Las quejas de los lectores: Los huevos al colch¨®n que no compensaron el esfuerzo
La dificultad de los huevos al colch¨®n hace que un lector se pase al equipo de las croquetas. Las cookies de chocolate y las tortitas de calabac¨ªn tampoco cuentan con un club de fans.
Jorge no ha conseguido bordar los huevos al colch¨®n y quiere que quede constancia de ello en este gabinete defensor: ¡°Aunque la bechamel nunca va a estar mala en un plato, todo el esfuerzo, desorden y tiempo de espera no merece tanto la pena. Aqu¨ª el resultado de este delicioso plato, que est¨¢ muy rico, pero para el d¨ªa a d¨ªa me quedo con las croquetas de siempre.¡±
Jorge, desde esta web, viendo el resultado de tus huevos al colch¨®n, entendemos que no te haya merecido la pena tanto esfuerzo. Clara P. Villal¨®n ya advierte en la introducci¨®n de la receta que es un plato muy laborioso y que ella, experimentada cocinera, tuvo que hacer tres intentonas para conseguir los huevos al colch¨®n perfectos sin que se desmoronaran al cubrirlos con la bechamel. Yo otra cosa no, pero fe en los lectores tengo para parar un tren, as¨ª que saco mi yo m¨¢s coach para decirte que si Clara ha podido, t¨² tambi¨¦n puedes. Adem¨¢s de atender a los pasos de la receta, ten en cuenta los consejos de la introducci¨®n, que inciden en la importancia de que la bechamel est¨¦ densa y consistente -espesita, vaya- para poder retener el huevo frito y manipularlo desde el empanado hasta la fritura. Tambi¨¦n te vendr¨¢ bien usar un molde. T¨² puedes, Jorge.
Un desastre de medallones
Pachi es muy de seguir las recetas al pie de la letra menos una cosa, y luego pasa lo que pasa: ¡°Intent¨¦ hacer los medallones de verdura con salsa de yogur; la salsa me qued¨® estupenda, pero los medallones fueron un desastre. Segu¨ª la receta al pie de la letra menos una cosa que se supone que es una cosa menor, porque en vez de medio puerro us¨¦ cebolletas. La masa queda demasiado h¨²meda, casi como un pur¨¦, y los pur¨¦s no se pueden pasar por la plancha. Dar la vuelta a esas tortitas es completamente imposible. Acab¨¦ echando m¨¢s harina de la que dice la receta y se dejaban manejar con dificultad.¡± Pachi sospecha que el error est¨¢ en el calabac¨ªn: ¡°?No habr¨¢ que escurrirlo antes de mezclarlo con los dem¨¢s ingredientes? Al rallarlo fue lo que m¨¢s agua solt¨® con diferencia; creo que si se hubiera eliminado ese agua, podr¨ªa haber salido algo mucho mejor.¡±
Raquel Bern¨¢cer, que lo mismo te amasa unos medallones que te ense?a a desayunar, ahonda en las pesquisas para conseguir que Pachi lo pete la pr¨®xima vez: ¡°Me sorprende que la masa le haya quedado tan l¨ªquida, yo las he hecho varias veces y me salen bien. Con la cantidad de harina que lleva la receta y el reposado en la nevera, da para que espese y quede una consistencia densa y manejable en la sart¨¦n. Lo ¨²nico que se me ocurre es que, tal y como comenta nuestra lectora, el calabac¨ªn soltase demasiada agua. Tambi¨¦n puede ser que el fuego estuviese demasiado alto, de forma que se le quemasen por abajo pero no cuajara bien el resto del huevo.¡±
Bern¨¢cer advierte sobre las expectativas que pudiera tener nuestra lectora: ¡°Son tortitas y la masa de las tortitas es semil¨ªquida; a lo mejor las expectativas de Pachi con esta masa eran diferentes.¡± Como acto de contrici¨®n comidista, a?adiremos a la receta la recomendaciones de cocinar las tortitas a fuego medio y escurrir las verduras ralladas unos minutos en un colador para que suelten todo el agua posible.
