Al pan, pan y a divertirse, al Hormiguero
Pretender ver una entrevista period¨ªstica en el programa de Pablo Motos es como ir al estanco con una receta m¨¦dica
Pretender ver una entrevista period¨ªstica en El hormiguero es como ir al s¨²per a por libros o al estanco con una receta m¨¦dica. Y, al contrario que en el s¨²per, donde se vende como pavo lo que ¡°contiene un 60% de pavo¡± y hay que mirar con lupa para descartar el aceite de palma, el programa s¨ª est¨¢ correctamente etiquetado, no enga?a a nadie. Arranca cada noche con una frase clara, inequ¨ªvoca: ¡°Hoy viene a divertirse al Hormiguero...¡±. Es decir, el entrevistado no va a rendir cuentas, a responder preguntas inc¨®modas...
Pretender ver una entrevista period¨ªstica en El hormiguero es como ir al s¨²per a por libros o al estanco con una receta m¨¦dica. Y, al contrario que en el s¨²per, donde se vende como pavo lo que ¡°contiene un 60% de pavo¡± y hay que mirar con lupa para descartar el aceite de palma, el programa s¨ª est¨¢ correctamente etiquetado, no enga?a a nadie. Arranca cada noche con una frase clara, inequ¨ªvoca: ¡°Hoy viene a divertirse al Hormiguero...¡±. Es decir, el entrevistado no va a rendir cuentas, a responder preguntas inc¨®modas, pertinentes, va a pas¨¢rselo bien.
Esa es la gran diferencia entre la informaci¨®n y el entretenimiento, y linchar a Pablo Motos por no ser periodista incisivo ser¨ªa como zarandear al estanquero por mal farmac¨¦utico. Si quedara alguna duda de lo (poco) que les preocupa la pureza del g¨¦nero cabe recordar que en un momento del programa se cede la batuta de la entrevista a dos marionetas muy monas con forma de hormiga.
La primera en saber que no iban a incomodarla es Isabel D¨ªaz Ayuso, quien, en septiembre de 2014 ¡ªcomo record¨® el tuitero ?lvaro en diferido¡ª, en la misma cuenta de Twitter donde este mi¨¦rcoles agradeci¨® el buen rato que pas¨® el martes en el programa, escribi¨®: ¡°Qu¨¦ grandes los socialistas. Llenan el p¨²blico de El hormiguero de afiliados del PSM y todos a aplaudir y besuquear al jefe en el descanso¡±. El invitado aquel d¨ªa era Pedro S¨¢nchez, al que Motos pregunt¨®, por ejemplo: ¡°?Por qu¨¦ eres pol¨ªtico en un momento en que los pol¨ªticos caen mal?¡± ¡ª¡±pensando en la gente¡±, contest¨® ¨¦l¡ª y ¡°?est¨¢s hasta las narices del apodo de Pedro El Guapo o aguantas un poquito?¡± ¡ª¡±porque no te han visto a ti¡±, replic¨® el l¨ªder socialista¡ª.
Otra cosa es que los pol¨ªticos intenten entretenernos durante su jornada laboral, en las horas de gestionar o dar explicaciones en el Parlamento. Y en esto, Ayuso y su escudero son maestros de la distracci¨®n, grandes ilusionistas. La oposici¨®n, adem¨¢s, pica a menudo en ese anzuelo, lo que ha convertido la estrategia en un ¨¦xito. Basta que la presidenta madrile?a pronuncie una frase desafortunada ¡ª ¡°un d¨ªa os vais de vacaciones y cuando volv¨¦is le dan vuestra casa a los okupas¡±¡ª, absurda ¡ª¡±Madrid es Espa?a dentro de Espa?a. ?Madrid qu¨¦ es, si no es Espa?a? No es de nadie porque es de todos¡±¡ª o chistosa ¡ª¡±en Madrid puedes cambiar de pareja y no volver a encontr¨¢rtelo nunca m¨¢s¡±¡ª para que corran r¨ªos de tinta sobre la an¨¦cdota y quede aparcada la categor¨ªa. Mientras se aplaude la ¡°frescura¡±, el ¡°desparpajo¡± de Ayuso o se ridiculiza y se repite hasta la saciedad la frase en cuesti¨®n, no se habla lo suficiente, por ejemplo, de listas de espera para consultas o intervenciones m¨¦dicas.
Si esta semana, en lugar de ante las hormigas, Ayuso se hubiera sentado ante un periodista de informaci¨®n, que no puro entretenimento, probablemente habr¨ªa tenido que responder por las m¨¢s de 100.000 vacunas de coronavirus que han caducado en Madrid despu¨¦s de que su presidenta insistiera en que el Gobierno central no enviaba dosis suficientes. Pero en esas entrevistas se deja ver menos. Mejor ir a divertirse a El hormiguero o a casa de Bert¨ªn.
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