No a la perfecci¨®n: la rebeli¨®n de los pasteles feos

Al juntarse la cultura del meme, el horterismo dosmilero, la viralidad en internet y kilos y kilos de az¨²car, aparece una creaci¨®n que roza los l¨ªmites del mal gusto y se parece mucho a la tarta de cumplea?os de Harry Potter, pero acaba funcionando bien. Despu¨¦s de mucho tiempo intentando preparar tartas perfectas, con flores de escarcha y pisos decorados con ondas de crema -y haciendo en realidad bizcochos secos con el frosting cortado sacados de tu peor pesadilla- ya era hora de aceptar la mediocridad y hacer que algo fe¨²cho est¨¦ de moda.

Lo impecable es enemigo de lo posible, o eso dicen. La vuelta al estilo de los 2.000 lo evidencia, con sus fotos en digital cuanto m¨¢s pixeladas mejor, y el meme como instituci¨®n reinando Internet. Hasta la comic sans se ha vuelto a poner de moda. En este contexto, una parte de la pasteler¨ªa se ha revelado contra el estilismo extremo y ha lanzado al mundo -y sobre todo a Instagram- tartas terribles, cursis y grotescas, en las que el mal gusto se exagera aposta.

Una est¨¦tica diferente

Las ugly cakes han llegado para quedarse, y ojal¨¢ lo hagan. La norma general cuando se prepara una tarta es que el resultado no est¨¦ muy cerca de parecerse a la de la foto, o eso nos pasa a la mayor¨ªa de los mortales que intentamos recetas de reposter¨ªa. ?No es estupendo llevar a un evento una tarta que ha quedado bastante regulera y decir que es la ¨²ltima moda? Son en resumen, tartas que, hechas a prop¨®sito, parecen elaboradas por una persona que no ha cascado un huevo en su vida y de repente se pone a preparar una receta muy complicada. Son chapuceras y dan un poco de grima, pero acabas encontr¨¢ndoles el encanto.

Este fen¨®meno lleva ya entre nosotros un par de a?os, por lo que a lo largo del tiempo el concepto ha ido deform¨¢ndose y han aparecido variantes, cada cu¨¢l m¨¢s divertida que la anterior. En resumen son tartas imperfectas, locas y extremas, pero vamos a desglosar las distintas evoluciones que podemos encontrarnos.

Antes de adentrarnos en materia, creo que es esencial repasar las inspiraciones de las que beben las tendencias actuales: no podemos olvidarnos de las tartas de yema o trufa con una foto comestible cubierta de gelatina brillante. O de las que conformaban un vestido alrededor de una mu?eca Barbie y todav¨ªa pueden verse en algunos escaparates de pasteler¨ªas con origen ochentero.

El cat¨¢logo de revistas de cocina de esa ¨¦poca -con sus frutas escarchadas, formas de animales y dem¨¢s decoraciones viejunas- puede darnos muchas ideas si queremos preparar ugly cakes en casa. Todas las modas vuelven, si lo han hecho hasta los pantalones de tiro bajo, c¨®mo no iban a hacerlo las tartas. En realidad, los desastres reposteros de cualquier casa valen de ejemplo para prepararlas.

No todos los ugly cakes tienen pretensiones visuales (no podemos decir est¨¦ticas): Ugly Cakery es un obrador de Arkansas en el que Cindy Koprivnikar prepara las recetas de su abuela desde hace m¨¢s de 40 a?os, y siempre ha mantenido el estilo casero en su reposter¨ªa, y un aspecto bastante tradicional. ¡°?No soy decoradora de tartas!¡± afirma. ¡°Nuestro lema es: ¡®No es bonito, es sabroso¡¯. Sugerimos en broma ¡®comer en la oscuridad¡¯: en un mercado saturado de purpurina comestible, glaseado frou-frou o productos horneados que parecen esculturas de fondant, estamos convencidos de que el sabor siempre vencer¨¢ a la presentaci¨®n¡±. La reivindicaci¨®n del pastel casero de toda la vida tambi¨¦n pasa por el filtro ugly.

Hay m¨¢s versiones

La fusi¨®n entre las meme cakes y las ugly cakes ha dado lugar a un formato de tarta en la que, sobre una base de frosting extendido lo m¨¢s toscamente posible, se escribe alg¨²n mensaje gracioso o chiste con mala letra (cosa no muy complicada de hacer con una manga pastelera llena de chocolate o crema). Los churritos decorativos y algo de confeti de colores son aditivos m¨¢s que aceptados. La comida ha entrado tambi¨¦n en el mundo de la moda, y la reposter¨ªa lo ha hecho de lleno. En estos contextos las tartas se llevan al extremo de lo est¨¦tico.

