El comit¨¦ ¡®zombie¡¯ que no vel¨® por la ¨¦tica animal en Vivotecnia
El laboratorio madrile?o investigado por maltrato animal incumpl¨ªa con los controles internos que exige la legislaci¨®n
El laboratorio de experimentaci¨®n animal Vivotecnia carec¨ªa de un comit¨¦ ¨¦tico operativo, seg¨²n fuentes con conocimiento directo de sus trabajos. Los cuidadores y t¨¦cnicos que manejaban a los animales desconoc¨ªan la existencia de este ¨®rgano exigido por las leyes contra los abusos, asegura Carlos Contreras, abogado de la ONG brit¨¢nica Cruelty Free International (CFI), en estrecho contacto con la persona que grab¨® ...
El laboratorio de experimentaci¨®n animal Vivotecnia carec¨ªa de un comit¨¦ ¨¦tico operativo, seg¨²n fuentes con conocimiento directo de sus trabajos. Los cuidadores y t¨¦cnicos que manejaban a los animales desconoc¨ªan la existencia de este ¨®rgano exigido por las leyes contra los abusos, asegura Carlos Contreras, abogado de la ONG brit¨¢nica Cruelty Free International (CFI), en estrecho contacto con la persona que grab¨® las im¨¢genes de maltrato que conmocionaron a la opini¨®n p¨²blica el pasado abril. Otras dos personas que saben por experiencia personal c¨®mo funcionaba la empresa madrile?a refrendan esta acusaci¨®n. Vivotecnia s¨ª ten¨ªa un comit¨¦ sobre el papel, en la documentaci¨®n que envi¨® a la Comunidad de Madrid, pero no en la pr¨¢ctica.
Estas fuentes jam¨¢s escucharon al director general, Andr¨¦s K?nig, pedir respeto a los animales. Y a falta de un comit¨¦ ¨¦tico al que dirigirse en esa empresa de 177 empleados, al menos dos personas se quejaron directamente a sus superiores por el trato vejatorio que sufr¨ªan en los procesos de investigaci¨®n tanto ratones, como cerdos, monos o perros. De nada sirvi¨®. Sin embargo, K?nig les impon¨ªa un ritmo de trabajo fren¨¦tico para poder recibir m¨¢s encargos.
Estas acusaciones refuerzan la idea de que esta empresa madrile?a ten¨ªa una cultura de trabajo irrespetuosa con los animales, frente a quienes sostienen que la ONG edit¨® un v¨ªdeo efectista que carece de rigor.
Vivotecnia, que tiene como principal negocio los encargos de la industria farmac¨¦utica para hacer experimentos en animales, est¨¢ siendo investigada por un juzgado de Colmenar Viejo despu¨¦s de que un v¨ªdeo de casi nueve minutos publicado en abril por CFI mostrara pr¨¢cticas de crueldad animal grabadas entre 2018 y 2020 por una t¨¦cnico de laboratorio que permanece en el anonimato m¨¢s absoluto.
Cient¨ªficos que investigan con animales explican que buena parte del control en los laboratorios recae sobre los comit¨¦s de ¨¦tica, porque se hacen pocas inspecciones en Espa?a por parte de las comunidades aut¨®nomas, competentes en esta materia. Los comit¨¦s internos son clave para controlar y vigilar cuestiones c¨®mo limitar el n¨²mero de animales que se usan a los estrictamente necesarios, el manejo del dolor, el alojamiento o la eutanasia. La mayor¨ªa de expertos asegura que el v¨ªdeo de Vivotecnia no refleja la realidad del sector, pero a?ade que las autoridades podr¨ªan hacer mucho m¨¢s para evitar casos similares.
La Comunidad de Madrid informa de que cuenta con cinco veterinarios inspectores en la Direcci¨®n General de Agricultura. Su tarea, sin embargo, es ingente porque, adem¨¢s de vigilar los 19 animalarios de los laboratorios, tienen a su cargo 50 centros de protecci¨®n de animales dom¨¦sticos y 4.800 explotaciones ganaderas de animales de producci¨®n. Literalmente no dan abasto.
Los inspectores de bienestar animal de las administraciones en Espa?a y muchos pa¨ªses europeos tienen una cartera de trabajo muy amplia, desde granjas a laboratorios, seg¨²n Javier Guill¨¦n, director de Aaalac para Europa, una asociaci¨®n internacional de buenas pr¨¢cticas ¨¦ticas. ¡°Esto limita su capacidad por mucho que hagan un esfuerzo ¨ªmprobo¡±, insiste Guill¨¦n. Reino Unido, por ejemplo, tiene inspectores dedicados exclusivamente a la supervisi¨®n de los animalarios de laboratorios.
Seg¨²n la Comunidad de Madrid, Vivotecnia solo ha recibido una inspecci¨®n anual, el m¨ªnimo que marca la ley. Pero seg¨²n Contreras, el abogado de CFI, en los dos a?os que se grabaron las im¨¢genes la t¨¦cnico de laboratorio solo fue testigo de una inspecci¨®n por parte del veterinario de la Comunidad de Madrid y ni siquiera fue exhaustiva. ¡°Los inspectores no entraron a los animalarios. Solo estuvieron en la sala de juntas¡±, a?ade el letrado.
