El 65% de Catalu?a son bosques: c¨®mo son, d¨®nde encontrarlos y cu¨¢les son sus principales tipos de ¨¢rboles
La superficie forestal de la comunidad, cubierta en su mayor¨ªa por flora mediterr¨¢nea, ha crecido un 62% desde los a?os sesenta por el abandono del sector primario. El aumento de las temperaturas incide en la desaparici¨®n de ¨¢rboles que necesitan m¨¢s agua
El 65% del territorio catal¨¢n es superficie forestal, un espacio en continuo crecimiento por la desaparici¨®n de cultivos y pastos. Aunque alberga m¨¢s de 40 especies distinas de ¨¢rboles, la biodiversidad es cada vez menor.
En los a?os sesenta, la superficie forestal ocupaba el 40% del territorio frente al 65% actual. Este mapa muestra el crecimiento de los bosques entre 1990 y 2018, seg¨²n el Instituto Geogr¨¢fico Nacional.
El bosque mediterr¨¢neo es el mayoritario -supone el 75% del total- con pinos carrascos, encinas, pinos albares, alcornoques o quejigos. Sus ¨¢rboles, m¨¢s resistentes a la sequ¨ªa, se expanden hacia cotas m¨¢s altas.
Pero adem¨¢s del mediterr¨¢neo, hay en Catalu?a otros dos biomas: el centroeuropeo, donde crecen ¨¢rboles como las hayas y robles, y el subalpino, en Los Pirineos, que concentran las mayores poblaciones de pinos negros.
El aumento de las temperaturas ha provocado que las especies mediterr¨¢neas desplacen a otras que necesitan m¨¢s agua. As¨ª ocurre en el Montseny, donde las encinas ganan terreno a las hayas y las floraciones se han adelantado 15 d¨ªas.
Catalu?a es una tierra de bosques. Casi el 65% de su territorio es superficie forestal, sobre todo bosques mediterr¨¢neos de pinos carrascos y encinas, pero tambi¨¦n centroeuropeos, con hayedos y robledales, y paisajes subalpinos. La extensi¨®n que ocupan no deja de crecer y ha aumentado en las ¨²ltimas d¨¦cadas m¨¢s de un 60%. ¡°En los a?os cincuenta y sesenta, el bosque ocupaba el 40% de Catalu?a¡±, explica Mart¨ª Boada (Sant Celoni, 1949), ge¨®grafo y doctor en ciencias ambientales, miembro del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y uno de los expertos forestales m¨¢s reputados del mundo. Pero que haya m¨¢s ¨¢rboles no es sin¨®nimo de una mayor biodiversidad.
Los diez principales tipos de ¨¢rboles
De los 32.108km2 de extensi¨®n de Catalu?a,
16.252 km2 son superficie arbolada.
Cada ¨¢rbol
representa
100 km2
Pino Carrasco 3.461,5 km2
Encinas 1.956,9 km2
Pino Albar 1.854,4 km2
Pino Salgare?o 937,9 km2
Roble 737,6 km2
Pino Negro 718,2 km2
Alcornoque 454,8 km2
Hayedo 213,5 km2
Casta?ar
96,1 km2
Quejigo
169,5 km2
Los diez principales tipos de ¨¢rboles
De los 32.108km2 de extensi¨®n de Catalu?a,
16.252 km2 son superficie arbolada.
Cada ¨¢rbol
representa
100 km2
Pino Carrasco 3.461,5 km2
Encinas 1.956,9 km2
Pino Albar 1.854,4 km2
Pino Salgare?o 937,9 km2
Roble 737,6 km2
Pino Negro 718,2 km2
Alcornoque 454,8 km2
Hayedo 213,5 km2
Casta?ar
96,1 km2
Quejigo
169,5 km2
Los diez principales tipos de ¨¢rboles
De los 32.108km2 de extensi¨®n de Catalu?a,
16.252 km2 son superficie arbolada.
