Casa Fest¨ªn, comer entre ardillas, pavos reales y camaleones en un edificio de dise?o en M¨¢laga

Hay en M¨¢laga un lugar con ardillas que corretean por un jard¨ªn subtropical, pavos reales que iluminan con sus plumas un edificio centenario y camaleones camuflados entre la vegetaci¨®n. Es un sorprendente espacio que incluye un restaurante, donde se sirve un men¨² de martes a viernes, y en el que los fines de semana se celebran eventos parar celebrar dos de las pasiones que comparten sus participantes: el deporte y una buena gilda para acompa?ar el verm¨².

Casa Fest¨ªn abri¨® sus puertas en octubre y se ha convertido en una de las propuestas m¨¢s especiales de la capital malague?a. Lo es por su ubicaci¨®n, pero tambi¨¦n por su gastronom¨ªa, con predominio de lo vegetariano y la apuesta por productos de cercan¨ªa: del mollete de Antequera con aceite de Monda, queso, aguacate y jam¨®n mechado (4,50 euros) a una ensalada malague?a con patatas baby y aceitunas alore?as (8 euros) ?oquis caseros de batata del Guadalhorce con queso y nueces.

Casa Fest¨ªn es el resultado del trabajo de Araceli Mart¨ªn Chicano (39 a?os) y su hermano Antonio (53 a?os). Ella arranc¨® en 2021 el germen del proyecto, Comparte Fest¨ªn, catering enfocado a la comida vegetariana. Cuando su primera socia en aquella aventura se ech¨® a un lado, su familiar entr¨® al negocio. Entre 2021 y 2022 no pararon. Prepararon los men¨²s de los retiros de yoga dirigidos por la sueca Kia Naddermier en la casa Las Chimeneas, en Mariena, min¨²scula localidad de La Alpujarra granadina. Tambi¨¦n los platos ofrecidos en los talleres impartidos por el artista Ernesto Artillo en Cabo de Gata ¡ªya en Almer¨ªa¡ª o la creadora Marta Troya en el Parque Natural de los Montes de M¨¢laga. La creciente actividad les hac¨ªa necesitar un lugar donde cocinar a una escala mayor que la casera, as¨ª que buscaron local. En el centro malague?o fue imposible por los precios. Y en los barrios de la ciudad no consegu¨ªan dar con el sitio adecuado. Apareci¨® entonces la sede del Colegio de Arquitectos de M¨¢laga, un edificio dise?ado por Guerrero Strachan que justo cumple un siglo en 2024. El organismo, que lo adquiri¨® en los 80, hizo una ampliaci¨®n en 2006 ¡ªdise?ada por el estudio Cano Lasso¡ª que inclu¨ªa una cafeter¨ªa. Llevaba libre desde la pandemia y Araceli y Antonio apostaron por ella. El proceso requer¨ªa la aprobaci¨®n del colegio y lo consiguieron. El pasado 2 de octubre abrieron sus puertas al p¨²blico.

Llegar hasta all¨ª no es f¨¢cil. El recinto ni est¨¢ en el centro ni est¨¢ de paso, pero la excursi¨®n hasta el barrio de El Limonar merece la pena. No hay m¨¢s que adentrarse en su jard¨ªn subtropical de pinos, palmeras, ficus, jacarandas y cactus, donde hay senderos y un estanque. La pantalla vegetal elimina el sonido de la ciudad para sustituirlo por silencio y trino de p¨¢jaros, salpicados de vez en cuando por el cl¨¢sico glugl¨² de los imponentes pavos reales que habitan el espacio. ¡°Este no es tu sitio si vienes con prisa a por un caf¨¦; es un lugar donde sentarse con tranquilidad y charlar con calma¡±, explica Antonio. ¡°Fest¨ªn es diversi¨®n, alegr¨ªa, compartir, una buena sobremesa¡±, define su hermana.

Productos de cercan¨ªa

Ambos arrancan cada ma?ana preparando desayunos desde las 10.30 en una coqueta cocina a la vista. El plan para la primera comida del d¨ªa es sencillo: pan r¨²stico con aceite de Fuente de Piedra al que se puede a?adir tomate asado casero (2,80 euros), un bocata de mortadela malague?a y queso fresco de cabra (4,50 euros) o el demandado mollete antequerano, entre otras opciones. El caf¨¦, de especialidad y tostado en el barrio de Churriana por Mountain Coffee, se sirve en tazas fabricadas por el artesano local Alfonso Rot.

