La semana de la moda de Nueva York recupera su esp¨ªritu ecl¨¦ctico y creativo
Fendi se traslada a Manhattan para celebrar el aniversario del bolso ¡®baguette¡¯, Marni cambia Mil¨¢n por Brooklyn y Carolina Herrera regresa al ic¨®nico hotel Plaza
Nueva York quiere volver a ser una de las grandes capitales de la moda. No solo porque el cierre de las fronteras debido a la covid hizo que las dos anteriores ediciones se celebraran a medio gas (sin la presencia de todas las marcas habituales y sin apenas prensa internacional), tambi¨¦n, y sobre todo, porque lleva algunos a?os sin ser la pasarela ecl¨¦ctica que fue, aquella que acog¨ªa la vanguardia junto a esos nombres de referencia garantes del est...
Nueva York quiere volver a ser una de las grandes capitales de la moda. No solo porque el cierre de las fronteras debido a la covid hizo que las dos anteriores ediciones se celebraran a medio gas (sin la presencia de todas las marcas habituales y sin apenas prensa internacional), tambi¨¦n, y sobre todo, porque lleva algunos a?os sin ser la pasarela ecl¨¦ctica que fue, aquella que acog¨ªa la vanguardia junto a esos nombres de referencia garantes del estilo estadounidense. Para reforzar su apuesta, el a?o pasado el consejo de dise?adores norteamericanos, CFDA, que ahora cumple sesenta a?os, uni¨® fuerzas con la otra organizadora del evento, la productora IMG, para lanzar un calendario cohesionado y repleto de antiguos y nuevos nombres. Esta edici¨®n, que marca el inicio de un mes de septiembre lleno de desfiles en otras capitales europeas, es la primera en mucho tiempo que recupera esa tradici¨®n neoyorquina de trabajar entre lo cl¨¢sico y lo innovador.
Tambi¨¦n en el discurso de las colecciones. Porque estos primeros d¨ªas los desfiles han viajado de la artesan¨ªa al metaverso y de la nostalgia del pasado al dise?o del futuro. Si durante la pandemia la moda se replanteaba sus postulados (la necesidad del desfile, el volumen de producci¨®n o la novedad constante, din¨¢micas que por el momento no parecen haber cambiado), tras ella parece oscilar entre la glorificaci¨®n de tiempos pret¨¦ritos y la obsesi¨®n por adaptarse a un futuro incierto.
La jornada de este lunes se iniciaba con una vuelta al clasicismo y la nostalgia. Carolina Herrera regresaba al hotel Plaza, escenario de sus primeras colecciones hace cuatro d¨¦cadas, para recuperar la idea del desfile cl¨¢sico, majestuoso y optimista. Wes Gordon, su actual director creativo, volv¨ªa a redefinir los cl¨¢sicos de la casa, pero esta vez de un modo m¨¢s sosegado. La explosi¨®n de colores habitual en su trabajo daba paso a estampados florales preciosistas y los vol¨²menes grandilocuentes se sustitu¨ªan por piezas m¨¢s realistas, pero igualmente trabajadas y, por supuesto, festivas: las modelos y musas de la firma, como Karlie Kloss o Precious Lee, desfilaban al ritmo de Funny Girl. Pocas cosas m¨¢s neoyorquinas que el t¨¢ndem Carolina Herrera y Barbra Streisand.
El pasado viernes 9 de septiembre, primer d¨ªa de desfiles en Nueva York, Fendi se trasladaba de Mil¨¢n al Manhattan Center para celebrar el 25? aniversario del bolso baguette, el m¨¢s famoso de la casa romana y uno de los m¨¢s ic¨®nicos del mundo (se llegaron a vender 600.000 entre 1997 y 2005). Kim Jones, actual director creativo de la firma, imagin¨® una celebraci¨®n donde los hitos del pasado se fund¨ªan con las promesas del futuro. Entre el p¨²blico, Sarah Jessica Parker, que populariz¨® mundialmente el bolso a trav¨¦s de la serie Sexo en Nueva York. Sobre la pasarela, una colecci¨®n de prendas b¨¢sicas y deportivas que daban todo el protagonismo a las nuevas versiones de la baguette (a destacar el modelo de cristales realizado en colaboraci¨®n con Tiffany and Co.) y una muy esperada colaboraci¨®n con Marc Jacobs: 10 salidas en las que el dise?ador neoyorquino mezcl¨® referencias a algunos de sus elementos m¨¢s caracter¨ªsticos, como los sombreros de pelo, el logo a modo de monograma o los plum¨ªferos deconstruidos, de sus colecciones m¨¢s recientes, con su propia visi¨®n del bolso en cuesti¨®n. Como era de esperar, Jacobs, rey de la autorreferencia, dise?¨® un modelo en el que pod¨ªa leerse ¡®The baguette¡¯ con su tipograf¨ªa caracter¨ªstica.
