Rose McGowan, la actriz que puso contra las cuerdas a Harvey Weinstein
¡°Nunca volver¨¦ a ser actriz. Hollywood tiene sus reglas y seguramente no querr¨¢n trabajar conmigo¡±, ha dicho la int¨¦rprete que primero denunci¨® al productor
Ahora es ya imposible predecir qu¨¦ hubiera sido de la carrera de Rose McGowan como actriz si un d¨ªa de 1997 no hubiera acudido a la reuni¨®n con Harvey Weinstein que le propuso su representante, Jill Messick. McGowan ten¨ªa 23 a?os y estaba en Utah para asistir al Festival de Cine de Sundance, donde se proyectaba una pel¨ªcula en la que ella aparec¨ªa, Going all the way, que se tradujo a espa?ol como Demasiado lejos. Tambi¨¦n hab¨ªa interpretado recientemente un papelito en el filme de t...
Ahora es ya imposible predecir qu¨¦ hubiera sido de la carrera de Rose McGowan como actriz si un d¨ªa de 1997 no hubiera acudido a la reuni¨®n con Harvey Weinstein que le propuso su representante, Jill Messick. McGowan ten¨ªa 23 a?os y estaba en Utah para asistir al Festival de Cine de Sundance, donde se proyectaba una pel¨ªcula en la que ella aparec¨ªa, Going all the way, que se tradujo a espa?ol como Demasiado lejos. Tambi¨¦n hab¨ªa interpretado recientemente un papelito en el filme de terror Scream del que Weinstein era productor ejecutivo.
Reunirse con ¨¦l era una oportunidad y casi una obligaci¨®n, como para otros muchos int¨¦rpretes que aspiraran a crecer en su profesi¨®n.
Al llegar a la cita a las 10 de la ma?ana en el Stein Eriksen Lodge, un empleado del hotel la subi¨® a la suite que ocupaba el productor. Nada extra?o en este tipo de encuentros. Mantuvieron una breve reuni¨®n profesional y cuando ya se marchaba, Einstein le coment¨® que la habitaci¨®n ten¨ªa una ba?era de hidromasaje. ¡°Luego lo que sucedi¨®, sucedi¨®¡±, cont¨® la actriz en Twitter donde sin proporcionar muchos m¨¢s detalles se refiri¨® a la experiencia como una violaci¨®n. ¡°Baste decir que se abri¨® una puerta y mi vida cambi¨®¡±.
Los detalles de este encuentro aparecieron en un art¨ªculo de The New York Times en octubre de 2017, poco despu¨¦s de que el mismo diario publicara una investigaci¨®n sobre el todopoderoso productor y los abusos sexuales que hab¨ªa protagonizado durante d¨¦cadas. Ese art¨ªculo tambi¨¦n marc¨® un antes y un despu¨¦s en la vida de Rose McGowan que dos d¨¦cadas despu¨¦s del asalto desarrollaba en su cuenta de Twitter un ferviente activismo feminista que debi¨® inquietar lo suficiente a Harvey Weinstein como para mandar a sus abogados a negociar con ella un acuerdo de confidencialidad por su decid¨ªa hablar sobre aquel antiguo incidente. De hecho a finales de septiembre de 2017, McGowan recibi¨® una oferta por su silencio de un mill¨®n de d¨®lares. Todo el mundo le recomendaba que aceptar¨¢ y ella pidi¨® seis millones porque en el fondo pensaba ¡°eres asqueroso, no quiero tu dinero, eso me har¨ªa sentir asquerosa¡±.
Cuando estall¨® el esc¨¢ndalo la actriz mand¨® a su abogado romper las negociaciones y se convirti¨® en el azote medi¨¢tico del productor, a pesar de que en alg¨²n momento pens¨® en tirar la toalla porque cre¨ªa que ya hab¨ªa pagado un alto precio con el estancamiento de su carrera. Una carrera de la que mentalmente ya se hab¨ªa liberado un par de a?os antes, tanto como para convertirse en activista desatada del feminismo y en voz con experiencia para criticar y denunciar los par¨¢metros que guiaban el negocio cinematogr¨¢fico en Hollywood. Abierta la espita del esc¨¢ndalo, McGowan dispar¨® contra el productor y contra todos los que se atrevieron a negar su historia, por ejemplo Ben Aflleck. Twitter lleg¨® a suspender la cuenta de la actriz ¨Csupuestamente porque hab¨ªa publicado un n¨²mero de tel¨¦fono privado¨C y eso la empuj¨® a desaparecer en una caba?a de Haw¨¢i para continuar escribiendo sus incendiarias memorias, pero tambi¨¦n provoc¨® el apoyo de otras voces conocidas que empezaron a atreverse a hablar de los m¨¦todos de Weinstein.
