Los m¨¦dicos de Madrid se van a casa tras 36 horas de encierro en la Consejer¨ªa de Sanidad y con un sentimiento de maltrato
La Comunidad de Madrid hab¨ªa impedido el paso de comida y medicamentos y tampoco hab¨ªa mandado a un interlocutor para seguir con las negocaciones
Se acab¨® el tiempo de encierro de los m¨¦dicos en la Consejer¨ªa de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Tras 36 horas metidos en una sala, los nueve miembros del comit¨¦ de huelga de atenci¨®n primaria han decidido irse para casa sobre las diez de la noche de este viernes, asumiendo que la intenci¨®n de la Administraci¨®n no es la de dialogar con ellos. ¡°Esta sala ha servido para evidenciar c¨®mo una Administraci¨®n ...
Se acab¨® el tiempo de encierro de los m¨¦dicos en la Consejer¨ªa de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Tras 36 horas metidos en una sala, los nueve miembros del comit¨¦ de huelga de atenci¨®n primaria han decidido irse para casa sobre las diez de la noche de este viernes, asumiendo que la intenci¨®n de la Administraci¨®n no es la de dialogar con ellos. ¡°Esta sala ha servido para evidenciar c¨®mo una Administraci¨®n no quiere llegar a acuerdos, c¨®mo una Administraci¨®n quiere maltratar a sus profesionales y c¨®mo no quiere aportar soluciones para sus pacientes¡±, han anunciado los nueve representantes de los doctores que continuaban encerrados. Ha sido el preludio de un fracaso, el de una negociaci¨®n que no se ha producido, el de la constataci¨®n de que las posturas est¨¢n tan alejadas, que ni con nueve personas pasando hambre y fr¨ªo mientras ped¨ªan interlocutores con los que dialogar, mientras dorm¨ªan en suelo, casi sin comida y sin mantas para todos, se ha producido un m¨ªnimo acercamiento. ¡°Hace unos d¨ªas la excusa era que quer¨ªamos prolongar este conflicto¡±, ha explicado ?ngela Hern¨¢ndez, secretaria general de Amyts en un v¨ªdeo. All¨ª, dispuestos a estar en la mesa el tiempo que hiciera falta, no ha llegado nadie.
¡°Nos quedamos el jueves a partir de las 11.00 para tratar de solucionarlo, para que aqu¨ª viniera alguien que realmente apostara por la Atenci¨®n Primaria y por los m¨¦dicos de familia y los pediatras de la Comunidad de Madrid. Hace un ratito, la directora general de recursos humanos, Raquel Sampedro, se ha ido y se ha cruzado con uno de los miembros del comit¨¦ de huelga y ni siquiera se ha dignado a saludarle¡±, ha lamentado. Los nueve se van a casa cabizbajos pensando que hay ¡°muchas cosas que cambiar¡± pero que nadie quiere hacerlo en realidad. Y con la sensaci¨®n de que se topan una y otra vez contra un muro.
Por eso mismo, los nueve miembros del comit¨¦ han decidido escenificar el adi¨®s ante una c¨¢mara, mirando fijamente en un plano medio, mientras Hern¨¢ndez anunciaba que se acababa el encierro y sin querer se le cortaba la voz al o¨ªr los gritos de apoyo que se escuchaban de sus compa?eros a escasos metros, desde la calle.
¡°Ha sido absolutamente ejemplar. Nos han pedido que bajemos, que dejemos de torturarnos porque la huelga sigue, la huelga contin¨²a, y va a seguir habiendo actos. Y yo creo que la consejer¨ªa debe entender que con los m¨¦dicos se pueden hacer muchas cosas. Y contra los m¨¦dicos muy pocas¡±, ha insistido la secretaria general de Amyts, al borde de las l¨¢grimas. ¡°Nos vamos con el coraz¨®n partido. Porque tenemos una mezcla entre dejar de dormir en el suelo y comer la comida de la m¨¢quina que nos ofrecen, y dejar de estar en una situaci¨®n que, creemos ahora mismo, tras analizarla, no nos lleva a ning¨²n sitio. Y nos emocionan los gritos y las peticiones de los m¨¦dicos que nos est¨¢n esperando abajo y que nos han dicho que hemos hecho mucho m¨¢s de lo que ellos esperaban. Espero que esta uni¨®n se mantenga y que acabe configurando un nuevo espacio de unidad para m¨¦dicos y facultativos y que de una vez podamos negociar nuestras condiciones. Que no tengan raz¨®n aquellos que nos dec¨ªan que nos acabar¨ªan viendo en alpargatas porque todos los colores han abrazado ese discurso, y los m¨¦dicos por fin hemos despertado¡±.
