en una zona sin salida. Vuelta atr¨¢s, se confunden dos curvas blancas, intuyo una escalera. Me mareo entre dos salas cil¨ªndricas, se avistan torres al fondo y ventanas que dan al mar. Un hombre coge l¨¢piz, papel y cartab¨®n para intentar descifrar el itinerario. Se retuerce en su propio escritorio. Otros pasean desesperados sin hablar con nadie desliz¨¢ndose por el suelo damero. Alguien llora sangre en una esquina, alguien escala hacia el cielo, alguien esp¨ªa tras la puerta. Se desaf¨ªan con las miradas.
Me dejo llevar p...
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Giro sin saber d¨®nde est¨¢ el final, aparecen dos pasadizos, me pierdo en una zona sin salida. Vuelta atr¨¢s, se confunden dos curvas blancas, intuyo una escalera. Me mareo entre dos salas cil¨ªndricas, se avistan torres al fondo y ventanas que dan al mar. Un hombre coge l¨¢piz, papel y cartab¨®n para intentar descifrar el itinerario. Se retuerce en su propio escritorio. Otros pasean desesperados sin hablar con nadie desliz¨¢ndose por el suelo damero. Alguien llora sangre en una esquina, alguien escala hacia el cielo, alguien esp¨ªa tras la puerta. Se desaf¨ªan con las miradas.
Me dejo llevar por ese v¨¦rtigo del desequilibrio que domina El arte como laberinto. La retrospectiva dedicada a Guillermo P¨¦rez Villalta es el Madrid de hoy. Desasosiego, zigzag, con destino al 4 de mayo. Esa mara?a que se levanta entre cuadros y esculturas en el n¨²mero 31 de la calle Alcal¨¢, hoy con su anterior jefa cesada por la tormenta pol¨ªtica que se endurece d¨ªas tras d¨ªa. Eso s¨ª, Isabel D¨ªaz Ayuso expuls¨® a Marta Rivera de la Cruz alab¨¢ndola y haci¨¦ndole una OPA. Ya lo dice ?scar Alonso Molina, el comisario de la exposici¨®n: son tiempos de incertidumbre, de compleja realidad, de confusi¨®n, ni el arte nos puede dar respuestas consoladoras.
Madrid est¨¢ patas arriba. En el aire ya se respira esa precampa?a con aires trumpistas que ha empezado a desplegar la presidenta. Socialismo o libertad, comunismo o libertad¡ Pero al PP se le ha olvidado la libertad de morir dignamente con su voto en contra a la ley de eutanasia. Todo va a ser ¡®Madriz¡¯ durante estos meses para disfrute medi¨¢tico y empacho del resto de Espa?a. Y es que en estos d¨ªas nos faltaban muchas cosas por ver. La que ha armado el aleteo de la mariposa murciana.
??Pablo Iglesias deja el Gobierno?! ??Se va a competir contra Ayuso?! ??Perd¨®n?! ??C¨®mo?! Estas elecciones no las va a olvidar nadie, bienvenidos a la polarizaci¨®n. Se lanza a la Asamblea el vicepresidente, pero por el momento no le ha salido el abrazo del oso y se ha quedado sin el madro?o de M¨¢s Madrid. La historia de la izquierda bajo las siete estrellas nunca defrauda, ni en tiempos de pandemia. ?Se pueden asimilar m¨¢s noticias? ?Esperen! Paren las rotativas, que Ciudadanos arde. Adi¨®s a Ignacio Aguado, el hombre que dec¨ªa de todo sobre Ayuso y que al minuto contestaba que gobernar¨ªa otra vez con ella. El ¡®arrimadismo¡¯ mira a Vallecas bajo el nombre de Edmundo Bal.
Todos saben que lo que pase en unas semanas en Madrid cambiar¨¢ la vida de todos. Est¨¢n construyendo algo que nadie sabe qu¨¦ ser¨¢, presente trepidante camino de futuro. Con este mareo subo ahora las escaleras de madera del n¨²mero 44 de la calle Barquillo. ¡°Desde mi memoria¡±, de Miguel ?ngel Campano, se extiende para m¨¢s confusi¨®n por las paredes Intuyo de lejos el pelo rojo de Juana de Aizpuru, por la puerta entreabierta de su despacho en la galer¨ªa. Da calma, ella sigue ah¨ª. Un poco m¨¢s de arte, por favor, en sus programas electorales.