La filosof¨ªa del proyecto es que todo se elabora en casa. ¡°Salvo el pan, los quesos y los embutidos, el resto lo hacemos todo nosotros¡±, explica Antonio, que pone de ejemplo la manteca color¨¢ vegana ¡ªexquisita y elaborada a partir de batata¡ª a las salsas y la reposter¨ªa. Tambi¨¦n fermentos como el kimchi, que aparece peri¨®dicamente en sus recetas y es parte fundamental de su gilda, muy demandada a la hora del aperitivo junto a un verm¨² cl¨¢sico o un marianito (verm¨² ali?ado con ginebra y naranja). Aunque el local tiene un peque?o comedor interior con una amplia mesa compartida, su protagonista es una amplia terraza donde saborear al aire libre cada propuesta.

La materia prima para elaborar el variado men¨² procede de distintos lugares de M¨¢laga ¡ªcomo el jam¨®n cocido de la Axarqu¨ªa¡ª aunque predomina las verduras y hortalizas, procedentes de los huertos de la familia Hevilla en Co¨ªn, en el Valle del Guadalhorce. ¡°Mostaza fresca, pak choi, r¨²cula selv¨¢tica¡­ Se atreven con todo y tienen cosas incre¨ªbles¡±, explican estos hermanos. Con esos ingredientes locales elaboran una ¡°cocina vegetariana, actualizada y fresca, de influencias asi¨¢ticas, latinoamericanas y africanas¡±, a?aden estos cocineros autodidactas. ¡°Tenemos acceso a tanta variedad de productos de cercan¨ªa que nos gusta mezclar y proponer platos que subrayen que la comida vegetariana no tiene por qu¨¦ ser aburrida o sin sabor: hay much¨ªsimas posibilidades para disfrutarla¡±, afirma Antonio.

Adem¨¢s de la carta para el picoteo ¡ªque var¨ªa poco a poco e incluye rillette de cerdo con pepinillos (7,5 euros) o ensaladilla rusa con encurtidos (6,50 euros)¡ª cuentan con platos a elegir en un men¨² semanal. Cuesta 12 euros y siempre incluye opciones veganas, as¨ª como carne o pescado. Por ah¨ª han pasado desde el pollo con harissa, patatas baby y arroz a los garbanzos ecol¨®gicos con pimientos, c¨²rcuma y yogur o una ensalada de brotes con pera y queso de monta?a. Para acompa?ar hay mayor¨ªa de vinos malague?os, algunos naturales.

M¨¢s que gastronom¨ªa

El espacio abierto que disfruta Casa Fest¨ªn acoge cabida los eventos puntuales, como el men¨² preparado para Acci¨®n de Gracias, el taller de elaboraci¨®n de pizza o el de linograbado sobre tela y papel acompa?ado de yoga y un brunch. Tambi¨¦n los que se celebran con m¨¢s frecuencia durante los fines de semana, que fusionan, sobre todo, deporte y m¨²sica. Uno de ellos sirvi¨® para dar un paseo en bicicleta por el litoral desde el centro hasta la localidad de Chilches, en la Axarqu¨ªa, y, a la vuelta, disfruta de la m¨²sica de un DJ, un bocata de chicharrones especiales con kimchi y otro de setas al horno, adem¨¢s de bollitos de cardamomo. Otro arranc¨® con una carrera por Los Montes de M¨¢laga ¡ªque aqu¨ª pillan bastante cerca¡ª y acab¨® con propuestas carn¨ªvoras como el bocata en pan de brioche con roast beef, mostaza, r¨²cula y pepinillos. ¡°Pronto repetiremos los eventos deportivos, funcionan bien y ejercen de punto de encuentro, pero estamos abiertos a cualquiera que quiera hacer otro tipo de actividad: ellos ense?an lo que hacen y nosotros ponemos nuestra cocina. Que nos llamen¡±, concluye Araceli, feliz de ofrecer un fest¨ªn a quien se pase por su nueva casa.

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