La ofensiva contra el ISIS se desarrolla en distintos escenarios y con m¨²ltiples actores. En Irak, Mosul es el ¨²ltimo reducto de la milicia yihadista tras meses de asedio de las fuerzas iraqu¨ªes y kurdas
El avance hacia Mosul ha seguido distintas rutas y ha propiciado la liberaci¨®n de m¨¢s de un centenar de poblaciones que hasta entonces viv¨ªan bajo el terror yihadista
Superior en n¨²mero, la coalici¨®n ha atacado las posiciones enemigas desde varios frentes a la vez, sin descanso, obligando a los yihadistas a moverse sin parar
Hace meses que fuerzas iraqu¨ªes, kurdas y milicias chi¨ªes unieron
fuerzas para arrebatar al ISIS uno de sus ¨²ltimos bastiones
En el camino hacia el frente, veh¨ªculos de las fuerzas de ¨¦lite del ej¨¦rcito iraqu¨ª se aproximan a Qaraqosh
Equipados y entrenados por EE UU, son uno de los cuerpos m¨¢s preparados de esta coalici¨®n circunstancial
Avanzan por carreteras polvorientas, castigadas por los morteros y el peso de los tanques
Los milicianos peshmergas, de etnia kurda, se dirigen a Mosul a trav¨¦s de Bashiqa, una ciudad clave en el flanco noreste
Muchos milicianos hacen el camino hacia el frente a pie, con las armas a cuestas
La humareda provocada por la quema deliberada de pozos de petr¨®leo se?ala las posiciones enemigas. El avance no ser¨¢ r¨¢pido ni f¨¢cil
Ya entrada la noche, Sangar, el conductor kurdo que nos da apoyo, acompa?a el regreso a casa con m¨²sica tradicional de su pueblo
Los choques armados entre la coalici¨®n y el ISIS se han
sucedido durante meses dejando cientos de bajas
La batalla m¨¢s cruenta se libr¨® en Bashiqa entre peshmergas y yihadistas. El 21 de octubre, comenz¨® el ataque para reconquistar el enclave con el apoyo a¨¦reo de EE UU
En v¨ªsperas de la contienda, a los soldados les cuesta conciliar el sue?o. Taman, de 26 a?os, contempla en el m¨®vil las fotos de su mujer y su hija de un a?o
Se levantan a las cinco de la ma?ana y desayunan pan con huevos duros
En los barracones donde descansan, despliegan alfombras y rezan iluminados por bombillas de bajo voltaje
Los preparativos forman parte de la escenificaci¨®n y la exhibici¨®n de poder militar
La artiller¨ªa se prepara y transporta al frente. Adem¨¢s de Kalashnikov, morteros y granadas de mano viajan con los soldados
Casco, chaleco y todo listo para partir hacia el frente de madrugada
A las seis de la ma?ana, los tanques avanzan lentamente por la carretera que lleva a Bashiqa. El camino est¨¢ lleno de explosivos caseros
(Conversaci¨®n interceptada entre miembros del ISIS)
El primer ataque del d¨ªa se lanza desde las colinas con misiles tierra
Al oeste, los soldados m¨¢s j¨®venes de las fuerzas especiales kurdas que van a entrar a pie en la batalla se preparan para combatir
El frente m¨¢s avanzado se sit¨²a en una vieja trinchera que antes usaron los yihadistas. Es el momento del combate cuerpo a cuerpo, el de los soldados que saben que se dirigen a la muerte
Desde la trinchera, los francotiradores cubren a los soldados que, entre disparos y lanzamientos de morteros del enemigo, tratan de internarse en las posiciones del ISIS
El apoyo a¨¦reo deja tambi¨¦n su rastro de columnas de humo, pero no va a ser un d¨ªa de avances
Ocultos bajo tierra, los combatientes del ISIS frenan el avance de los peshmergas, que pierden en una ma?ana m¨¢s de una docena de hombres. Entre quienes regresan a la trinchera, soldados heridos en el pie por una mina
La evacuaci¨®n es ca¨®tica. Adem¨¢s de las minas, los disparos de los francotiradores provocan m¨¢s bajas, entre ellas la de un importante comandante, Mustaf¨¢ Gulani
A media tarde termina la ofensiva. El ISIS resiste la primera embestida y los peshmergas entierran a sus combatientes. En el horizonte se ve Mosul pero no ser¨¢ f¨¢cil llegar y vencer
La defensa de Mosul est¨¢ resultando extraordinaria.
