Un profesor de Valores ?ticos, en sus clases en un instituto de Madrid: ¡°Las verdaderas cabronas son las mujeres¡±
La Comunidad desiste de investigar a un docente que recibi¨® numerosas quejas de padres y alumnos por machista, xen¨®fobo y racista y es la causa de la p¨¦rdida de alumnos del centro
La ¨¦tica est¨¢ en entredicho en un instituto p¨²blico del centro de Madrid. En realidad, lo est¨¢ el profesor que imparte la asignatura de Valores ?ticos ¡ªadem¨¢s de la de Filosof¨ªa y la de Oratoria¡ª, que el curso pasado fue denunciado ante la inspecci¨®n educativa por un grupo de 15 familias por politizar sus clases con soflamas de partidos de extrema derecha y frases machistas, xen¨®fobas o racistas que, adem¨¢s, entraban en su temario y en los ex¨¢menes.
¡ª¡°El patriarcado es la mejor invenci¨®n del ser humano¡±, soltaba en sus clases, seg¨²n los alumnos.
¡ª¡°La izquierda promueve la idea de...
La ¨¦tica est¨¢ en entredicho en un instituto p¨²blico del centro de Madrid. En realidad, lo est¨¢ el profesor que imparte la asignatura de Valores ?ticos ¡ªadem¨¢s de la de Filosof¨ªa y la de Oratoria¡ª, que el curso pasado fue denunciado ante la inspecci¨®n educativa por un grupo de 15 familias por politizar sus clases con soflamas de partidos de extrema derecha y frases machistas, xen¨®fobas o racistas que, adem¨¢s, entraban en su temario y en los ex¨¢menes.
¡ª¡°El patriarcado es la mejor invenci¨®n del ser humano¡±, soltaba en sus clases, seg¨²n los alumnos.
¡ª¡°La izquierda promueve la idea de ser subnormal¡±, clamaba.
¡ª¡°Las verdaderas cabronas son las mujeres¡±, remataba.
La tensi¨®n entre la comunidad educativa lleg¨® hasta tal punto, que un inspector educativo celebr¨® una especie de juicio interno en el que algunos alumnos tuvieron que declarar delante del docente. Tras el par¨®n del verano, aquello no ha servido de nada. El nuevo curso empez¨® la semana pasada, cuando la Comunidad de Madrid no hab¨ªa cerrado todav¨ªa el proceso de instrucci¨®n. ?Y qu¨¦ significaba eso? Que el docente retomaba sus clases con normalidad. Dos d¨ªas despu¨¦s de que este peri¨®dico preguntara a la Consejer¨ªa de Educaci¨®n por el tema, se emiti¨® un veredicto: ¡°Se ha sobrese¨ªdo el caso porque no ha sido posible verificar las acusaciones¡±. La consecuencia m¨¢s inmediata de todo este embrollo se cuantifica ya en las aulas: una gran parte de los alumnos ha huido. Desbandada general. El centro, que ten¨ªa tres l¨ªneas de bachillerato, solo ha abierto dos grupos este a?o.
Sebasti¨¢n y Ricardo Serrano son dos mellizos de 15 a?os que este curso empiezan primero de Bachillerato en el Instituto Cardenal Cisneros. Lo hacen a su pesar porque les gustaba el que fue el suyo durante cuatro a?os, el Santa Teresa de Jes¨²s, un centro peque?o de 400 estudiantes situado junto al Senado, en el coraz¨®n de Madrid. All¨ª ten¨ªan a sus amigos, un ambiente familiar y un expediente acad¨¦mico que han cultivado plagado de sobresalientes. Menos en Valores ?ticos. Por eso han preferido empezar de cero en otro sitio, para huir de Antonio S¨¢nchez, que este a?o les hubiera impartido Filosof¨ªa. ¡°Otro a?o igual, no. Prefiero irme. Las notas ahora son importantes para la EvAU¡±, lamenta Sebasti¨¢n.
Otro a?o igual, no. Prefiero irme del centro. Las notas ahora son importantes para la EvAUSebasti¨¢n Serrano, exalumno del centro
Junto a ellos se han ido otros alumnos brillantes como ?scar Dom¨ªnguez, que en principio eligi¨® el Santa Teresa de Jes¨²s porque pod¨ªa seguir la rama tecnol¨®gica. ¡°Est¨¢n todos desperdigados¡±, lamenta ahora su padre, Roberto Dom¨ªnguez. Iago Herrero tambi¨¦n se ha largado, espantado por las clases de Valores, la ¨²nica asignatura que suspend¨ªa porque no segu¨ªa los dictados de un profesor al que los padres califican de ¡°narcisista¡±, ¡°intimidador¡± o ¡°agresivo¡±. Al menos 30 alumnos han seguido sus pasos, aunque algunos se fueron para estudiar un grado de Formaci¨®n Profesional.
