A Samir le ordenaron limpiar sin protecci¨®n un techo para el Ayuntamiento de Pozuelo. Ahora espera plaza en el Hospital de Parapl¨¦jicos
Un limpiador que trabajaba en altura sin medidas de seguridad en la ciudad m¨¢s rica de Espa?a sufri¨® una ca¨ªda que, seg¨²n UGT y compa?eros que han hablado con EL PA?S, se produjo despu¨¦s de que el Consistorio y la contrata ignoraran sus advertencias sobre el peligro. Una jueza investiga el suceso
Los trabajadores que limpian los edificios del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarc¨®n llevan a?os jug¨¢ndose la vida. Adem¨¢s de limpiar suelos, muebles y cristales, algunos suelen caminar por techos sin ninguna sujeci¨®n para prevenir atascos en los canalones de agua, retirando ramas y hojas. Seis empleados han relatado a EL PA?S que los compa?eros que han hecho estos trabajos peligrosos cumpl¨ªan ¨®rdenes que acataban por miedo a ser despedidos. Sub¨ªan, limpiaban y, milagrosamente, no pasaba nada. Cuando les ped¨ªan ¡°hacer u...
Los trabajadores que limpian los edificios del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarc¨®n llevan a?os jug¨¢ndose la vida. Adem¨¢s de limpiar suelos, muebles y cristales, algunos suelen caminar por techos sin ninguna sujeci¨®n para prevenir atascos en los canalones de agua, retirando ramas y hojas. Seis empleados han relatado a EL PA?S que los compa?eros que han hecho estos trabajos peligrosos cumpl¨ªan ¨®rdenes que acataban por miedo a ser despedidos. Sub¨ªan, limpiaban y, milagrosamente, no pasaba nada. Cuando les ped¨ªan ¡°hacer una altura¡± sol¨ªan comentar entre ellos que ¡°un d¨ªa va a pasar una desgracia¡±. Ese d¨ªa lleg¨® el martes 15 de octubre.
La v¨ªctima se llama Samir Haj Tirari, tiene 48 a?os, y se encuentra ahora tumbado en la cama de un hospital en Majadahonda, el Puerta de Hierro, esperando el traslado al Hospital Nacional de Parapl¨¦jicos, en Toledo. No puede mover sus piernas. Tampoco puede conciliar el sue?o. Se despierta en la noche preso de la ansiedad, queriendo saber c¨®mo cay¨®. Cree que le va a explotar la cabeza de tanto pensarlo.
S¨ª se acuerda de todo lo que sucedi¨® antes. Cuenta que fich¨® antes del amanecer y, como cada d¨ªa, recibi¨® de una superior la orden con las tareas para esa jornada: a un compa?ero y a ¨¦l les tocaba limpiar los canalones del Centro de Mayores Prados de Torrej¨®n, despu¨¦s de un fin de semana tormentoso, el de la festividad de la Hispanidad.
Alrededor de las 8.30 entraron al edificio y saludaron al conserje, Moha. El centro estaba vac¨ªo. A¨²n no hab¨ªan llegado los mayores que cada ma?ana toman aqu¨ª sus clases de dibujo y pintura, taich¨ª o mindfulness. Subieron a la cubierta plana del edificio por una escalera vertical interior y Samir se puso a recoger hojas y ramas con sus manos, mientras su compa?ero baj¨® a por las escobas y recogedores. Es lo ¨²ltimo que recuerda Samir.
Dentro del edificio, Moha oy¨® un golpe seco. Pens¨® que era un mueble que se hab¨ªa ca¨ªdo. En medio de la escalera se encontr¨® el cuerpo inerte de Samir, sobre un charco de sangre. Se hab¨ªa ca¨ªdo por una claraboya de pl¨¢stico en el techo que cedi¨® con su peso.
Samir atiende a este peri¨®dico dos semanas despu¨¦s del accidente. Aquel d¨ªa fat¨ªdico fue sometido a una operaci¨®n de casi ocho horas para recomponer su columna, que se hab¨ªa partido en pedazos ¡°como un cristal¡±. Luego lo mantuvieron durante una semana entubado en la UCI porque tambi¨¦n result¨® da?ado un pulm¨®n. Poco a poco fueron descartando los peores escenarios, cuenta su esposa, Dounia el Charef. Iba a sobrevivir. Iba a mover los brazos. Lo de las piernas, sin embargo, es otra historia.
La ¨²nica responsable del Ayuntamiento que les ha visitado ha sido la t¨¦cnico municipal que se coordina con Samyl para las tareas del contrato, Isidra Esteban, encargada de la brigada de limpieza, cuenta Dounia. La alcaldesa, la popular Paloma Tejero, llam¨® a Dounia el mi¨¦rcoles 16 y tuvieron una breve conversaci¨®n: ¡°Si necesit¨¢is cualquier cosa, pasad por mi despacho¡±.
Esta ma?ana, est¨¢n presentes en la habitaci¨®n otras dos limpiadoras. Todos, incluida Dounia, trabajan para la contrata que se encarga de limpiar 61 edificios municipales de Pozuelo, Samyl, una de las grandes empresas de limpieza y mantenimiento de Espa?a. Pozuelo (de 88.784 habitantes, al oeste de la capital) es el municipio con la mayor renta de Espa?a.
Las colegas hablan junto a la cama de Samir de que un par de empleados, ambos delegados de prevenci¨®n en la empresa, se hab¨ªan opuesto a ¡°hacer alturas¡±, alegando que la empresa incumplir¨ªa la ley si les obligaba a subir sin garant¨ªas. Samir, que fue contratado en 2017 y gana 1.100 euros mensuales, no ocupa ning¨²n cargo en el comit¨¦ de empresa, un puesto votado por sus compa?eros que en cierta medida es una garant¨ªa contra despidos.
¨DTontorr¨®n, t¨² nunca te has opuesto.
¨DNo, tontorr¨®n no. T¨² sabes la presi¨®n de la empresa. Si te niegas puedes terminar en la puta calle.
El d¨ªa anterior visit¨® a Samir una pareja de polic¨ªas municipales de Pozuelo, haciendo tareas de Polic¨ªa Judicial. Le entregaron un formulario que ni ¨¦l ni su esposa entendieron muy bien. Se trata de un documento en el que se informa a Samir de que un juez ha abierto una causa penal y de que tiene derecho a personarse como v¨ªctima. La pareja no ha tenido tiempo de buscar un abogado. Lo prioritario es la salud y organizar sus vidas. Tienen un par de hijos, una ni?a de siete a?os y un ni?o de 12, que est¨¢n siendo cuidados por unos amigos. ¡°Los pobrecitos est¨¢n en shock¡±, dice Samir. ¡°No quiero que me vean as¨ª. La ni?a lo lleva mal. Pregunta d¨®nde est¨¢ pap¨¢ y el chico se pone de los nervios. Entra y a los dos minutos dice ¡®voy a dar una vuelta¡¯¡±.
La plantilla de 175 limpiadores de edificios municipales en Pozuelo lleva muchos a?os pasando de una contrata a otra. Inicialmente sus tareas eran barrer, fregar y limpiar cristales, pero conforme se renovaba la licitaci¨®n, el Ayuntamiento ha sumado otras funciones que implican peligro, como limpiar cubiertas, seg¨²n explica el presidente del comit¨¦ de empresa de Samyl en Pozuelo, Olmedo Mar¨ªn, que lleva 17 a?os en este empleo. Samir forma parte del equipo ¡°de ruta¡±, un peque?o grupo que no est¨¢ asignado a uno de los 61 edificios del contrato (colegios, polideportivos o bibliotecas).
Una de sus compa?eras en ese grupo ¡°de ruta¡±, Mar¨ªa Jes¨²s Garc¨ªa, dice que llevan subiendo a las alturas sin protecci¨®n desde hace m¨¢s de diez a?os, primero para limpiar ventanas, y desde hace cuatro para desatascar canalones. ¡°Antes, esa tarea la hac¨ªa el personal de mantenimiento del propio Ayuntamiento, pero han ido pas¨¢ndonos esos trabajos a la contrata¡±, afirma Garc¨ªa.
La ¨²ltima licitaci¨®n, que gan¨® Samyl en junio de 2023, daba hasta 75 puntos a la oferta m¨¢s econ¨®mica, seg¨²n ha comprobado EL PA?S. Los trabajadores critican que este tipo de selecci¨®n se arrastra desde anteriores adjudicaciones y ha impedido que las empresas inviertan en medios.
Hasta noviembre del a?o pasado, los trabajadores han desempe?ado las tareas en altura sin haber hecho el curso obligatorio por ley para esas funciones. Poco despu¨¦s de asumir el contrato, en junio de 2023, Samyl comunic¨® al grupo ¡°de ruta¡± que les inscribir¨ªan para recibir esta formaci¨®n de un d¨ªa (cuatro horas te¨®ricas y cuatro pr¨¢cticas). Este nuevo conocimiento les sirvi¨® para tomar conciencia y presionar a la compa?¨ªa para que les protegiera. La empresa compr¨® arneses, que est¨¢n guardados en los vestuarios. Pero de nada sirven si los techos carecen de l¨ªneas de vida, unos sistemas que permiten al trabajador conectar su cuerda o sistema de amarre para frenar en seco una posible ca¨ªda al vac¨ªo. El sindicato UGT asegura que, antes del accidentes, sus representantes hab¨ªan informado en reiteradas ocasiones, tanto al ayuntamiento como a la empresa, de que en algunos edificios del contrato los anclajes y l¨ªneas de vida estaban deteriorados y en otros, como el centro de mayores, simplemente no exist¨ªan.
De hecho, los trabajadores ya se hab¨ªan llevado un susto antes del verano: una trabajadora se subi¨® a una escalera para limpiar el canal¨®n del aula de educaci¨®n medioambiental, un edificio en mitad de un parque forestal. A cuatro metros de altura, meti¨® la mano en el conducto y dio con un avispero. Recibi¨® cinco picotazos y casi cay¨® de golpe. Samir, que la acompa?aba, presenci¨® todo esto y le puso una pomada. Luego, comunicaron lo sucedido a la empresa, que en una reuni¨®n les pidi¨® que no subieran m¨¢s a las alturas. Sin embargo, los trabajadores consultados aseguran que tras este incidente continuaron las ¨®rdenes para hacer esos trabajos peligrosos.
Investigaci¨®n penal
La investigaci¨®n del accidente de Samir corre a cargo de Laura Bueso, titular del juzgado n¨²mero dos de instrucci¨®n de Pozuelo, que ha remitido una diligencia a inspecci¨®n de trabajo para que averig¨¹e las causas. Samyl no ha contestado a varios requerimientos de EL PA?S, por correo y tel¨¦fono.
El Ayuntamiento de Tejero ha respondido por escrito que es responsabilidad de la empresa formar a los trabajadores y dotarlos de los equipos de protecci¨®n precisos, as¨ª como facilitar los elementos auxiliares de elevaci¨®n que resulten necesarios. Sin embargo, el sindicato UGT considera que la investigaci¨®n deber¨¢ determinar si empresa o Ayuntamiento son responsables.
¡°En los pliegos, las administraciones suelen delegar todas las medidas de prevenci¨®n de riesgos laborales a las empresas, pero eso no les protege si se demuestra que han incumplido la ley¡±, se?ala su secretario para la zona oeste de Madrid, Tom¨¢s Mart¨ªn. El PSOE de Pozuelo ha registrado una solicitud para obtener, entre otros, un listado con los elementos de seguridad en las cubiertas, y otro listado con las ¨®rdenes de trabajo dadas por el Ayuntamiento a la empresa en el ¨²ltimo trimestre.
El Ayuntamiento tambi¨¦n recalca que no dan ninguna orden directa a los trabajadores y que es la empresa la que organiza los planes de trabajo. Los limpiadores precisan que, aunque esto es cierto, una t¨¦cnico municipal elige los edificios y tareas a realizar, sin excluir las que entra?an peligro.
Seg¨²n el Ayuntamiento, la empresa les ha asegurado que Samir ten¨ªa orden de ir a un centro escolar y no al centro de mayores. Este extremo es denegado por Samir y por el compa?ero que le acompa?aba en el techo.
El mi¨¦rcoles 16, cuando Inspecci¨®n de Trabajo ya examinaba lo sucedido, Samyl mand¨® un comunicado a su plantilla: ¡°Queda totalmente prohibido la realizaci¨®n de trabajos en altura hasta nueva confirmaci¨®n de la empresa (sic). De realizarse alg¨²n trabajo de esta ¨ªndole sin autorizaci¨®n expresa de la empresa el trabajador ser¨¢ sancionado y evidentemente la empresa no se har¨¢ responsable de los trabajos realizados¡±.
Esa misma ma?ana, el Ayuntamiento envi¨® su petici¨®n del d¨ªa: de nuevo, a pesar de que el accidente estaba fresco, ped¨ªan ¡°hacer una altura¡±. Los trabajadores del comit¨¦ estaban reunidos de urgencia con los responsables. Seg¨²n dos de ellos, el Ayuntamiento se encontr¨® con una respuesta inusual: no. Se trataba de reparar una gotera y, aseguran, nadie en Samil la ha arreglado.
?Tiene m¨¢s informaci¨®n? Escriba al autor a fpeinado@elpais.es o fernandopeinado@protonmail.com
Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter sobre Madrid, que se publica cada martes y viernes.