Nueve de cada diez dentistas
Eustace escribe este telegrama mientras recoge unos premolares del suelo: ¡°Revisad las cantidades de az¨²car de la receta de cookies. No se las puedo dar a mi hijo. Se te caen los dientes. La textura bien¡±. C¨®mo os gusta meterme en l¨ªos, p¨¦rfidos lectores. Aqu¨ª me hallo, sumergida en el dilema de defender una excelente receta de galletas o abrazar la bienvenida tendencia de reducir el consumo de az¨²car. La receta de galletas con pepitas de chocolate de nuestra dulce Biscayenne es un tratado de bolsillo sobre las cookies, en el que se explica muy extensamente el porqu¨¦ de cada paso, cada ingrediente y cada cantidad. As¨ª sabemos que la misi¨®n del az¨²car no es solo endulzar, sino que influye en la textura y el sabor, que puede aportar toques de toffe y regaliz, ni m¨¢s ni menos, oye.
A mi juicio, la receta no merece revisi¨®n alguna por parte de El Comidista, aunque puedes reducir la cantidad de az¨²car si as¨ª lo deseas, asumiendo que el resultado no ser¨¢ el deseado. Si quieres dar a tu hijo una alternativa con menos az¨²car a?adido puedes hacerle estas galletas, aunque tienen el az¨²car natural del pl¨¢tano, el az¨²car concentrado de los d¨¢tiles y el a?adido del chocolate, ojo. Pero no te enga?es, que ni siquiera su autora se atreve a llamarlas sanas o saludables. Son galletas y, como tales, hay que consumirlas con moderaci¨®n y siendo conscientes de lo que nos echamos al cuerpo. Las galletas, galletas son: si te preocupan la ca¨ªda de los dientes y la nutrici¨®n infantil, quiz¨¢ es el momento de m¨¢s fruta y menos galletas.
Un suquet con dos caras
Fernando las pilla la vuelo, por eso no se le ha escapado un detalle en la receta de suquet de rape: ¡°En el paso 4, se pide a?adir el rape, cubrir con agua y cocer a fuego fuerte 15 minutos. Despu¨¦s, todav¨ªa hay que tenerlo un tiempo m¨¢s tras echar la picada¡±. Nuestro lector cree que, si se hace as¨ª, ¡°el rape quedar¨¢ sobrecocido y el suquet no valdr¨¢ nada¡± para a?adir que hizo la receta sin seguir esta instrucci¨®n, y el guiso qued¨® excelente.
?Pensabas que esto quedaba aqu¨ª? Ni lo sue?es. Fernando es el Horatio Caine de las recetas, y su recopilaci¨®n de pruebas va mucho m¨¢s lejos: ¡°Me extra?¨® que la receta dijera esto si la hab¨ªan sacado del libro Cocottes de Paco P¨¦rez. La cuesti¨®n es que ahora he comprado este libro y he comprobado que lo que dice es que se ponga la cabeza del rape para que se haga el caldo mientras se cuecen las patatas. De hecho, antes de terminar, la cabeza se saca de la cazuela y s¨®lo al final se a?ade el rape al suquet."
Antes de consultar este tema con Jordi Luque, Lord Comandante de la Guardia Real de Unto, estaba completamente en el team Fernando, por aquello de no maltratar los pescados durante la cocci¨®n. Pero Jordi tambi¨¦n es un poco CSI, as¨ª que dio con el asunto: ¡°He vuelto a mirar el v¨ªdeo y he abierto el libro y, efectivamente, las recetas no coinciden al cien por cien. En el v¨ªdeo, Paco P¨¦rez introduce los medallones de rape con su espina en el mismo momento que las patatas, y prescinde de la cabeza. En el libro, Paco cuece la cabeza con las patatas, pasados quince minutos la retira y en ese momento introduce el lomo deshuesado y ¨Ccomo se ve en la fotograf¨ªa¨C cortado en trozos mucho m¨¢s peque?os que los que aparecen en el v¨ªdeo.¡±
Al ver la diferencia de tama?o y que los medallones inclu¨ªan el hueso, Luque dio por resuelto el misterio. Pero, para asegurarse, llam¨® a Paco P¨¦rez, quien desfaci¨® el entuerto: "El rape queda igual. La espina de los medallones cumple la funci¨®n de la cabeza, y como la cocotte conserva la humedad, el rape no se seca. En el v¨ªdeo hicimos una receta m¨¢s r¨²stica, m¨¢s de pescadores. Por espacio, en el libro no pudimos incluir esta otra manera de preparar el suquet¡±. Palabra de cocinero. Am¨¦n Jes¨²s.
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