Cada ¨¢rbol representa 100 km2
Pino Carrasco 3.461,5 km2
Encinas 1.956,9 km2
Pino Albar 1.854,4 km2
Pino Salgare?o 937,9 km2
Pino Negro 718,2 km2
Roble 737,6 km2
Alcornoque 454,8 km2
Hayedo 213,5 km2
Quejigo
169,5 km2
Casta?ar
96,1 km2
Los diez principales tipos de ¨¢rboles en Catalu?a
De los 32.108km2 de extensi¨®n de Catalu?a, 16.252 km2 son superficie arbolada.
Cada ¨¢rbol representa 100 km2
Pino Carrasco 3.461,5 km2
Encinas 1.956,9 km2
Pino Albar 1.854,4 km2
Pino Salgare?o 937,9 km2
Roble 737,6 km2
Pino Negro 718,2 km2
Alcornoque 454,8 km2
Hayedo 213,5 km2
Quejigo
169,5 km2
Casta?ar
96,1 km2
El aumento de la superficie forestal es el resultado del ¡°abandono de las actividades productivas de la agricultura y la ganader¨ªa¡±, explica Boada. Porque el bosque, dice este cient¨ªfico, autor de m¨¢s de cien obras sobre el medio ambiente y socioecolog¨ªa, ¡°no est¨¢ quieto¡±. Impulsado por fuerzas biof¨ªsicas, ¡°es expansivo y din¨¢mico y se ha comido los terrenos en los que antes hab¨ªa tierras de cultivos y pastos¡±. Este cambio de uso del suelo como consecuencia del despoblamiento del campo ha dado lugar a la ¡°p¨¦rdida de ecosistemas m¨¢s abiertos y, por tanto, de la biodiversidad de estos espacios, incluso de especies muy comunes como la perdiz, la codorniz, el triguero o las alondras¡±, apunta en una videoconferencia con EL PA?S. A su vez, los bosques j¨®venes, como lo son muchos catalanes, necesitan mucho tiempo para crear ecosistemas complejos, a?ade este educador ambiental, profesor ya jubilado de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona.
No significa que Catalu?a carezca de ¨¢rboles longevos, recuerda Boada. El Parque Natural Dels Ports, donde se pueden ver algunos de los pinos salgare?os y tejos mejor conservados de la comunidad, alberga el ¨¢rbol m¨¢s viejo de Catalu?a, ¡°quiz¨¢ de toda la Pen¨ªnsula¡±, dice. Es un olivo milenario, Lo Parot, situado a unos 600 metros de Horta de Sant Joan (Tarragona). Tambi¨¦n hospeda esta tierra de bosques el hayedo de la Grevolosa (Sant Pere de Torell¨®, Barcelona), con sus hayas centenarias; el ¨¢rbol con el mayor per¨ªmetro de Espa?a, el casta?o de Can Cuc, con 12 metros de di¨¢metro (C¨¤noves, Barcelona); y la segunda encina m¨¢s grande, la de Mas Borbo (L¡¯Aleixar, Tarragona).
Pero donde el hombre ha abandonado la tierra, el bosque ha crecido de forma imparable. Refuerza esta idea Roser Maneja, directora adjunta de investigaci¨®n del Centro de Ciencia y Tecnolog¨ªa Forestal de Catalu?a (CTFC), un referente europeo en la investigaci¨®n de los bosques, que recuerda por videoconferencia que el paisaje es ¡°el resultado de la historia ambiental y social¡±. ¡°En los ¨²ltimos 50 a?os hemos ido perdiendo a esta poblaci¨®n dedicada a la agricultura y la ganader¨ªa sin la que es muy dif¨ªcil gestionar el bosque¡±, considera. Pero adem¨¢s de la p¨¦rdida de biodiversidad que supone el crecimiento de la superficie forestal, Maneja a?ade otros dos peligros: ¡°M¨¢s ¨¢rboles puede significar m¨¢s estr¨¦s h¨ªdrico en un contexto mediterr¨¢neo de cambio clim¨¢tico, pero, sobre todo, un mayor riesgo de incendios¡±.