¡°Creo que la comida en general est¨¢ viviendo un periodo de h¨ªper moda¡±, afirma Antonella Tignanelli, food designer y cocinera. ¡°Un pastel ya no es m¨¢s un pastel. Cuanto m¨¢s compleja, atractiva y desafiante sea la imagen que produce ese pastel, m¨¢s likes¡±. No podemos negar que la dimensi¨®n de lo comestible ya es tambi¨¦n digital.

Otras tartas que han tomado internet -especialmente TikTok- son las ilusion cakes. Tartas hiperrealistas que imitan objetos de la casa, comidas o incluso partes del cuerpo. Aunque su elaboraci¨®n y producci¨®n es la ant¨ªtesis de las tartas feas -ya que los resultados son casi perfectos-, los extremos se tocan, y estas tartas que te hacen dudar de la realidad tienen mucho de terrible. ?Hemos dejado a un lado el sabor y la calidad repostera, en pos de la viralidad? El hashtag #cakeorfake -tarta o falsificaci¨®n- tiene m¨¢s de 30 billones de reproducciones en la plataforma, con v¨ªdeos que te retan a adivinar si lo que ves es una tarta o un objeto real. ?No es esto un mal sue?o?

Las ugly cakes tambi¨¦n han sobrepasado los l¨ªmites de lo feo, volviendo a lo bello a trav¨¦s del horror vacui, la superposici¨®n de colores y texturas, los brillos y las flores. Algunos dir¨¢n que parecen sacadas de una clase de pl¨¢stica de segundo de infantil, pero otros seguro que otros pueden llegar a ver la perfecci¨®n en la imperfecci¨®n. Se trata de verdaderas obras de arte realizadas por pasteleras con mucho sentido de la performance y la direcci¨®n de arte. Rust Cakes es una artista de Berl¨ªn especializada en tartas veganas que son verdaderas piezas de museo: su extravagancia atrae, y no tienes muy claro si lo que te apetece es hincarle el diente o colocarla en una galer¨ªa de arte contempor¨¢neo.

Otra cuenta que puede ser el colmo de cualquier estilista de comida es cakes4sport, tartas elaboradas por una ceramista y pastelera que, entre lo kitsch y lo rococ¨®, conforma obras escult¨®ricas de az¨²car glas y colorante metalizado. ¡°Considero mis tartas como una extensi¨®n de mi expresi¨®n art¨ªstica¡±, nos cuenta Alli Gelles, la creadora de lo ella misma percibe como esculturas comestibles. ¡°La ciudad o el caos del d¨ªa a d¨ªa me inspiran mucho a la hora de crear, aunque siempre es importante pensar en que los ingredientes combinen bien¡±.

Prepararlas en casa

Para una vez que podemos aprovecharnos de una moda para quitar complicaci¨®n en la cocina, hag¨¢moslo (pero sin olvidar la t¨¦cnica y el buen hacer). La tarea es f¨¢cil y divertida, eso si, que nadie se piense que por ser feas esto es v¨ªa libre para medir y pesar como de la gana, porque si no adem¨¢s de feas, la tarta quedar¨¢ incomible. Para empezar a prepararlas, lo mejor es hacerse con una receta de bizcocho b¨¢sico para rellenar. En El Comidista se pueden encontrar recetas sencillas, como esta de lim¨®n o esta de chocolate. Lo mejor es utilizar un molde redondo y dejar enfriar el bizcocho completamente una vez se haya sacado del horno. Mientras tanto se pueden preparar las coberturas que se van a utilizar para decorar. En este v¨ªdeo se puede ver c¨®mo preparar una crema de mascarpone muy sencilla para decorar cualquier tarta.

Una vez el bizcocho est¨¢ fr¨ªo puede partirse por la mitad y rellenarse. Aqu¨ª es donde empieza la parte divertida. Pueden rellenarse un par de mangas pasteleras con distintas boquillas, comprar o preparar algunas decoraciones (con chocolate o caramelo, por ejemplo). La tarta puede cubrirse con cobertura, pero tampoco pasa nada si no queda perfecta ¨Cde hecho, de eso va la cosa¨C, con las mangas ¡°manga ancha¡± total, un churro por aqu¨ª, otro por all¨¢¡­ cuanto m¨¢s ca¨®tico y loco, mejor. La actividad debe recordar a cuando de peque?os hac¨ªamos castillos de churretones en la playa. Como hemos dicho, cuanto m¨¢s elementos kitsch y horteras, mejor. As¨ª que si se tiene confeti o purpurina comestible, flores comestibles o decoraciones de az¨²car, a ponerlas por encima. Ver la cara de la gente cuando la sirvas ser¨¢ el primer triunfo; que al partirla para comerla nadie diga aquello de ¡°es que es tan bonita que da pena¡±, el segundo (lo rica que estar¨¢, ser¨¢ el tercero y definitivo).

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