Los temas de la discordia tocaban todos los palos. El feminismo, la transexualidad, el mal del comunismo y una obsesi¨®n reiterada con el exl¨ªder de Podemos Pablo Iglesias, la ministra de Igualdad, Irene Montero, o la exvicepresidenta Carmen Calvo. Sebasti¨¢n y Ricardo recuerdan, por ejemplo, un debate que empez¨® con aparente normalidad.
Debates en clase
Nada m¨¢s empezar una clase, S¨¢nchez lanz¨® una pregunta: ?Qu¨¦ representaba el mal y el bien en la Revoluci¨®n Francesa? Los alumnos empezaron a elucubrar. El profesor dirig¨ªa la clase con maestr¨ªa. ¡°Tiene una forma de hablar que capta la atenci¨®n de todos¡±, dicen. Algunos alumnos, de hecho, le defienden o ensalzan. Le consideran como una especie de h¨¦roe, un profesor al m¨¢s puro estilo del Club de los poetas muertos, irreverente, mordaz, sagaz. El docente cambia la pregunta inicial a lo largo de la clase, acopl¨¢ndola a otros contextos pol¨ªticos o sociales, hasta que llega a la actualidad. ¡°?Y ahora? ?Qui¨¦nes representan a los buenos y qui¨¦nes a los malos?¡±, les apremia. Ning¨²n alumno responde correctamente. Y entonces ¨¦l comienza su discurso que culmina con su frase: ¡°Los hombres est¨¢n oprimidos por el feminismo, las mujeres van de buenas, pero no, adem¨¢s luego se discriminan entre ellas¡±.
Y se acab¨® el debate. ¡°Si le rebat¨ªas no te hac¨ªa ni caso, levantaba el tono de voz, gritaba m¨¢s alto y dec¨ªa que no dij¨¦ramos chorradas¡±, dicen los mellizos.
El docente, cuentan varios de los chicos, parec¨ªa obsesionado. En otra clase, debati¨® sobre el mito de la manzana de las Hesp¨¦rides y de c¨®mo empez¨® la guerra de Troya: ¡°Como demuestran los mitos griegos, las verdaderas cabronas son las mujeres¡¯'. Aunque ten¨ªa perlas para todo. Despreciaba lo relacionado con la transexualidad, por ejemplo. Un d¨ªa, recuerdan, insult¨® a los noruegos por haber legalizado el cambio de g¨¦nero: ¡°Son unos gilipollas (...), pueden levantarse un d¨ªa y ser helic¨®pteros, incluso una puta tostadora (...). Solo es verdaderamente transexual aquella persona que nace hermafrodita¡±. Y culminaba con otro diagn¨®stico sobre la homosexualidad: los gais son gais porque en cualquier trabajo acaban siendo favorecidos.
Otras afirmaciones les dejaban anonadados. ¡°En Inglaterra aplican el castigo f¨ªsico con los alumnos, les empiezan a pegar a los seis a?os y luego lo convierten en rutina y de mayores lo buscan, como ocurre en el Pa¨ªs Vasco. A los ingleses les pone que les peguen y les va el sadomasoquismo, se les abusa sexualmente y les gusta¡±. Tambi¨¦n les explic¨® que el profesor franc¨¦s que muri¨® degollado hace un a?o por un joven checheno se estaba ¡°descojonando¡± de Mahoma o que los musulmanes y los jud¨ªos no comen cerdo para fastidiar al pueblo.
Los alumnos recopilaron en sus apuntes un sin fin de citas textuales y algunos padres siguieron las clases online de sus hijos. Comenzaron as¨ª a elaborar un amplio dosier con informaci¨®n, mientras el progenitor de una alumna, que es polit¨®logo, les daba clases paralelamente a un grupo de unos 20 alumnos en el parque para darles nociones b¨¢sicas para aprobar la asignatura.
En una de las clases virtuales, el profesor colg¨® dos v¨ªdeos para ¡°los curiosos e inquietos¡± de una youtuber considerada pr¨®xima a los ideales de Vox, Paloma P¨¢jaro (que defiende que ¡°el franquismo es una derecha tradicional¡±), o recomend¨® la lectura del ¡°mejor escritor del mundo, que es Gustavo Bueno [patrono de la Fundaci¨®n para la Defensa de la Naci¨®n Espa?ola (Denaes) junto con Santiago Abascal]¡±.
Los padres denunciantes, hartos, hablaron con la exdirectora del centro, que les asegur¨® que todo estaba sacado de contexto y que S¨¢nchez intentaba promover el debate en clase. Ante la insistencia de los alumnos, abri¨® un expediente, aunque por el contenido de una clase concreta que acab¨® con menores llorando en su despacho.