La decisi¨®n de abandonar ha sido complicada. Pero la situaci¨®n ha llegado al l¨ªmite cuando la Comunidad de Madrid ha dado la orden de que no les dejaran entrar comida. Es cierto que ten¨ªan a su disposici¨®n una m¨¢quina de vending, pero no era el ¨²nico escollo, porque necesitaban medicinas para un enfermo de diabetes tipo dos, y la Consejer¨ªa no ha cedido ni con eso ni con las mantas que necesitaban para dormir en el suelo. La noche anterior la pasaron con cuatro que consiguieron colar a trav¨¦s del balc¨®n, pero dorm¨ªan nueve personas. Una de ellas no ha conseguido pegar ojo, otros a duras penas, y la situaci¨®n cada vez era m¨¢s lamentable conforme pasaba el tiempo, sobre todo cuando han empezado a entender que el Gobierno de Isabel D¨ªaz Ayuso no estaba dispuesto a ceder en la negociaci¨®n y a mandar a un interlocutor que ellos consideraran v¨¢lido, como pod¨ªa ser un representante de la consejer¨ªa de Hacienda para que certificara que los pactos a los que llegaran se podr¨ªan realizar en realidad, y no como ocurri¨® en 2020.
Al salir del edificio, los nueve miembros del comit¨¦ de huelga se han encontrado con varios polic¨ªas que les han dado la mano y decenas de m¨¦dicos que gritaban que estaban orgullosos de ellos. Ha habido l¨¢grimas, abrazos, lamentos y ¨¢nimos por lo que pueda venir a partir de ahora. Porque sab¨ªan que no hab¨ªan conseguido su objetivo, que era obligar a la Comunidad de Madrid a sentarse con ellos para llegar a un acuerdo. Pero tambi¨¦n que todav¨ªa queda guerra por delante.
La huelga no ha acabado, y sus reivindicaciones, que consideran l¨ªcitas a pesar de que piensan que la Administraci¨®n las echa por el suelo ¡°con mentiras¡±, siguen vigentes. ¡°?No sois diez [en referencia a las personas que se encerraron el primer d¨ªa], somos 5.000!¡±, gritaban los m¨¦dicos que les han recibido con v¨ªtores al salir de la Consejer¨ªa de Sanidad. ¡°?Orgullosos, de nuestro comit¨¦!¡å, continuaban vitoreando, con cierta sensaci¨®n de fracaso mientras les abrazaban y daban rienda suelta a la emoci¨®n.
¡°Gracias por estar aqu¨ª pasando fr¨ªo todos estos d¨ªas¡±, ha conseguido decir Hern¨¢ndez a duras penas a los facultativos que les recib¨ªan ante las c¨¢maras de televisi¨®n. Ella misma hab¨ªa llamado a sus hijos peque?os por la ma?ana para explicarles por qu¨¦ estaba encerrada y no estaba en casa. La noche pasaba hab¨ªa sido dura. Hab¨ªan pasado fr¨ªo y, lo que es peor, desprecios por parte del Gobierno. La directora de recursos humanos se hab¨ªa negado a atenderles, les hab¨ªa pedido que anotaran en un papel sus peticiones y luego filtr¨® a la prensa el documento, que fue objeto de burlas en redes sociales incluso por alg¨²n diputado de la Asamblea de Madrid, como Pedro Mu?oz Abrines. Se han sentido menospreciados, ninguneados y maltratados. Y lo m¨¢s triste, no han notado ninguna intenci¨®n de negociar, mientras ve¨ªan por redes sociales c¨®mo el Consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, y la propia Ayuso argumentaban que no llegan a un acuerdo porque lo que el comit¨¦ de huelga pretend¨ªa era algo que, seg¨²n su versi¨®n, no hab¨ªa ocurrido, como pedir que desapareciera el turno de tarde de los centros de salud.
¡°Resulta muy cansado desmentir todo el rato lo que dice el consejero, que adem¨¢s no ha estado en ninguna de las reuniones, y ahora Ayuso. Es falso. Nosotros no pedimos eso. Lo que llevamos tiempo pidiendo es que se refuerce el turno de tarde porque hay poblaci¨®n descubierta, es decir, que no tiene m¨¦dico asignado y eso significa que los que s¨ª est¨¢n trabajando acaban saturados con sus pacientes y con los que no tienen m¨¦dico asignado. Eso es lo que decimos, que es muy diferente a lo que ellos dicen¡±.
Los nueve vuelven a casa entre v¨ªtores y abrazos. Pero con la sensaci¨®n de que siguen en la casilla de salida.
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