Los seres humanos manejamos s¨ªmbolos continuamente. Todos ellos ejercen la misi¨®n de representar algo.
En los sem¨¢foros se representa a los peatones con una cabeza, un tronco y unas extremidades. ?Significa eso que tal esquema no abarque a las personas a quienes les falten una pierna o un brazo? No, solamente excluye a las personas a quienes les falte la cabeza. Por sentido com¨²n. Tampoco pretende excluir a las mujeres, a pesar de que hay quien asevera que esa figura tan b¨¢sica es masculina. Ni a los ni?os, pues otros ven ah¨ª la imagen de un adulto. En algunas ciudades, a ese s¨ªmbolo se...
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Los seres humanos manejamos s¨ªmbolos continuamente. Todos ellos ejercen la misi¨®n de representar algo.
En los sem¨¢foros se representa a los peatones con una cabeza, un tronco y unas extremidades. ?Significa eso que tal esquema no abarque a las personas a quienes les falten una pierna o un brazo? No, solamente excluye a las personas a quienes les falte la cabeza. Por sentido com¨²n. Tampoco pretende excluir a las mujeres, a pesar de que hay quien asevera que esa figura tan b¨¢sica es masculina. Ni a los ni?os, pues otros ven ah¨ª la imagen de un adulto. En algunas ciudades, a ese s¨ªmbolo se le ha a?adido una falda, ya sea en solitario o acompa?ando al dibujo anterior (lo cual s¨ª puede convertir a ¨¦ste en un var¨®n, justamente con el mismo proceso con el que se cre¨® hace miles de a?os el masculino al aparecer el femenino). Pero entonces, ?excluir¨¢n esos dibujos con falda a las mujeres que vistan pantalones?
En los aseos se ve a veces una pipa en una puerta y un zapato de tac¨®n en la otra, lo cual no significa que los varones no fumadores tengan prohibido entrar. Ni que las mujeres que lleven tacones y fumen en pipa, no solo metaf¨®ricamente, puedan pasar por las dos puertas. Tampoco se entiende que una mujer que ni fume ni vista tacones se deba quedar con las ganas.
La se?al de ¡°animales sueltos¡± muestra una vaca o un ciervo. Pero representa tambi¨¦n al caballo, al jabal¨ª, al zorro¡ Todos los s¨ªmbolos invisibilizan algo y a la vez lo contienen.
Sin embargo, algunos s¨ª son sexistas. Y esto ocurre a menudo precisamente cuando se usa una figura femenina. Por ejemplo, en los lugares que muestran el dibujo de una mujer y un beb¨¦ para se?alar d¨®nde se pueden cambiar los pa?ales; o en el transporte que reserva un asiento mediante la representaci¨®n mujer con ni?o. En este caso, curiosamente, si se colocara ah¨ª la figura del sem¨¢foro ya no se la considerar¨ªa sexista como cuando aparece... en el sem¨¢foro.
La Federaci¨®n de Municipios cuenta desde 2009 con un Manual de se?alizaci¨®n no sexista elaborado con muy buena voluntad y quiz¨¢s con alg¨²n sesgo. Porque tambi¨¦n existen sesgos igualitarios: los que aprecian discriminaci¨®n donde no la hay. Por ejemplo, en la se?al donde se ve a dos colegiales que corren de la mano: el manual recoge que la ni?a tiene un papel dependiente del var¨®n, porque ¨¦ste va delante y ella se deja llevar. Pero si ocurriera al rev¨¦s se podr¨ªa interpretar que de nuevo se coloca a la mujer en el papel de cuidadora (en este caso, de su hermano menor).
Hasta ahora en la se?al de ¡°obras¡± ve¨ªamos unas obras, no a un var¨®n con una pala. Pero la alternativa de a?adirle al dibujo coleta y falda se puede cuestionar tambi¨¦n: una obrera se pondr¨ªa pantalones, y ya bastantes hombres llevan coleta.
Sin embargo, huiremos de ridiculizar o condenar a quienes juzgan as¨ª estos s¨ªmbolos. Su visi¨®n minuciosa es ¨²til porque denuncia la desigualdad, y por eso vale la pena escucharles con mucha atenci¨®n, discrepar con respeto cuando proceda y compartir su prop¨®sito hasta el fin.
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