Debido a las escasas visitas de la administraci¨®n, los controles internos se convierten en clave para cumplir la normativa. Hay dos etapas: la primera es el comit¨¦ ¨¦tico formado por trabajadores del propio laboratorio. Debe estar integrado al menos por el supervisor del animalario donde se alojan los animales y por un cient¨ªfico. La ley exige que ning¨²n miembro del equipo investigador supervise el proyecto en el que est¨¢ implicado.
Hay centros que por su dimensi¨®n y complejidad, como el CSIC, tienen comit¨¦s ¨¦ticos permanentes dedicados exclusivamente a esa labor. Otros m¨¢s peque?os cambian los miembros de su comit¨¦ en funci¨®n de los proyectos: si cinco trabajadores estudian un proyecto, sus compa?eros formar¨¢n el comit¨¦. Y viceversa.
La ley no especifica la periodicidad con la que deben realizar sus funciones de vigilancia. En el v¨ªdeo publicado por CFI, donde se ven vejaciones como un trabajador que pinta una cara sonriente en los genitales de un mono mientras otro sujeta al animal, nadie se preocupa por ello.
¡°La pregunta fundamental es d¨®nde estaban en Vivotecnia el comit¨¦ ¨¦tico y su encargado de bienestar animal¡±, remarca Alberto D¨ªez, portavoz de la Asociaci¨®n Nacional para la Defensa de los Animales (Anda).
Ni el due?o de la empresa, Joan Parra, ni el director general, Andr¨¦s K?nig, han querido hacer declaraciones a este peri¨®dico. ¡°Hay un proceso judicial contra m¨ª y otros trabajadores de Vivotecnia que consideramos que no han sido tratados justamente por la sociedad y la prensa y en estos momentos estamos esperando a las diferentes resoluciones de los ¨®rganos administrativos y judiciales¡±, explica K?nig por tel¨¦fono.
Lo que est¨¢ claro es que Vivotecnia s¨ª present¨® a la Comunidad de Madrid documentaci¨®n que informaba de la existencia de un comit¨¦ ¨¦tico de siete miembros, formado por el veterinario responsable del bienestar de los animales, el director del animalario, como secretario, y cinco vocales (un investigador y otros cuatro vocales no cient¨ªficos). Sin ese comit¨¦, un laboratorio no tendr¨ªa el visto bueno para iniciar una investigaci¨®n cient¨ªfica. Que luego se tomaran en serio ese trabajo tendr¨¢ que decidirlo la juez que instruye el caso.
La otra etapa de control es el examen del llamado ¡°¨®rgano habilitado¡±, otro comit¨¦ de examinadores de la ¨¦tica animal que en este caso tiene un plus de autoridad porque han sido acreditados por las administraciones regionales. Su supervisi¨®n es m¨¢s exhaustiva y consiste en evaluar el proyecto con un informe previo que remiten a las autoridades para que aprueben el experimento antes de que se ponga en marcha. En Madrid hay 22 ¨®rganos habilitados para esta tarea y uno pertenece al propio Vivotecnia. Como todo laboratorio puede elegir ¡°libremente¡±, seg¨²n la ley, el ¨®rgano que estime oportuno, eso significa que el personal de un organismo o empresa con ¨®rgano habilitado propio evaluar¨¢ el proyecto que su propia empresa va a llevar a cabo. La ¨²nica condici¨®n que existe es que la persona que hace la valoraci¨®n, no est¨¦ implicada directamente en la investigaci¨®n que se va a llevar a cabo. Al final, todo queda en casa. La Comunidad de Madrid matiza que Vivotecnia lleva siete a?os sin utilizar su propio ¨®rgano habilitado.
Por ahora K?nig y cuatro trabajadores de Vivotecnia est¨¢n siendo investigados por posible maltrato animal, un delito castigado con penas de entre tres meses y un a?o de prisi¨®n. Adem¨¢s, la empresa se enfrenta a una sanci¨®n de entre 601 y 100.000 euros, seg¨²n una portavoz de la Comunidad, que no menciona como escenario un posible cierre del centro de experimentaci¨®n animal.
El Gobierno regional cree que se han adoptado medidas cautelares suficientes para asegurar el bienestar de los animales, por eso el 1 de junio levant¨® la suspensi¨®n temporal para que la empresa iniciara nuevas actividades. Parece que Vivotecnia ya sab¨ªa que las autoridades madrile?as iban a allanarle el camino porque en mayo, poco despu¨¦s de que el esc¨¢ndalo explotase, se present¨® al concurso p¨²blico para la gesti¨®n del animalario del Hospital de Albacete. La Junta de Castilla La Mancha acaba de adjudicarle el contrato por cuatro a?os y 105.000 euros.
Lo cierto es que hay mucha incertidumbre sobre el futuro de Vivotecnia. La empresa, que en 2020 factur¨® 8,6 millones de euros, ha sufrido un fuerte da?o reputacional. Seg¨²n expertos consultados, las farmac¨¦uticas que externalizan la investigaci¨®n precl¨ªnica a estos laboratorios evitan asociar sus proyectos a centros con una imagen da?ada. Hay empresas que se han visto envueltas en casos similares y han sobrevivido, como es el caso de la alemana Laboratory of Pharmacology and Toxicology (LPT), donde tambi¨¦n grabaron im¨¢genes que en 2019 dieron la vuelta al mundo. En aquel v¨ªdeo se ve¨ªan monos torturados y perros sangrando que impactaron a la sociedad. Dos a?os despu¨¦s, LPT sigue operando, pero con un nuevo nombre: Provivo Bioscience.
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