Son precisamente los incendios forestales de sexta generaci¨®n, ¡°esos fuegos para los que no hay ni infraestructura ni capacidad humana para detenerlos, como los de California o Australia¡±, una de las ¨¢reas de investigaci¨®n de Maneja. ¡°La prevenci¨®n es la ¨²nica soluci¨®n, pero prevenir significa gestionar y obtener, a su vez, un rendimiento econ¨®mico como se hab¨ªa hecho cien a?os antes¡±, desliza la experta. Alude al concepto de ¡°bioeconom¨ªa forestal¡±, que implica ¡°situar al bosque como motor de desarrollo econ¨®mico y social y aprovechar sus recursos para la construcci¨®n, las biomasas, adem¨¢s de otros productos de mayor valor a?adido¡±.
8
BARCELONA
GIRONA
5
2
3
LLEIDA
1
4
6
7
TARRAGONA
Qu¨¦ visitar en el
bosque mediterr¨¢neo
Mar
Mediterr¨¢neo
25km
1. Encinas en el
parque de Montserrat
5. Pino carrasco en
Sierra de Casteltallat
2. Encinar del Cot
en el Montseny
6. Pino albar en Mola de
la Roquerola, en las
monta?as de Prades
3. Encinas en el Parque
Natural San Lloren?
del Munt i L¡¯Obac
7. Encina de Mas Borbo
8. Bosque de abetos
de La Mata
4. Pino carrasco en
Can Ferrer del Coll
5
1
2
GIRONA
3
4
7
LLEIDA
BARCELONA
Qu¨¦ visitar en el
bosque subalpino
y caducifolio
TARRAGONA
Mar
Mediterr¨¢neo
6
25km
1. Pino negro en el
Parque Natural
Alt Pirineu
5. Abetos y hayas en
el valle de Ar¨¢n
6. Pinos salgare?os
y tejos en el parque
natural dels Ports
2. Robledal del Parc
Nou de Olot
3. Hayedo de la
Grevolosa en Sant Pere
de Torell¨®
7. Casta?o de Can Cuc
en C¨¤noves
4. Hayas en el valle de
Santa Fe, en el parque
natural de Montseny
8
BARCELONA
GIRONA
5
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LLEIDA
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TARRAGONA
Qu¨¦ visitar en el
bosque mediterr¨¢neo
Mar
Mediterr¨¢neo
25km
1. Encinas en el
parque de Montserrat
5. Pino carrasco en
Sierra de Casteltallat
2. Encinar del Cot
en el Montseny
6. Pino albar en Mola de
la Roquerola, en las
monta?as de Prades
3. Encinas en el Parque
Natural San Lloren?
del Munt i L¡¯Obac
7. Encina de Mas Borbo
8. Bosque de abetos
de La Mata
4. Pino carrasco en
Can Ferrer del Coll
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1
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GIRONA
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LLEIDA
BARCELONA
Qu¨¦ visitar en el
bosque subalpino
y caducifolio
TARRAGONA
Mar
Mediterr¨¢neo
6
25km
1. Pino negro en el
Parque Natural
Alt Pirineu
5. Abetos y hayas en
el valle de Ar¨¢n
6. Pinos salgare?os
y tejos en el parque
natural dels Ports
2. Robledal del Parc
Nou de Olot
3. Hayedo de la
Grevolosa en Sant Pere
de Torell¨®
7. Casta?o de Can Cuc
en C¨¤noves
4. Hayas en el valle de
Santa Fe, en el parque
natural de Montseny
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BARCELONA
GIRONA
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TARRAGONA
Qu¨¦ visitar en el
bosque mediterr¨¢neo
Mar
Mediterr¨¢neo
25km
1. Encinas en el
parque de Montserrat
5. Pino carrasco en
Sierra de Casteltallat
2. Encinar del Cot
en el Montseny
6. Pino albar en Mola de
la Roquerola, en las
monta?as de Prades
3. Encinas en el Parque
Natural San Lloren?
