Cinco horas de torturas con aceite hirviendo y machetes en el seno de los Dominican Don¡¯t Play
El asesinato de Alexito en Tetu¨¢n muestra que los castigos dentro de las bandas juveniles son extremos. Un menor sufri¨® unos meses antes un secuestro como reprimenda por unas fotos
El chico de 17 a?os llega, sobre las cinco y media, a la casa de uno de los jefes de la banda juvenil violenta de los Dominican Don¡¯t Play (DDP) en un municipio de Madrid para pasar la tarde. All¨ª est¨¢ tambi¨¦n otro miembro de la organizaci¨®n. Los dos son altos dirigentes de la banda, una aspiraci¨®n para cualquier menor que quiera formar parte de ella. Los mayores, de 20 y 19 a?os, le piden al chico el m¨®vil. ?l se lo da sin problema. Ellos descubren unas fotos del menor en el que se lo ve con otros supuestos miembro...
El chico de 17 a?os llega, sobre las cinco y media, a la casa de uno de los jefes de la banda juvenil violenta de los Dominican Don¡¯t Play (DDP) en un municipio de Madrid para pasar la tarde. All¨ª est¨¢ tambi¨¦n otro miembro de la organizaci¨®n. Los dos son altos dirigentes de la banda, una aspiraci¨®n para cualquier menor que quiera formar parte de ella. Los mayores, de 20 y 19 a?os, le piden al chico el m¨®vil. ?l se lo da sin problema. Ellos descubren unas fotos del menor en el que se lo ve con otros supuestos miembros de los Trinitarios, la banda rival. Es el inicio de cinco horas de torturas con armas blancas, machetes y hasta aceite hirviendo, como castigo a la imperdonable confraternizaci¨®n con el enemigo. Todo ello descrito en una sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, que conden¨® a los cuatro agresores por el secuestro y las torturas.
En el mundo de las bandas juveniles, la crueldad con los contrarios es pr¨¢cticamente una obligaci¨®n, pero la ferocidad para castigar dentro de la propia organizaci¨®n no se queda atr¨¢s. El ¨²ltimo ejemplo es el asesinato de Alexito, ocurrido en marzo de 2023 en el distrito de Tetu¨¢n de la capital. Un crimen como resultado del enfrentamiento entre dos facciones de los Trinitarios en el que marcaron a ?lex de la Rosa, de 23 a?os, como un objetivo prioritario al que dar una lecci¨®n. En el distrito de Tetu¨¢n conviven dos coros, como llaman a los grupos en los que se dividen, que se disputan el poder: el de La Ventilla y el de Cuatro Caminos.
Su homicidio, de una pu?alada precisa que le destroz¨® el coraz¨®n, es el ¨²ltimo por ahora de la lucha entre bandas juveniles, pero no todos los castigos acaban con la muerte. En abril de 2022, otro miembro de esta banda fue apu?alado por una jaur¨ªa mientras se encontraba en un bar de ese mismo distrito y casi perdi¨® el brazo. Como en el caso de Alexito, tanto atacantes como v¨ªctima pertenec¨ªan a los Trinitarios. Cuando todo est¨¢ bien se llaman entre s¨ª hermanitos, cuando no, est¨¢s muerto.
El caso del muchacho de 17 a?os que fue retenido y torturado durante cinco horas es uno de los que rara vez se castigan judicialmente, porque rara vez llegan a ser denunciados. Muchas veces, las v¨ªctimas cambian de barrio o incluso de ciudad para escapar del peligro. Pero esta v¨ªctima sufri¨® un castigo tan severo que fue imposible ocultar el tormento que vivi¨® aquella tarde de mayo de 2022.
El chico, llevaba unos cinco meses frecuentando a los miembros de los DDP, lleg¨® a la casa sobre las seis de la tarde. Aquel d¨ªa cometi¨® un error, dejar su m¨®vil a los mayores y que estos encontraran algo que en su mundo es una alta traici¨®n. Los dos pandilleros que se encontraban en la casa avisaron a otros dos que fueron convocados para hacer turnos y aplicar entre todos el castigo acordado.
Lo orden¨® el jefe de todos, que en el mundo de las bandas se denomina el Suprema, y el resto ejecut¨®. Lo primero fueron pu?etazos y patadas, seguidos de golpes con una tabla de madera y un pu?o americano. Despu¨¦s, comenz¨® la sesi¨®n de las armas blancas. Empezaron a hacerle cortes con un machete de 60 cent¨ªmetros con filo de sierra y con un alicate. La imaginaci¨®n macabra continu¨® y tambi¨¦n lo quemaron con un cigarrillo y le derramaron aceite hirviendo por la espalda.
El grupo tambi¨¦n vej¨® y jug¨® con el componente psicol¨®gico. Los torturadores metieron a su v¨ªctima en una ba?era y le echaron agua helada e hirviendo, le introdujeron una escobilla de ba?o en la boca y sumergieron su cabeza en el inodoro. ¡°Le echaron lej¨ªa sobre las heridas y le hicieron chupar el suelo y las suelas de los zapatos¡±, reza la sentencia, por la que se conden¨® a los cuatro implicados en las torturas. Tambi¨¦n le taparon la cabeza, le dijeron que lo iban a castrar y le rozaron con el machete. ¡°Todos los acusados participaron conjunta y coordinadamente en esta agresi¨®n¡±, recoge el fallo judicial.
¡°La agresio?n descrita se prolongo? desde las seis hasta las once. Durante este tiempo, los acusados haci?an descansos y daban agua [a la v¨ªctima] para seguir luego con los golpes, llegando a provocar que aquel perdiese el conocimiento por el dolor padecido¡±, recoge el fallo judicial de julio de 2023. El menor necesit¨® tres cirug¨ªas para curar las heridas que le hab¨ªan provocado sus atacantes.
A los cuatro acusados se los conden¨® por un delito de detenci¨®n ilegal (secuestro) y lesiones y, a dos de ellos, adem¨¢s, el tribunal de la Audiencia Provincial les impuso penas m¨¢s altas porque tambi¨¦n los consider¨® miembros de una organizaci¨®n criminal. Dos de ellos fueron sentenciados a cinco a?os de prisi¨®n y a los dos integrantes probados de los Dominican Don¡¯t Play, a 10 cada uno.
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