El asesinato de Miguel ?ngel: un robo de drogas perpetrado por un menor que acab¨® a pu?aladas
La polic¨ªa detiene a cuatro individuos, uno huido a Barcelona, por asesinar a un vecino de Villa de Vallecas en la puerta de su casa con un cuchillo que acababan de comprar
Miguel ?ngel, un vecino de 55 a?os del distrito madrile?o de Villa de Vallecas, abri¨® la noche del 22 de enero la puerta de su casa. Eran las cinco de la tarde, ya casi de noche en pleno invierno. Al otro lado, en el rellano, hab¨ªa un chico que conoc¨ªa de otras veces, hab¨ªa sido su cliente. Ambos entraron en la vivienda, le suministr¨® el producto y se formaliz¨® el pago. Una hora despu¨¦s, Miguel ?ngel muri¨® desangrado en el portal del bloque de pisos por una pu?alada en el pecho. ?...
Miguel ?ngel, un vecino de 55 a?os del distrito madrile?o de Villa de Vallecas, abri¨® la noche del 22 de enero la puerta de su casa. Eran las cinco de la tarde, ya casi de noche en pleno invierno. Al otro lado, en el rellano, hab¨ªa un chico que conoc¨ªa de otras veces, hab¨ªa sido su cliente. Ambos entraron en la vivienda, le suministr¨® el producto y se formaliz¨® el pago. Una hora despu¨¦s, Miguel ?ngel muri¨® desangrado en el portal del bloque de pisos por una pu?alada en el pecho. ?Qu¨¦ hab¨ªa sucedido en el tiempo transcurrido entre el intercambio en el interior de la casa y el asesinato?
El hombre de 55 a?os llevaba toda la vida en esa casa de la calle Enrique Garc¨ªa Alvarez de Madrid. En ella hab¨ªa vivido con sus padres y all¨ª se qued¨® cuando ambos fallecieron. Un vecino de los de siempre, muy querido en la finca. Seg¨²n pudo determinar la investigaci¨®n del Grupo V de homicidios, Miguel ?ngel vend¨ªa drogas en su casa, mayoritariamente hach¨ªs. Esa casa familiar era su lugar de operaciones, all¨ª acud¨ªan sus compradores y manejaba sus cuentas. Sin embargo, el hombre tambi¨¦n ten¨ªa sus reglas: no vend¨ªa su producto a menores de edad.
Ese domingo, el ¨²ltimo de su vida, un ni?o se present¨® en su casa. Quer¨ªa una piedra de hach¨ªs. ?l le respondi¨® que no pensaba vender droga a un menor y que se marchara. Le cerr¨® la puerta. El comprador, frustrado, acudi¨® a un amigo que ya hab¨ªa cumplido los 18 y le pidi¨® que fuera a comprar el producto por ¨¦l. Su amigo ya conoc¨ªa a Miguel ?ngel de otras ocasiones y seguro que no habr¨ªa problema, como as¨ª sucedi¨®. No solo le vendi¨® el hach¨ªs, sino que tambi¨¦n le invit¨® a pasar al interior de la casa para hacer una operaci¨®n discreta, lejos de las miradas del rellano. En esta compraventa, los ojos del comprador se fijaron en algo m¨¢s que en su camello. En un recorrido por una de las estancias se percat¨® del lugar en el que Miguel ?ngel guardaba el dinero y la droga. Y sali¨® de la casa con una idea en la cabeza.
Volvi¨® donde estaba su amigo menor de edad, le dio la piedra de droga y le propuso un plan: hacerse con un bot¨ªn mayor que esa peque?a cantidad. Le plante¨® robar a ese hombre la droga y el dinero que almacenaba en su casa, lo que se conoce como un vuelco. En su cabeza, nada pod¨ªa salir mal, era un plan sencillo. Miguel ?ngel ten¨ªa 55 a?os y ellos eran j¨®venes y ¨¢giles. Ser¨ªa coser y cantar: entrar, coger todo lo que pudieran y salir. Adem¨¢s, pidieron refuerzos: se reunieron con otros dos menores para que los apoyaran en el asalto.
Sin pens¨¢rselo mucho, decidieron que lo har¨ªan en ese mismo momento. Acudieron a un comercio de la zona, como recogen las c¨¢maras de seguridad, compraron un cuchillo de grandes dimensiones y determinaron que subir¨ªa a la vivienda ser¨ªa el primer chico al que Miguel ?ngel se hab¨ªa negado a vender droga. Pero esta vez no ser¨ªa su comprador, sino su atracador. De nuevo, llam¨® a la puerta, y la v¨ªctima abri¨®, tal vez pensando que iba a tener que volver a echar al chaval de su casa. Pero esta vez, el chico llevaba un cuchillo, con el que lo amenaz¨®. El hombre trat¨® de defenderse. En menos de un minuto, le clav¨® el arma en el pecho y el sali¨® huyendo para reunirse con sus compinches.
La v¨ªctima alcanz¨® a andar hasta el portal de la finca, iba ¡°sujet¨¢ndose con las dos manos el pecho¡± y, all¨ª, cay¨® desplomado. El Samur no pudo hacer nada por reanimarlo, hab¨ªa perdido demasiada sangre. En el frenes¨ª de la carrera, el agresor tir¨® el cuchillo a unos arbustos cercanos que los agentes de la polic¨ªa no tardar¨ªan en encontrar. Sus compa?eros de asalto lo estaban esperando sentados en un banco en la cercana plaza del Mercadillo. Vieron a su amigo llegar corriendo y con sangre y entendieron que el golpe hab¨ªa ido mal. Todos huyeron. No lleg¨® a robar absolutamente nada.
En mayo, el mayor de edad, de 21 a?os, fue localizado en un domicilio en la localidad barcelonesa de Els Hostalets de Baleny¨¤. Se estaba ocultando porque era consciente de que la polic¨ªa iba detr¨¢s de ¨¦l. En su expediente policial constan numerosos antecedentes por robo con fuerza, hurto, delitos contra la salud p¨²blica (venta de droga), y blanqueo. En el mes posterior, fueron detenidos los tres menores implicados en el crimen, entre ellos, el autor material de los hechos. Todos son espa?oles nacidos en Madrid. El menor acusado de asestar la pu?alada mortal a Miguel ?ngel fue enviado a un centro de menores en r¨¦gimen cerrado.
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