del Munt i L¡¯Obac
7. Encina de Mas Borbo
8. Bosque de abetos
de La Mata
4. Pino carrasco en
Can Ferrer del Coll
5
1
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GIRONA
3
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7
LLEIDA
BARCELONA
Qu¨¦ visitar en el
bosque subalpino
y caducifolio
TARRAGONA
Mar
Mediterr¨¢neo
6
25km
1. Pino negro en el
Parque Natural
Alt Pirineu
5. Abetos y hayas en
el valle de Ar¨¢n
6. Pinos salgare?os
y tejos en el parque
natural dels Ports
2. Robledal del Parc
Nou de Olot
3. Hayedo de la
Grevolosa en Sant Pere
de Torell¨®
7. Casta?o de Can Cuc
en C¨¤noves
4. Hayas en el valle de
Santa Fe, en el parque
natural de Montseny
FRANCIA
1. Encinas en el
parque de Montserrat
2. Encinar del Cot
en el Montseny
8
HUESCA
3. Encinas en el Parque
Natural San Lloren?
del Munt i L¡¯Obac
BARCELONA
GIRONA
5
4. Pino carrasco en
Can Ferrer del Coll
2
3
1
5. Pino carrasco en
Sierra de Casteltallat
LLEIDA
4
6. Pino albar en Mola de
la Roquerola, en las
monta?as de Prades
6
ZARAGOZA
7
Qu¨¦ visitar en el
bosque mediterr¨¢neo
7. Encina de Mas Borbo
TARRAGONA
Olivo milenario
Lo Parot en
Orta de Sant Joan
8. Bosque de abetos
de La Mata
Mar
Mediterr¨¢neo
TERUEL
25km
5
FRANCIA
1. Pino negro en el
Parque Natural
Alt Pirineu
1
2. Robledal del Parc
Nou de Olot
2
GIRONA
3
HUESCA
3. Hayedo de la
Grevolosa en Sant Pere
de Torell¨®
4
7
4. Hayas en el valle de
Santa Fe, en el parque
natural de Montseny
LLEIDA
BARCELONA
5. Abetos y hayas en
el valle de Ar¨¢n
6. Pinos salgare?os
y tejos en el parque
natural dels Ports
ZARAGOZA
Qu¨¦ visitar en el
bosque subalpino
y caducifolio
TARRAGONA
7. Casta?o de Can Cuc
en C¨¤noves
Mar
Mediterr¨¢neo
TERUEL
6
25km
Adem¨¢s de los cambios en su extensi¨®n, tambi¨¦n los bosques catalanes han experimentado transformaciones como consecuencia del incremento de temperaturas provocado por el cambio clim¨¢tico. ¡°Ha aumentado la ignitabilidad, o capacidad de encenderse, y la combustibilidad o carga de combustible¡±, alerta Mart¨ª Boada. Pero el aumento de las temperaturas tambi¨¦n ha provocado que ¡°las especies m¨¢s mediterr¨¢neas tiendan a subir de cota desplazando a las centroeuropeas, como en el Montseny, donde las encinas le han ganado terreno a las hayas¡±. A su vez, en las zonas m¨¢s secas, las encinas son desplazadas por un arbusto m¨¢s peque?o, el aladierno, m¨¢s resistente a la sequ¨ªa, como ocurre en la Sierra de Prades. Seg¨²n el informe Estado de la naturaleza en Catalu?a 2020, mientras que 25 de las 26 especies m¨¢s frecuentes han experimentado un considerable incremento, como las encinas y los pinos carrascos, 11 de las 27 menos frecuentes disminuyen, como los robles o los falsos plataneros. Tambi¨¦n es consecuencia del cambio clim¨¢tico, contin¨²a el cient¨ªfico, el hecho de que ¡°las floraciones se hayan adelantado 15 d¨ªas, una perturbaci¨®n que afecta a los insectos polinizadores y a la alimentaci¨®n de las aves¡±.
