Confidencias y secretos de Marisa Bruni Tedeschi, la madre de Carla Bruni
A punto de cumplir 90, la pianista revela los a?os que vivi¨® como suegra del entonces presidente franc¨¦s Nicolas Sarkozy y rememora las tragedias de su familia
La pianista y actriz Marisa Borinim, viuda de Alberto Bruni-Tedeschi y madre de Carla Bruni, se prepara para cumplir 90 a?os el pr¨®ximo 1 de abril. Una cifra ¡°escandalosa¡±, seg¨²n ha calificado ella misma en una entrevista con Il Corriere della Sera, y que celebrar¨¢ tocando el piano. ¡°Tendr¨¦ un concierto aqu¨ª en Par¨ªs el 1 de abril, el d¨ªa en que cumplo ese gran n¨²mero de a?os que odio y me resulta escandaloso¡±. Pese a ese odio, