Atrapados en una fiesta hasta el amanecer: ¡°Hab¨ªa gente amontonada pidi¨¦ndonos salir¡±
Un hombre se enfrenta a 15 a?os de prisi¨®n acusado de secuestro por impedir la salida de varios asistentes a una discoteca ilegal en Vallecas cuando hab¨ªa restricciones por la pandemia
En El ?ngel Exterminador, la pel¨ªcula de Luis Bu?uel, un grupo de personajes quiere abandonar la fiesta en casa de su anfitri¨®n, pero no encuentra el modo, una fuerza extra?a se lo impidehasta que el ambiente se convierte en irrespirable. Por otro lado, los soldados y los polic¨ªas no logran entrar a la mansi¨®n donde permanecen encerrados sus protagonistas. Algo parecido sucedi¨® en un pol¨ªgono industrial del distrito madrile?o de Puente de Vallecas el segundo fin de semana de marzo de 2021,...
En El ?ngel Exterminador, la pel¨ªcula de Luis Bu?uel, un grupo de personajes quiere abandonar la fiesta en casa de su anfitri¨®n, pero no encuentra el modo, una fuerza extra?a se lo impidehasta que el ambiente se convierte en irrespirable. Por otro lado, los soldados y los polic¨ªas no logran entrar a la mansi¨®n donde permanecen encerrados sus protagonistas. Algo parecido sucedi¨® en un pol¨ªgono industrial del distrito madrile?o de Puente de Vallecas el segundo fin de semana de marzo de 2021, pero no hab¨ªa una fuerza extra?a que los retuviese, sino un candado en la verja de entrada. Este jueves se ha juzgado al supuesto organizador de la fiesta, Ra¨²l G., por retener contra su voluntad a varios de los asistentes a esa discoteca. Se enfrenta a 15 a?os de prisi¨®n por tres delitos de detenci¨®n ilegal.
El fin de semana anterior a estos hechos, en Madrid se hab¨ªa alcanzado el r¨¦cord de fiestas ilegales desmanteladas en un fin de semana: 442. En esa ¨¦poca a¨²n exist¨ªan restricciones por la pandemia, pero el ingenio ya hab¨ªa emergido para saltarse las normas. Algunos se conformaban con encuentros caseros, pero a muchos otros les llegaban notificaciones avisando de encuentros clandestinos en locales de toda la ciudad. Por eso, varios dispositivos policiales estaban desplegados por la ciudad en los puntos calientes en los que pod¨ªa darse un nuevo encuentro multitudinario. Uno de esos lugares de inter¨¦s se encontraba en el pol¨ªgono industrial Cer¨¢mica, en Puente de Vallecas. Solo un mes y medio antes, los agentes ya hab¨ªa desalojado una macrofiesta en una discoteca que albergaba una de las naves. El edifico estaba rodeado por una verja y ten¨ªa un patio delantero.
¡°Ten¨ªamos sospechas de que podr¨ªa haber otra fiesta, pero no est¨¢bamos seguros porque es una zona de dif¨ªcil acceso y no se o¨ªa nada. Pero sobre las seis empezamos a ver a un tumulto de gente que sale del edificio y se acerca a la verja, que est¨¢ cerrada. Hab¨ªa gente amontonada pidi¨¦ndonos salir¡±, ha explicado en el juicio uno de los polic¨ªas que particip¨® en el operativo de aquella noche. Se producen momentos de confusi¨®n y de tensi¨®n. Algunos asistentes les explican que llevaban horas queriendo salir, pero que la condici¨®n para entrar era permanecer en el complejo hasta las seis de la ma?ana y que les hab¨ªan obligado a dejar el m¨®vil antes de entrar. Los agentes reclaman a gritos al responsable, pero como ¡°nadie se hace cargo¡±, seg¨²n ha narrado un polic¨ªa, deciden llamar a los bomberos para que destruyan el candado con una radial.
Los m¨¢s de cien asistentes hab¨ªan comenzado a llegar al lugar sobre las nueve de la noche y entre la una y las tres de la ma?ana varios decidieron que quer¨ªan marcharse, pero result¨® imposible. Muchos de ellos reconocieron que hab¨ªan aceptado las reglas impuestas de separarse de sus tel¨¦fonos y aguantar hasta el amanecer. En ese momento, estaba vigente el toque de queda que prohib¨ªa salir a la calle entre la medianoche y las seis de la ma?ana. ¡°Llev¨¢bamos un rato queriendo salir. Primero no se abr¨ªa la puerta de la discoteca y ya cuando conseguimos salir al patio, encontramos la verja cerrada¡±, ha apuntado uno de los testigos que recordaba aquella noche vagamente. Otro de ellos ha asegurado que vieron a uno de los organizadores tirar la llave del candado de la puerta exterior a una alcantarilla, que luego rescataron los bomberos.
En medio del barullo, los polic¨ªas identificaron a todos los presentes, los cuales apuntaron a tres hombres como los organizadores de la fiesta, que fueron detenidos. De ellos, ha llegado al banquillo Ra¨²l G. al cual ya le constaban notas policiales por haber sido impulsor de este tipo de encuentros ilegales en las semanas previas, ha detallado una polic¨ªa. ?l lo niega todo. ¡°Yo era el Dj. Los organizadores eran otros y yo no retuve a nadie. Solo me encargaba de la m¨²sica en la celebraci¨®n de un cumplea?os¡±, ha sostenido el acusado, quien ha aventurado que, al ser ¨¦l quien indicaba a la gente la puerta de emergencia, les pudo llevar a pensar que ¨¦l era el organizador. En la sala, los agentes encontraron tambi¨¦n varias bolsitas con estupefacientes, aunque eso no entra dentro de los hechos juzgados en este proceso.
El abogado del acusado, Iv¨¢n Olalde, ha asegurado que su cliente era ¡°un empleado m¨¢s¡±. ¡°El delito de detenci¨®n ilegal ¡ªm¨¢s conocido como secuestro¡ª es uno de los m¨¢s graves, pero la que se imputa a mi patrocinado es muy sui generis porque supuestamente se hizo en un recinto p¨²blico al aire libre en el que la gente ten¨ªa contacto con los polic¨ªas. Lo que s¨ª ha quedado demostrado es que hubo un problema con la puerta¡±, ha a?adido.
La fiscal ha mantenido su petici¨®n de pena de 15 a?os de prisi¨®n al considerar que ha quedado probado que se prohibi¨® la salida del recinto a, al menos, tres personas. No obstante, el ministerio p¨²blico ha pedido al tribunal que si no aprecia este delito, se condene al acusado a seis a?os de c¨¢rcel por tres delitos de coacciones.
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