Los bosques catalanes sufren lo que Maneja llama un ¡°proceso de mediterraneizaci¨®n¡±. Pero alaba, a continuaci¨®n, los paisajes mediterr¨¢neos. ¡°Tenemos a veces un complejo de sur, como que nuestros bosques mediterr¨¢neos, que en Catalu?a suponen el 75%, son menos o que nos gustan m¨¢s estos paisajes crom¨¢ticos de hoja caducifolia de cuentos de hadas¡±, protesta Maneja, que recuerda ¡°lo bien que huelen los bosques de pinos y encinas, con una variedad de flora y fauna incre¨ªble¡±.
¡°Hay que poner a los bosques mediterr¨¢neos en su lugar¡±, asiente Boada, ¡°sin patriotismo forestal¡±, aunque no por ello deja de admirar el hayedo del Anjurd¨¢, en el Parque Natural de la Zona volc¨¢nica de la Garrotxa y ¡°los magn¨ªficos hayedos¡± del Parque Natural del Montseny, donde a los 14 a?os hizo la promesa de convertir la defensa del medio ambiente en la batalla de su vida cuando vio que el r¨ªo en el que se ba?aba bajaba con residuos industriales.
Gesti¨®n frente al mito de la intocabilidad de los bosques
¡°Para proteger todos estos bosques, hay que gestionarlos¡±, insiste Mart¨ª Boada, para quien ¡°la idea de intocabilidad del bosque es un mito urbano, reaccionario y derechista, paralelo al mito de la virginidad de las sociedades pret¨¦ritas que cre¨ªan que la mujer deb¨ªa llegar intocada al matrimonio¡±. En este s¨ªmil, el bosque ser¨ªa la mujer, mientras que la ciudad, el hombre ¡°travieso¡±. La cultura urbana dominante, seg¨²n considera, ha exaltado la intocabilidad del bosque y ¡°se horroriza, por ejemplo, si ve a un agricultor arando con un tractor o a un trabajador con un hacha o una motosierra, cuando el sistema urbano depende inequ¨ªvocamente de un sector productivo primario, moderno, competitivo y que produzca justamente materiales para alimentar al sistema urbano de manera sostenible y correcta, tal y como se exige en el siglo XXI¡±, apuntala.
Una de las f¨®rmulas es ¡°fijar poblaci¨®n en el campo¡±, afirma Mart¨ª Boada, que luce durante toda la entrevista una boina. Esa boina es para el cient¨ªfico una reivindicaci¨®n de ¡°un mundo rural que se ha ridiculizado¡±. ¡°Cuando quieres hacer co?a en televisi¨®n, sacas a un hombre con boina, y es el paleto, el tonto del pueblo; a nadie se le ocurre sacar a un dise?ador posmoderno, porque el agricultor representa la ordinariez¡±, protesta.
Pero no pretende Boada ¡°plantear tensiones entre el mundo urbano y el mundo rural, un discurso que da por superado¡±, sino educar para aprovechar ¡°la energ¨ªa del bosque¡±. ¡°Si a quien va al bosque se le da informaci¨®n y herramientas de interpretaci¨®n, va a actuar de una manera diferente, porque el bosque es educativo, es un aula de aprendizaje, que te llena de sensaciones agradables¡±, afirma. Son esas sensaciones las que le han ayudado a escribir su libro Poes¨ªa forestal (2021, El cep y la nansa), reci¨¦n publicado y con el que pretende situar a los bosques en el coraz¨®n de sus lectores. Porque sigue convencido de que Nelson Mandela ten¨ªa raz¨®n cuando le entreg¨® en 1995 el Premio Global 500 de la ONU y le dijo que ¡°la gran causa de la lucha de la humanidad es la lucha por el medio ambiente¡±. Mart¨ª Boada hace suya la frase y a?ade: ¡°No es cosa de cuatro osos panda y cuatro florecillas, luchar por el medio ambiente es un compromiso social¡±.
Fuentes: Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica y el Reto Demogr¨¢fico, Instituto Geogr¨¢fico Nacional, Centro Tecnol¨®gico Forestal de Catalu?a (CTFC) y Centro de Investigaci¨®n Ecol¨®gica y Aplicaciones Forestales (CREAF)