El docente tiene derecho a estar presente, pero debe prevalecer el derecho del menor a no ser coaccionado y a declarar en libertadFuentes de la inspecci¨®n educativa
Los progenitores elevaron su queja a la direcci¨®n de ¨¢rea territorial del centro. Por eso se celebr¨® ante un inspector aquella especie de juicio el pasado junio en el que los chicos tuvieron que declarar con el profesor delante. Uno de ellos sufri¨® una crisis de ansiedad al salir del aula. ¡°El docente tiene derecho a estar presente, pero debe prevalecer el derecho del menor a no ser coaccionado y a declarar en libertad¡±, explican fuentes de la inspecci¨®n educativa. No se cumpli¨®.
Ricardo, uno de los chicos que declar¨®, confirma lo inc¨®modos que se sintieron: ¡°?l no paraba de resoplar cuando habl¨¢bamos. Todo el rato. Fue muy, muy tenso¡±.
Sea como fuere, un portavoz de la Comunidad de Madrid asegur¨® el mi¨¦rcoles pasado que ¡°la instrucci¨®n segu¨ªa abierta a la espera de la resoluci¨®n¡±. S¨¢nchez se ha negado a contestar las preguntas de este peri¨®dico, aunque adelant¨® a trav¨¦s de un correo electr¨®nico ese mismo mi¨¦rcoles que el expediente hab¨ªa sido ¡°sobrese¨ªdo y archivado al no encontrarse el menor asomo de falta por mi parte¡±. No era lo que dec¨ªa la Administraci¨®n. Dos d¨ªas despu¨¦s, sin embargo, se dio carpetazo al tema. Los padres creen que alguien en el Gobierno le protege. Y que lo prueba que ¨¦l supiera que se iba a sobreseer su caso antes que la consejer¨ªa.
Denuncia a los padres
S¨¢nchez a?adi¨® en su correo que ha denunciado a varios de los padres por acoso y violaci¨®n de la intimidad y le pidi¨® a este peri¨®dico que no publicara nada del caso, porque ¡°no hay motivo para generar ning¨²n esc¨¢ndalo¡±. La nueva directora, Almudena Borreguero, tambi¨¦n ha preferido mantenerse al margen, ¡°ya que hay un proceso judicial abierto¡±, dijo, y solo ha respondido a EL PA?S a trav¨¦s de un correo para ¡°instar¡± a este peri¨®dico a que ¡°la imagen del centro, y la de todos los que trabajamos con esfuerzo, ilusi¨®n y un gran compromiso con la educaci¨®n p¨²blica, no se vea da?ada¡±.
Sebasti¨¢n, Ricardo y los dem¨¢s chicos que se animaron a denunciar lamentan que no se les escuche ni dentro, ni fuera del centro, sobre algo que consideran ¡°muy serio¡±. Los mellizos recitan de memoria una frase que tienen grabada a fuego, de cuando el profesor les acus¨® en clase a gritos de haberle traicionado: ¡°Mi objetivo no es que se¨¢is buenas o malas personas. Me la trae floja si sois asesinos, delincuentes o psic¨®patas. Vengo aqu¨ª a predicar la verdad. A m¨ª me importa si os sab¨¦is definiciones, no lo que vay¨¢is diciendo por WhatsApp sobre m¨ª, me importa una mierda y este a?o yo me voy a dedicar a dos cosas: a corromper a los j¨®venes y a no creer en los dioses¡±. La ¨¦tica, sobre la mesa.
Llueve sobre mojado: m¨¢s quejas en el pasado
La exalumna Sara Serrano asegura que llueve sobre mojado. Hace cinco a?os se quej¨® al jefe de estudios de entonces porque el profesor sac¨® a debate un experimento sociol¨®gico sobre la excitaci¨®n sexual de hombres y mujeres. Los autores de aquel estudio llegaron a la conclusi¨®n de que la correspondencia entre cuerpo y mente en cuesti¨®n de sexo era muy superior en los hombres (hasta tres veces m¨¢s). Los cient¨ªficos atribuyeron ese resultado a cuestiones metodol¨®gicas, culturales o puramente fisiol¨®gicas. Sin embargo, S¨¢nchez expuso su propia teor¨ªa: ¡°Dijo que esa era la prueba de que aunque una mujer diga que no, no significa no de verdad¡±, dice la estudiante de Psicolog¨ªa.
Sara recuerda que tambi¨¦n se quej¨® porque en otra clase el docente hablaba sobre las civilizaciones y las fiestas de los seres humanos a lo largo de la historia. Explic¨® que hab¨ªa determinados momentos que serv¨ªan para desinhibirse en todos los sentidos, beber, bailar, incluso para correr ante un toro. ¡°Y entonces puso el ejemplo de los Sanfermines¡ ¡®Si las mujeres saben eso¡¯, nos solt¨®, ¡®?con qu¨¦ intenci¨®n van?¡±.
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