Villar del Olmo, el pueblo que una noche al a?o apaga el alumbrado p¨²blico y se transforma en un pasaje del terror
Los vecinos preparan durante un mes un recorrido entre ocho escenarios con un tema diferente en cada edici¨®n
En el patio del colegio p¨²blico de Villar del Olmo, un municipio de unos 1.800 habitantes al este de la Comunidad de Madrid, las ramas de ¨¢rboles est¨¢n cubiertas con telara?as enredadas por todos lados. En vez de retirar los hilos blancos, Carmen Mart¨ªn, de 29 a?os, y sus amigas enganchan algunos m¨¢s en los columpios y en la estructura met¨¢lica del pozo que hay en un costado del recinto. Quieren dejar todo listo para este s¨¢bado. Esa noche, como todos los a?os, en este pueblo se apagar¨¢ el alumbrado p¨²blico a las ocho de la tarde, cuando en las localidades de alrededor apenas se acabe de encen...
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En el patio del colegio p¨²blico de Villar del Olmo, un municipio de unos 1.800 habitantes al este de la Comunidad de Madrid, las ramas de ¨¢rboles est¨¢n cubiertas con telara?as enredadas por todos lados. En vez de retirar los hilos blancos, Carmen Mart¨ªn, de 29 a?os, y sus amigas enganchan algunos m¨¢s en los columpios y en la estructura met¨¢lica del pozo que hay en un costado del recinto. Quieren dejar todo listo para este s¨¢bado. Esa noche, como todos los a?os, en este pueblo se apagar¨¢ el alumbrado p¨²blico a las ocho de la tarde, cuando en las localidades de alrededor apenas se acabe de encender. En la penumbra, los vecinos se repartir¨¢n por todas las calles. Llevar¨¢n m¨¢scaras, disfraces y mucho maquillaje para dar paso a la funci¨®n que llevan preparando m¨¢s de un mes: un pasaje del terror que recorre el pueblo entero, con ocho escenarios bajo un tema que cambia en cada edici¨®n. Por octava vez, Villar del Olmo se prepara estos d¨ªas para la Noche de las ?nimas, un espect¨¢culo que comienza en la Plaza Mayor del pueblo y que pretende asustar a las 2.500 personas que prev¨¦n que acudir¨¢ hasta este lugar a 50 kil¨®metros al este de la capital para pasar una velada de miedo.
Un grupo de personas, sentadas en la entrada a la piscina del pueblo, enrollan s¨¢banas, jers¨¦is viejos y trozos de tela con cinta adhesiva de color marr¨®n. Son los retales que los vecinos han donado para confeccionar el paisaje de este a?o. Los voluntarios construyen con ellos ra¨ªces que se enrevesan en las paredes del recorrido. Trabajan al lado de mu?ecos colgados con las extremidades retorcidas en ¨¢ngulos imposibles. La velada est¨¢ ambientada en lo que los organizadores han llamado Dimensi¨®n Infernal, que recuerda a la escenograf¨ªa de la ¨²ltima temporada de la serie de Netflix Stranger Things. ¡°Al final colaboran todos¡±, cuenta Nines Moratilla, una vecina de 57 a?os que suele hacer de gu¨ªa durante la velada.
El c¨¦sped de la piscina, donde descansa un mu?eco desollado, ha sido ocupado por las vallas y andamios, tambi¨¦n cedidos por los villare?os, que cercan uno de los escenarios por el que pasar¨¢n pelotones de 300 personas. ¡°Para llevar a cabo esto se necesitan cuatro gu¨ªas por grupo, unos 100 actores, los montadores y los encargados de los efectos especiales¡±, detalla Moratilla. En la representaci¨®n participan m¨¢s de 200 vecinos, que organizan la velada y la rotaci¨®n de los visitantes por los ocho escenarios.
Los villare?os reconocen que la decoraci¨®n que ya ha sido colocada, a plena luz del d¨ªa, no da mucho miedo. El coordinador del evento, Mariano Rivera, explica que ¡°con la oscuridad de la noche, los efectos de luz y la m¨²sica cambia la cosa¡±. El pueblo tiene un sistema de megafon¨ªa en todas las calles, que usan durante esta velada para reproducir una banda sonora l¨²gubre. Nines Moratilla detalla que, a pesar de la espectacularidad del evento, reciclan mucho material entre edici¨®n y edici¨®n y nadie es profesional. ¡°Un a?o pusimos macarrones por el suelo para que las pisadas de los viandantes crujieran, pero ellos no sab¨ªan lo que era¡±, recuerda la vecina. Este a?o van a esparcir hojas secas por todo el recorrido. Los efectos especiales de luces y sonido son tarea de Francisco Blanco, un vecino aficionado a pinchar como DJ que tiene conocimientos b¨¢sicos del sector.
La hija y la sobrina de Nines Moratilla colaboran en el evento como actrices. ¡°Se maquillan ellas solas con tutoriales de Youtube¡±, explica la mujer. Carmen Mart¨ªn, su hija, cuenta que lo complicado de ser actriz en los escenarios es aguantarse la risa al asustar a la gente: ¡°A veces tengo que esconderme para poder re¨ªr a gusto, es muy divertido¡±, asegura. A los vecinos les cuesta recordar exactamente c¨®mo surgi¨® la idea de hacer esta velada, pero concuerdan en que fue cosa de tres j¨®venes del pueblo, Cristina, Miguel ?ngel y Laura, que decidieron organizar una actividad similar para unos ni?os y luego se les ocurri¨® repetirlo en una versi¨®n de terror el 31 de octubre de 2013.
La velada, que les cuesta en torno a los 6.000 euros, se financia gracias al Ayuntamiento, que adelanta el presupuesto para preparar todo. Las entradas para asistir al evento ascienden a cuatro euros y se venden en el n¨²mero 4 de la Calle Mayor del pueblo. La recaudaci¨®n les permite devolver el dinero al concejo y conseguir financiaci¨®n para el a?o siguiente, aunque llevan dos a?os de par¨®n por la pandemia. El aforo m¨¢ximo es de 3.000 personas, as¨ª que los organizadores establecen un aparcamiento disuasorio para no colapsar el pueblo. All¨ª acuden tambi¨¦n agentes de la Guardia Civil y una ambulancia por si hay alguna incidencia. ¡°Hemos tenido problemas con algunas personas que vienen solo para reventarte el espect¨¢culo y hay que echarlos¡±, explica Moratilla. ¡°La ambulancia est¨¢ por si alguien se tuerce un tobillo, algunos de los escenarios est¨¢n en las afueras del pueblo y hay que caminar entre la vegetaci¨®n para recorrerlos¡±.
La primera reuni¨®n para preparar la velada, que dura unas tres horas, fue el 25 de septiembre. Los vecinos llevan un mes invirtiendo su tiempo libre, despu¨¦s de trabajar, en hacer todo lo necesario para crear un pasaje del terror ¡°m¨¢s chulo que el de un parque de atracciones¡±, presumen. De hecho, la organizaci¨®n no recomienda que participen ni?os menores de 12 a?os. A pesar de que conocen todos los sustos y a los que asustan, incluso los gu¨ªas pasan miedo: ¡°Una vez le dije a un hombre disfrazado que hasta que no me dijera qui¨¦n era no iba a pasar, por el miedo que me daba. Al final result¨® que era Miguel, el novio de mi sobrina¡±, se r¨ªe Moratilla.
¨D?Y todo ese esfuerzo merece la pena?
¨DEl aplauso que nos dan las 2.500 personas del p¨²blico todos los a?os es la mejor recompensa.
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