"Cuandollegue esta se?ora, tu enciendes la luz. Yo me pongo en la marca de la foto, ella junto a la c¨¢mara y le explico c¨®mo tiene que poner las manos. As¨ª, planas, sin cerrarlas", me dijo Schommer unos minutos antes de comenzar la sesi¨®n.
El fot¨®grafo Alberto Schommer, Medalla al M¨¦rito de las Bellas Artes 2008 y Premio Nacional de Fotograf¨ªa 2013, acaba de publicar en EL PA?S los retratos de siete candidatos a la Comunidad y al Ayuntamiento de Madrid. No oculto nada se llama la propuesta que ha hecho el artista a los pol¨ªticos madrile?os en plena campa?a electoral. Les pide que posen mostrando las palmas de sus manos. Nada m¨¢s. ¡°Es una idea que parti¨® de mi preocupaci¨®n por la enorme corrupci¨®n pol¨ªtica. Pens¨¦ en las manos, porque si alguien las muestra limpias esa persona no oculta nada. Unas manos limpias siempre son positivas¡±, explica.
Luis Garc¨ªa Montero (IU), ?ngel Gabilondo (PSOE), Manuela Carmena (Ahora Madrid), Cristina Cifuentes (PP), David Ortega (UPyD), Bego?a Villac¨ªs (Ciudadanos) y Antonio Miguel Carmona (PSOE) acudieron al estudio, pronunciaron la frase "no oculto nada" y se dejaron despu¨¦s retratar. Esperanza Aguirre (PP) fue la ¨²nica de las personas requeridas que declin¨® la invitaci¨®n.
"Con la luz alta,
las manos destacar¨¢n".
Schommer, de 86 a?os, realiz¨® siete sesiones y de cada personaje hizo 12 fotograf¨ªas. Para cada sesi¨®n, el artista recibi¨® a los invitados en su casa y utiliz¨® un antiguo comedor de su vivienda como estudio, estancia en penumbra, decorada con un papel pintado demod¨¦ cargado de tonos verdes.
El setera peque?o. Los fondos apilados contra la pared y un foco dificultaban el paso. ¡°Cuidado, no tropieces, ven por aqu¨ª¡±, dec¨ªa a los invitados. Schommer se mov¨ªa con sorprendente habilidad y precisi¨®n entre los tr¨ªpodes. La misma precisi¨®n con la que hab¨ªa concebido la foto: sobria, en blanco y negro, una sola luz alta y un fondo en el que se moldeaba un degradado. ¡°La ropa tambi¨¦n es parte de la foto: tiene que ser oscura", dec¨ªa. ¡°Con la luz alta, las manos destacar¨¢n¡±.
¡°Tienes que poner las manos as¨ª, es muy sencillo¡±. Levantaba entonces las suyas mostrando c¨®mo hacerlo. Se dirig¨ªa luego hacia la c¨¢mara mientras el invitado ocupaba su sitio. Schommer disparaba entonces una polaroid de prueba, la extra¨ªa del respaldo y la manten¨ªa entre las palmas de sus manos, proporcion¨¢ndole calor durante el revelado. Y exclamaba: ¡°Est¨¢ perfecta¡±
Anclabael respaldo de la pel¨ªcula a su c¨¢mara Hasselblad y comenzaba la sesi¨®n.
- A ver¡.
- Pon las manos.
- Junta un poco m¨¢s las manos. Mirando aqu¨ª.
- S¨²belas un poco.
- Muy bien.
- No sonr¨ªas, con cara normal.
- Baja las manos. Di ahora, no oculto nada.
- S¨²belas.
- Eso, ah¨ª est¨¢n maravillosamente.
- Mira aqu¨ª, por favor.
- Baja las manos y vuelve a levantarlas.
-Ya est¨¢. Se acab¨®, has estado fenomenal.
Cuando se marchaban, volv¨ªa el silencio, roto ¨²nicamente por el crujir de la madera bajo sus pies. Caminaba despacio a reunirse con sus maestros, sent¨¢ndose frente a una mesita baja repleta de libros: Avedon, Irving Penn, Steichen, Cartier-Bresson, Robert Frank¡
por: Gorka Lejarcegi