Homenaje a la famosa frase de Vargas Llosa, que Luis Estrada ya utiliz¨® en La ley de Herodes, es una s¨¢tira del poder que acababa de llegar a Los Pinos (retrato de un presidente televisivo incluido) como ya hiciera con la casi eterna hegemon¨ªa del PRI, la corrupci¨®n o la lucha contra el narcotr¨¢fico (El infierno, La ley de Herodes o Un mundo maravilloso)