Monse?or, pres¨¦ntese
El obispo de Alcal¨¢ acusa a los representantes de 14,55 millones de espa?oles de convertir Espa?a en un ¡°campo de exterminio¡±
El obispo de Alcal¨¢, Juan Antonio Reig Pla, conocido por haber vinculado la homosexualidad a la pederastia, por haber propuesto una gu¨ªa para curarla ¡ªla homosexualidad, claro¡ª y dar misa con bandera preconstitucional al fondo, reclama la atenci¨®n con una carta en la que acusa a ...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
El obispo de Alcal¨¢, Juan Antonio Reig Pla, conocido por haber vinculado la homosexualidad a la pederastia, por haber propuesto una gu¨ªa para curarla ¡ªla homosexualidad, claro¡ª y dar misa con bandera preconstitucional al fondo, reclama la atenci¨®n con una carta en la que acusa a los partidos que han aprobado la ley de eutanasia de convertir Espa?a ¡°en un campo de exterminio¡±. No los cita por sus siglas, sino como ¡°las fuerzas pol¨ªticas partidarias de la relativizaci¨®n cultural, moral y religiosa¡±, y son todas salvo el PP y Vox. Dicho de otro modo, la acusaci¨®n se dirige a los representantes elegidos en las urnas por 14,55 millones de espa?oles.
Dice el se?or Reig Pla que, ¡°desde la llamada Transici¨®n y con una Constituci¨®n llena de ambig¨¹edades¡± ¡ªde ah¨ª, quiz¨¢, que no le hiciera feos a la bandera previa a su aprobaci¨®n¡ª, Espa?a ha sufrido ¡°un tsunami de leyes¡±, que, ¡°enarbolando siempre la bandera de la libertad¡± ¡ªmucho mejor la de la dictadura¡ª, han destruido el ¡°patrimonio cultural y espiritual¡± del pa¨ªs. La eutanasia, a?ade, es ¡°la puntilla final¡± a una serie de ¡°normas permisivas¡± ¡ªesto con Franco no pasaba¡ª, como la del divorcio, el aborto, el matrimonio gay o ¡°el repudio¡± que llevan a una ¡°estructura de pecado¡± ¡ªderechitos al infierno¡ª.
De todo esto son culpables, seg¨²n el obispo, am¨¦n de casi todas las fuerzas pol¨ªticas presentes en el Parlamento, los ¡°lobbies financieros y sus terminales eutan¨¢sicas¡±; ¡°un Tribunal Constitucional atrapado por el positivismo jur¨ªdico¡±; el ¡°laicismo militante¡± y todos, en fin, los que se han dejado ¡°anestesiar¡± por ¡°los medios de comunicaci¨®n que han conseguido atravesar el alma y la mente de muchos espa?oles¡± ¡ªno va a caber un alfiler ah¨ª abajo¡ª.
Los ¡°nuevos amos¡±, tambi¨¦n conocidos como ¡°los b¨¢rbaros¡±, es decir, los de los votos ¡ªen urna, no de castidad¡ª han quedado, seg¨²n Reig Pla, ¡°ilegitimados¡± para cuidar y proteger. Porque ¡°no contentos con esas leyes¡±, prosigue, ¡°han provocado una educaci¨®n sexual al margen del amor¡±, imponiendo la ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡± ¡ª?les suena?¡ª con ¡°ingenier¨ªa social¡± ¡ªtodos esos trucos de la democracia, v¨¦ase, la educaci¨®n p¨²blica¡ª.
¡°Resulta una iron¨ªa amarga¡±, concluye, ¡°que en este tiempo de pandemia, en vez de cuidar exquisitamente de las necesidades sanitarias y laborales, desde el Gobierno se produzca este asalto a la dignidad de la vida humana y se sea indiferente ante el sufrimiento de tantas personas¡±.
No creo que el obispo sepa mucho del amor. Tampoco del sufrimiento, especialmente del que padecen las personas a las que va dirigida la ley de eutanasia y que es ¡°grave, incurable, imposibilitante e intolerable¡±. S¨ª est¨¢ claro que el se?or Reig Pla tiene un programa muy definido. Incluso promete milagros, como todos los pol¨ªticos. En su caso, recuperar la virginidad en cinco pasos. Que se presente a las elecciones. Hace m¨¢s de 40 a?os, monse?or, que las leyes se hacen en el Parlamento y por los representantes de la soberan¨ªa nacional. En ning¨²n otro sitio y por ninguna otra parroquia.