En cualquier caso las dudas sobre la personalidad oscura de Rose McGowan no las han disipado la sentencia que declara culpable al productor de delito sexual en primer grado (sexo oral forzado) a la ayudante de producci¨®n Mimi Haleyi y violaci¨®n en tercer grado (sin consentimiento expreso, seg¨²n la ley de Nueva York) a la actriz Jessica Mann. Quienes conocen a McGowan no dudan en afirmar que aquella experiencia le cambi¨® la vida.
McGowan hab¨ªa tenido una infancia poco convencional. Sus padres llevaban una vida hippie empe?ados en educar a sus hijos en la contracultura y en el pensamiento independiente. Una t¨ªa paterna, Rory, calific¨® a su propio hermano, que era l¨ªder de una especie de secta religiosa en Italia, de cari?oso pero diferente: ¡°Casi con seguridad era un man¨ªaco depresivo no diagnosticado¡±, cont¨® a The New York Times. Su abuela tuvo que rescatarla de aquel ambiente cuando lleg¨® a la edad de cursar la escuela secundaria. Y cuando ocurri¨® lo que la actriz afirma fue una violaci¨®n, parec¨ªa haber contenido a sus fantasmas y haber volcado su energ¨ªa en su profesi¨®n. El asalto de Weinstein la convirti¨®, seg¨²n una amiga de aquella ¨¦poca que tambi¨¦n era aspirante a actriz, en otra persona: ¡°Su luz se atenu¨®. Se volvi¨® muy protectora y nos enviaba mensajes cr¨ªpticos destinados a que mantuvi¨¦ramos alta la guardia¡±, le confes¨® al peri¨®dico norteamericano.
Su vida personal volvi¨® a dar tumbos. Inici¨® una relaci¨®n con Marilyn Manson, estrella del rock pero tambi¨¦n muy conocido por su controvertida imagen satanista, y se uni¨® a su circo durante tres a?os. Se volvi¨® desafiante con el sistema y frecuent¨® compa?¨ªas dudosas. Si sus interpretaciones la hubieran podido llevar a otro lugar m¨¢s destacado en su profesi¨®n ser¨¢ ya un enigma para siempre pero ella afirma que despu¨¦s de trabajar en Phantoms en 1998 ¨Cuna pel¨ªcula producida por Miramax¨C la sombra de Weinstein fue definitiva para que su nombre no estuviera encima de las mesas de los directivos de Hollywood.
Cuando sali¨® de su refugio en Haw¨¢i para huir de las noticias sobre Weinstein, su activismo subi¨® de decibelios. ¡°Sab¨ªa que somos legi¨®n¡±, dijo sobre las mujeres que sufrieron sus abusos. Ahora no se ve volviendo a Hollywood: ¡°Nunca volver¨¦ a ser actriz. Hollywood tiene sus reglas, sus esferas de influencia, sus financieros que seguramente no querr¨¢n trabajar conmigo¡±, ha dicho en una entrevista en Paris Match este mes. La actriz siente que, aunque su caso no haya sido juzgado, el pasado ha ajustado cuentas con Weinstein, aunque ella sigue sintiendo que est¨¢n atrapados juntos en una batalla: ¡°Esta es una gran victoria para todas las personas que hemos sido testigo de la conducta de Harvey Weinstein, que hemos sido muchas. Estamos viviendo un gran momento. Sinceramente, pensaba que iban a exonerarlo. No ten¨ªa muchas esperanzas en que se hiciera justicia¡± declar¨® al conocer la sentencia a cadena perpetua contra el productor de 67 a?os. Pero a?adi¨®: ¡°Me encantar¨ªa poder ser como otras personas y vivir mi vida. Probablemente no encuentre consuelo hasta que ¨¦l se muera, nos liberaremos cuando alguno de los dos se muera¡±.