De Chinch¨®n a Patones: destinos gastron¨®micos de Madrid que renuevan la tradici¨®n
La cocina t¨ªpica de la regi¨®n se expande por la Comunidad Aut¨®noma, donde platos muy arraigados, como los callos o el cocido, atraen a los viajeros amantes de los productos locales. Muchos y muy buenos, a media hora de la capital
Hay platos sabrosos y tradicionales m¨¢s all¨¢ de las lindes del centro de la capital de Espa?a. Localidades como San Lorenzo de El Escorial, Aranjuez, Patones y Chinch¨®n han logrado poner de moda (y arraigar) sus tradiciones culinarias. El turismo gastron¨®mico se expande por toda la Comunidad de Madrid, y la gran oferta de restauraci¨®n y la evoluci¨®n en la regi¨®n han logrado poner en el mapa productos locales durante a?os desconocidos o relegados por otros de mayor fama en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. Han cobrado protagonismo el vino y el aceite de oliva, ambos con Denominaciones de Origen de Madrid, pero cada zona (incluso cada comarca) tiene su especialidad. En pocos casos una comunidad aut¨®noma uniprovincial atesora tanta riqueza y variedad.
Platos que saben a Madrid
Para el viajero, madrile?o o nacional, los platos estelares de la comunidad aut¨®noma son el cocido y los callos, ambos con el apellido ¡°madrile?o¡± en su partida de nacimiento. Para el presidente de la Academia Madrile?a de Gastronom¨ªa, Rogelio Enr¨ªquez, tambi¨¦n. ¡°El cocido es un plato ic¨®nico que se puede disfrutar en formato fest¨ªn o en muchos men¨²s del d¨ªa¡±, comenta Enr¨ªquez. ¡°Son platos que apelan a la memoria gustativa de muchos madrile?os y que cada vez son m¨¢s dif¨ªciles de encontrar en casas particulares por el tiempo que requiere su elaboraci¨®n. Por ello, aparecen en las cartas y men¨²s de muchos restaurantes de nuestra Comunidad¡±.
El cocido es un plato ic¨®nico que se puede disfrutar en formato fest¨ªn o en muchos men¨²s del d¨ªaRogelio Enr¨ªquez, presidente de la Academia Madrile?a de Gastronom¨ªa
En cambio, los callos llegan a ¡°pr¨¢cticamente¡± todos los restaurantes. Enr¨ªquez los conoce bien, y se atreve a citar algunos. ¡°Son imprescindibles los de Montia, en San Lorenzo de El Escorial; Casa Delapio, en Aranjuez; Malabar, en Becerril de la Sierra; Jim¨¦nez, en Majadahonda; Zurito, en Pozuelo; La Trasiega, en Getafe; Mes¨®n El ?guila, en Vic¨¢lvaro, o El Rinc¨®n de Luis, en Titulcia¡±, enumera Enr¨ªquez.
Historia y naturaleza en San Lorenzo de El Escorial
El Real Sitio y el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, que celebran sus 40 a?os inscritos en la lista del Patrimonio Mundial, atraen cada a?o a turistas amantes de la cultura y la arquitectura. Adem¨¢s, existe un conjunto hist¨®rico-art¨ªstico, fiestas populares y un entorno verde que da la posibilidad de disfrutar de rutas en la naturaleza. Es importante, por tanto, reponer fuerzas en la villa. Como dice el presidente de la Academia Madrile?a de Gastronom¨ªa, Rogelio Enr¨ªquez, el cocido del restaurante El Charol¨¦s, en San Lorenzo, nunca defrauda: ¡°Es uno de los hitos gastron¨®micos de la Comunidad¡±.
La huerta de Aranjuez
En los meses de oto?o, de colores magn¨¦ticos para el viajero, es casi un ritual visitar el Palacio Real, la Casa del Labrador, el Museo de Fal¨²as, el Jard¨ªn de la Isla, el Jard¨ªn del Pr¨ªncipe... Pero para adentrarse en una experiencia completa hay que sentarse en alguno de sus restaurantes (por ejemplo, Casa Jos¨¦, Casa Pablete, Aguatinta o A Terra Delapio, que ofrece cocina vanguardista de fusi¨®n) o descubrir sus bodegas (como El Regajal). Desde siempre, los productos de la huerta han sido protagonistas estelares en la cocina de Aranjuez. Con raz¨®n los reyes se instalaron hace siglos a la orilla del Tajo: as¨ª ten¨ªan la despensa a mano.
Patones, m¨¢s que un ¡®parque tem¨¢tico¡¯
Este singular paraje de la Sierra Norte de Madrid es, seg¨²n Enr¨ªquez, ¡°uno de los pueblos m¨¢s bonitos de la Comunidad¡±. Patones de Arriba representa un buen ejemplo de arquitectura de pizarra negra en lo que fue una ciudad romana entre monta?as. Cuenta con comercio, artesan¨ªa local, visitas guiadas y buenos restaurantes. Como en sus calles empinadas suele haber mucha concurrencia los fines de semana, a veces es mejor reservar el almuerzo a Patones de Abajo, donde se puede disfrutar del cordero y cochinillo asado al horno de le?a en el bar restaurante O¡¯Sanabria, o de raciones variadas ?con opciones para veganos o cel¨ªacos? en el bar Manolo, por ejemplo.
Chinch¨®n, reina del sur
A los viajeros de medio mundo les atrae de Chinch¨®n su Plaza Mayor, el Monasterio de los Agustinos-Parador de Turismo, la Torre del reloj o el Castillo de los Condes, pero tambi¨¦n las opciones gastron¨®micas del lugar. Por ejemplo, el restaurante Cuevas de Vino o los restaurantes de la hist¨®rica Plaza Mayor, como la Casa del Pregonero. Adem¨¢s, la localidad cuenta con una Indicaci¨®n Geogr¨¢fica ?vitola que reconoce productos de un lugar concreto?: el an¨ªs de Chinch¨®n. Esta bebida espirituosa, que solo se elabora y embotella en este t¨¦rmino municipal madrile?o, tiene una larga tradici¨®n. Se industrializ¨® en 1911.
A los viajeros de medio mundo les atrae de Chinch¨®n su Plaza Mayor, el Monasterio de los Agustinos-Parador de Turismo, la Torre del reloj o el Castillo de los Condes, pero tambi¨¦n las opciones gastron¨®micas del lugar
¡°La Comunidad cuenta con una gran riqueza gastron¨®mica y agroalimentaria¡±, resume el presidente de la Academia Madrile?a de Gastronom¨ªa. Y propone una relaci¨®n variada de productos muy populares y otros m¨¢s desconocidos que merece la pena conocer: las galletas Cu¨¦tara (s¨ª, son de Madrid), el pulpo de Confremar, las anchoas de Casa Santo?a, las sardinas ahumadas de Fish Gourmet, los quesos de la Cabezuela, la miel de Madrid Miel, las carnes de La Finca.
Respecto a las bebidas, menciona los l¨¢cteos de la Colmenare?a; las cervezas Mahou o La Cibeles; los vinos de la Sierra de Gredos de Comando G, Mara?ones, Bernaveleba, Las Moradas de San Mart¨ªn o Ca¡¯di Mat, y los caf¨¦s de Supracaf¨¦ o Guilis, entre otras. ¡°Madrid es una de las pocas capitales del mundo en la que en menos de media hora en coche puedes estar en pleno campo rodeado de un ambiente puramente rural¡±, explica Enr¨ªquez. ¡°Los madrile?os hemos descubierto que nuestra regi¨®n es muy rica y tiene muchos rincones que descubrir¡±.