Si la reuni¨®n de Jacobs y Jones era esperada (el primero, ex director art¨ªstico de Louis Vuitton, lanz¨® al segundo a la fama al contratarlo en 2011 para dise?ar su l¨ªnea masculina, puesto que ostent¨® hasta 2017), m¨¢s lo era el regreso a la vida p¨²blica de Linda Evangelista tras m¨¢s de seis a?os alejada de los focos por una depresi¨®n derivada de los efectos secundarios que le caus¨® una remodelaci¨®n est¨¦tica. La modelo cerr¨® el desfile envuelta en una enorme capa celeste ante la ovaci¨®n del p¨²blico que llenaba los palcos del teatro neoyorquino.
Ese mismo viernes, el d¨²o Proenza Schouler, a punto de cumplir 20 a?os como marca, presentaba una colecci¨®n que, de alg¨²n modo, volv¨ªa a las ra¨ªces, pero no con nostalgia, sino como forma de averiguar c¨®mo saber crecer: ah¨ª estaban sus prendas de punto (tejidas por artesanas de Bolivia) y su magistral uso del color, en trajes de dos piezas o vestidos que se remataban con flecos o sutiles volantes, un gui?o a las ra¨ªces latinas de uno de sus dise?adores, L¨¢zaro Hern¨¢ndez. Una colecci¨®n que no pretend¨ªa sorprender, pero s¨ª recalibrar la identidad de una de las firmas m¨¢s respetadas de la escena neoyorquina tras estos tres a?os dif¨ªciles.
Tambi¨¦n el viernes, otra ense?a italiana, Marni, se trasladaba a Dumbo, bajo el puente de Manhattan, para presentar su colecci¨®n de la pr¨®xima primavera 2023. D¨ªas antes, su director creativo, Francesco Risso, anunciaba que cada temporada elegir¨¢ una ciudad diferente para realizar sus desfiles ¡°como una forma de conectar con otras audiencias y de buscar nuevas formas de inspiraci¨®n¡±. Nueva York ha sido la primera parada, aunque la colecci¨®n estaba inspirada, seg¨²n contaba, en la luz de la costa Amalfitana: prendas celestes, naranjas, amarillas, turquesas y negras, realizadas mayoritariamente en punto que daban protagonismo al cuerpo, masculino y femenino, ci?¨¦ndose a ¨¦l o dej¨¢ndolo entrever a trav¨¦s de aberturas y zonas deshilachadas. El propio Risso se subi¨® al escenario a tocar el cello junto a la String Orchestra de Brooklyn, mientras Lara Stone, Mariacarla Boscono o el fot¨®grafo Tyler Mitchell desfilaban a escasos cent¨ªmetros de los invitados.
Si para Risso el futuro pasa por el nomadismo y por romper con las semanas de la moda tradicionales, para Tommy Hilfiger lo hace por mezclar lo f¨ªsico con lo digital. ¡±El metaverso es el futuro. Creo que, a corto plazo, los avatares y las prendas digitales ser¨¢n una realidad asumida¡±, contaba el dise?ador el pasado s¨¢bado, el d¨ªa anterior a su show. Por eso, el que fuera pionero en la estrategia see now buy now (poner a la venta los dise?os inmediatamente despu¨¦s de presentarlos) ha comercializado en esta ocasi¨®n tambi¨¦n los skins o prendas virtuales del desfile que celebr¨® el pasado domingo en un autocine de Brooklyn. En su colecci¨®n, llamada Tommy Factory en una clara alusi¨®n al imaginario de Andy Warhol ¡°y su manera de crear una nueva forma de cultura uniendo a gente muy diversa¡±, hubo sitio para la nostalgia, con una primera parte inspirada en el estilo preppy que lo encumbr¨® en los a?os noventa, pero tambi¨¦n para el futuro, que se concret¨® con su desfile en el metaverso y con una colaboraci¨®n realizada por el joven dise?ador brit¨¢nico Richard Quinn, famoso por sus prendas dram¨¢ticas cuajadas de flores. ¡°Son dos identidades que colisionan, la suya y la m¨ªa. Me gustaba la idea de que en principio no tuvieran nada que ver y el reto que supon¨ªa fusionarlas¡±, contaba el dise?ador.
Eso es precisamente lo que quiere recuperar la semana de la moda de Nueva York, la colisi¨®n de imaginarios completamente dispares. Porque en estas primeras jornadas tambi¨¦n ha habido sitio para la novedad y la irreverencia de nombres prometedores como el de Elena Velez y su incre¨ªble colecci¨®n inspirada en las distintas aproximaciones al cuerpo femenino (del fetichismo a la maternidad); Collina Strada y sus dise?os iconoclastas con mensaje activista, o Luar, la marca del dise?ador Ra¨²l L¨®pez (cofundador de Hood by Air) que convirti¨® su desfile en una especie de s¨¢tira metarreferencial con modelos posando ante el espejo y focos apuntando al p¨²blico.