La antigua ¡®sansevieria¡¯
Esta planta, de procedencia africana, es muy socorrida para crecer en lugares con iluminaciones m¨¢s bajas
¡°Si todo falla, cultiva una Sansevieria¡±. As¨ª comienza el apartado dedicado a este g¨¦nero vegetal de un libro cl¨¢sico de plantas de interior, publicado en el Reino Unido el siglo pasado. Y no es para menos, porque es una de las plantas m¨¢s fiables que podemos encontrar en una florister¨ªa. Su llegada al interior de nuestras casas no es tan antiguo como ha ocurrido con otras plantas, pero lleg¨® para quedarse. Adem¨¢s, normalmente en los rincones de menor iluminaci¨®n, como veremos.
La ciencia bot¨¢nica reclasific¨® su nombre hace unos pocos a?os, y ha dejado de llamarse ...
¡°Si todo falla, cultiva una Sansevieria¡±. As¨ª comienza el apartado dedicado a este g¨¦nero vegetal de un libro cl¨¢sico de plantas de interior, publicado en el Reino Unido el siglo pasado. Y no es para menos, porque es una de las plantas m¨¢s fiables que podemos encontrar en una florister¨ªa. Su llegada al interior de nuestras casas no es tan antiguo como ha ocurrido con otras plantas, pero lleg¨® para quedarse. Adem¨¢s, normalmente en los rincones de menor iluminaci¨®n, como veremos.
La ciencia bot¨¢nica reclasific¨® su nombre hace unos pocos a?os, y ha dejado de llamarse Sansevieria para quedar encuadrada dentro de otro g¨¦nero de plantas extenso y muy famoso: Dracaena. Su procedencia es africana, de las regiones tropicales de este continente, como Nigeria o la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo. Como curiosidad, su antiguo nombre derivaba de una personalidad del siglo XVIII, Raimondo di Sangro, pr¨ªncipe de San Severo, en Italia. As¨ª que algo de savia azul a¨²n mantiene la planta.
La m¨¢s notoria y cultivada es la Dracaena trifasciata Laurentii, m¨¢s conocida por sus nombres populares, aunque alguno peyorativo, de rabo de tigre, lengua de suegra o espada de San Jorge. Todos hacen alusi¨®n a sus hojas estrechas y afiladas, que no pinchudas. Al contrario de lo que puede sugerir su anatom¨ªa, no tiene nada de peligroso para nuestro cuerpo. Mercedes Garc¨ªa Bravo, apasionada de las plantas crasas y fundadora de Desert City, un vivero especializado en xeropaisajismo, comenta magistralmente algunos detalles de cultivo de estas plantas: ¡°Son ideales para el recibidor de la casa, al ser muy facilonas y poco exigentes¡±.
En efecto, all¨¢ donde otras especies no podr¨ªan vegetar, este grupo de dr¨¢cenas son muy socorridas para crecer en lugares con iluminaciones m¨¢s bajas. No se trata tampoco de hacerlas crecer en espacios en penumbra, pero son capaces de vivir con una menor cantidad de luz. Si comprobamos que las nuevas hojas que desarrolla en nuestro hogar son m¨¢s estrechas y larguiruchas que las que tra¨ªa del vivero, y que se acaban doblando, nos indicar¨¢ que necesita una mayor exposici¨®n a la luz. Garc¨ªa Bravo detalla que son unas plantas que pueden estar felices con la cuarta parte de intensidad lum¨ªnica que un cactus, siendo estos un ejemplo de una necesidad alta de rayos solares.
Pocas atenciones
Las dr¨¢cenas crasas son perfectas para aquellas personas olvidadizas con el riego. Es m¨¢s, si lo descuidamos, es muy probable que vivan mejor. Es imprescindible que solo las reguemos cuando el sustrato se haya secado por completo, para lo que Mercedes nos da un truco de experta: ¡°Si cogemos un palillo largo de madera y lo clavamos hasta el fondo del sustrato, veremos si es necesario regar¡±. Si sale completamente limpio y seco, ser¨¢ el momento de hidratar a nuestra compa?era. Si, por el contrario, sale manchado de sustrato h¨²medo, esperaremos. Esto es importante, ya que es habitual que veamos la superficie de la maceta completamente seca, pero en el fondo de la misma se encuentre todav¨ªa mojada. De all¨ª la planta a¨²n puede extraer el agua que necesita para realizar su metabolismo.
Una curiosidad de su cultivo, que es fundamental conocer, es que se trata de una planta que entra en un letargo anual en los meses m¨¢s c¨¢lidos. Entre los meses de junio hasta el comienzo de septiembre es vital que se las deje reposar, suprimiendo todo riego. Cuando los d¨ªas comiencen a acortar, retornar¨¢ la actividad a la planta, formando nuevas hojas. Es entonces cuando debemos ayudar a este nuevo desarrollo con un abonado pobre en nitr¨®geno, pero rico en potasio, lo que ayudar¨¢ a que forme unos tejidos fuertes y sanos.
¡°No podemos olvidarnos de suministrarles calcio, un elemento esencial para estas plantas¡±, puntualiza Mercedes. Tampoco necesita de macetas muy holgadas, y vive feliz cuando sus ra¨ªces crecen apretadas. De cuando en cuando nos puede sorprender con una vara de inflorescencias blanquecinas, con un suave perfume, al igual que ocurre con una prima hermana suya, el tronco de Brasil (Dracaena fragans).
Con numerosas especies y variedades, con formas y colores diferentes, ser¨¢ dif¨ªcil que no encontremos alguna que nos robe el coraz¨®n y que queramos mantener en casa. Una planta antigua que mantiene su vigencia, en la sombra.
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