Cesar Carlos, la ¡°escuela de estadistas¡± que cumple 75 a?os
El Colegio Mayor de Madrid celebra su aniversario como centro de referencia en la preparaci¨®n de las oposiciones m¨¢s duras del Estado
Pocos lugares concentran tantas cabezas prepar¨¢ndose simult¨¢neamente para conducir las entra?as de un Estado como el Colegio Mayor Cesar Carlos. Hasta la sede del Colegio Mayor, un s¨ªmbolo de la arquitectura modernista en Espa?a, est¨¢ dise?ada para que los futuros catedr¨¢ticos, diplom¨¢ticos, notarios, abogados del Estado y magistrados no tengan distracci¨®n alguna y ni los ascensores puedan apartar de su objetivo: aprobar las oposiciones m¨¢s duras.
Fundado en los a?os 40 para preparar al Cue...
Pocos lugares concentran tantas cabezas prepar¨¢ndose simult¨¢neamente para conducir las entra?as de un Estado como el Colegio Mayor Cesar Carlos. Hasta la sede del Colegio Mayor, un s¨ªmbolo de la arquitectura modernista en Espa?a, est¨¢ dise?ada para que los futuros catedr¨¢ticos, diplom¨¢ticos, notarios, abogados del Estado y magistrados no tengan distracci¨®n alguna y ni los ascensores puedan apartar de su objetivo: aprobar las oposiciones m¨¢s duras.
Fundado en los a?os 40 para preparar al Cuerpo superior de funcionarios del Estado, por este centro ubicado en el coraz¨®n de la Ciudad Universitaria, han pasado nombres tan ilustres como Manuel Broseta, asesinado por ETA en 1992, Fernando Garrido Falla, Francisco Murillo Ferrol, Manuel D¨ªez de Velasco o el premio Cervantes de 1985, Gonzalo Torrente Ballester. Ellos son los nombres m¨¢s destacados de un Colegio que cumple 75 a?os nutriendo al pa¨ªs de constructores del Estado, un papel especialmente significativo durante la Transici¨®n. De ¨¦l lleg¨® a decir un d¨ªa Paco Umbral ¡°soy el ¨²nico espa?ol un poco nombrado que no se form¨® en el C¨¦sar Carlos¡±.
Su majestad el Rey Felipe VI, el ministro de Universidades Joan Subirats y los 103 estudiantes que alberga en la actualidad participaron este mi¨¦rcoles en un homenaje en el jard¨ªn central donde se devel¨® una placa. Felipe VI felicit¨® a los alumnos presentes y pasado ¡°que forman parte de nuestra Administraci¨®n P¨²blica integrados en los m¨¢s diversos Cuerpos que la componen, como altos funcionarios del Estado, o bien se han consagrado a la labor investigadora y docente¡±. El Rey describi¨® el Colegio Cesar Carlos como ¡°un lugar de trabajo exigente y dedicaci¨®n orientado a un objetivo com¨²n: el servicio p¨²blico¡±.
Durante el acto, el Rey recibi¨® el Bot¨®n de Oro, un orgulloso distintivo que gusta lucir en la solapa a los alumnos que por aqu¨ª han pasado. En este caso se trat¨® de un Bot¨®n honor¨ªfico, el segundo que entrega el colegio en su historia. El primero fue para Juan Carlos I, quien al cumplirse 50 a?os de su fundaci¨®n destac¨® ¡°el esp¨ªritu liberal y de convivencia¡± de un centro semip¨²blico en el que pueden estudiar a precio reducido las mentes m¨¢s brillantes y entregadas del pa¨ªs, que a su vez deben pasar un duro proceso de selecci¨®n. El destino que les acompa?ar¨¢ los siguientes cuatro a?os son duras jornadas de estudio de no menos de ocho horas diarias, fines de semana incluidos, donde no hay vacaciones y s¨ª muchas sesiones cantando temas junto a compa?eros y preparadores. ¡°Lo llev¨¢is con orgullo en la solapa, pues representa la satisfacci¨®n del objetivo cumplido, lo mucho que compart¨ªs: esfuerzo, voluntad, fortaleza, constancia, convivencia, compa?erismo, pluralidad o respeto¡±, dijo Felipe VI al referirse al Bot¨®n de oro.
Fundado en 1945 por el SE para formar a los altos servidores de la administraci¨®n, desde su fundaci¨®n el C¨¦sar Carlos fue una ¡°isla democr¨¢tica¡± en un contexto dictatorial debido a que se rige por el r¨¦gimen de autogesti¨®n, lo que significa que todos los colegiales asumen las funciones de organizaci¨®n, control y mantenimiento necesarios, junto con una plantilla de trabajadores que integran, de manera conjunta con los colegiales, el qu¨®rum de elecci¨®n de candidatos a miembros de la Junta Rectora. Fueron llamativas en los a?os 70 algunas protestas al interior el d¨ªa que trataron de imponer un rector ajeno al centro. M¨¢s tarde, durante la transici¨®n a la democracia, el San Carlos fue conocido como ¡°escuela de estadistas¡±, debido a que de ah¨ª salieron infinidad de nombres a los puestos clave del Estado como Alberto Aza, ex Jefe de la Casa del Rey, Pio Cabanillas o Inocencio Arias, presente este mi¨¦rcoles durante el acto como alumno veterano. El centro puede presumir que hasta tres ministros procedentes del Cesar Carlos formaron parte de alg¨²n consejo de ministros de la Transici¨®n. M¨¢s recientemente, del San Carlos han salido famosas promociones de abogados del Estado como la conocida como ¡®La Gloriosa¡¯ de 1996, la promoci¨®n de la ex vicepresidenta con Mariano Rajoy, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa. De aqu¨ª salieron varios altos ejecutivos de Telef¨®nica (como el mismo marido de Santamar¨ªa), subsecretarios de varios ministerios en la ¨¦poca de Rajoy y Aznar. ¡°No hay mayor satisfacci¨®n que servir a la sociedad. Y, sirviendo a la sociedad, servir a Espa?a y a nuestros valores constitucionales¡±, se?al¨® el Rey al dirigirse a los estudiantes.
Tan destacados como los alumnos es el edificio que lo alberga, un s¨ªmbolo arquitect¨®nico de uno de los arquitectos clave en el modernismo espa?ol, Alejandro Sota. Se trata de dos peque?as torres unidas y rodeadas de vegetaci¨®n, con piscina exterior y un gimnasio en la parte superior. Sota dise?¨® un espacio en el que los alumnos no tuvieran distracciones y evit¨® ¡°los absurdos pasillos de dormitorios¡± o los ascensores, que paran en las entreplantas, donde los estudiantes pod¨ªan generar m¨¢s ruido al hablar entre ellos y distraer a sus compa?eros.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.