La resistencia del ISIS se basa en t¨¦cnicas de guerrilla
La primera defensa ha sido cegar al enemigo, especialmente en los ataques a¨¦reos, quemando pozos de petr¨®leo y llantas
Otra de las bazas de defensa es el uso de combatientes suicidas. En las villas que ya dan por perdidas, ISIS deja a una docena de hombres cuya misi¨®n es morir provocando el m¨¢ximo n¨²mero de bajas en el enemigo
Estos son los restos de dos suicidas que fueron alcanzados desde el aire por un helic¨®ptero
La presencia de hombres bomba es uno de los motivos por los que el avance no es m¨¢s r¨¢pido. Cada cent¨ªmetro de tierra reconquistado est¨¢ lleno de peligros. Muy pocos yihadistas son capturados vivos
Tambi¨¦n usan explosivos caseros como los que mataron a cientos de marines durante la invasi¨®n de Irak. Las rutas hacia Mosul est¨¢n sembradas de estos explosivos. Una de las asignaturas de los ni?os bajo el califato era aprender a fabricarlos
En los dos a?os que ha dominado Mosul y sus alrededores, el ISIS ha construido un intrincado sistema de t¨²neles. Los utiliza para mover civiles y armas, y durante la batalla los utilizan para moverse bajo tierra y hacer emboscadas
El ISIS detona morteros las 24 horas del d¨ªa tratando de abarcar el m¨¢ximo terreno y que su ca¨ªda no sea previsible. Los efectos de su metralla son devastadores para la poblaci¨®n civil y sus viviendas, como esta de Haj Ali
En el camino a Mosul para librar la batalla final, la coalici¨®n ha liberado m¨¢s de un centenar
de poblaciones que durante dos a?os han vivido bajo el r¨¦gimen terror¨ªfico del ISIS
Una de ellas es Bartella, de mayor¨ªa cristiana
A medida que avanzan, los soldados barren las ciudades, casa por casa, en busca de suicidas que se quedan atr¨¢s para permitir a sus compa?eros rearmarse en la retaguardia
En ciudades cristianas como Bartella o Qaraqosh, los p¨¢rrocos han vuelto a sus parroquias, pero tendr¨¢n que empezar a levantarlas desde cero
Muchas han quedado arrasadas por el pillaje y el fuego
Y sus objetos y s¨ªmbolos destruidos o gravemente deteriorados
El sonido de las campanas, silenciado durante el dominio yihadista, devuelve la actividad a las iglesias
Al llegar a estos pueblos hace dos a?os, los yihadistas reunieron a los vecinos y les pideron que se sumaran a su causa
Ouday Younes lo hizo y trabaj¨® como profesor de matem¨¢ticas para el ISIS. A los musulmanes que no compart¨ªan su extremismo les arrebataron su casa y escribieron en la fachada: ¡°Propiedad del Estado Isl¨¢mico¡±
El marido de Sahora Hassan era polic¨ªa y no quiso unirse a los combatientes yihadistas. Desde entonces no se ha vuelto a saber nada de ¨¦l
Quienes huyeron empiezan a volver a casa, que en muchos casos est¨¢ reducida a escombros
Salih Latif vive a la intemperie con su esposa y 15 hijos desde que los bombardeos destruyeran su vivienda. Con el califato o con los que vienen a liberarlo, ¨¦l ve el futuro igual de negro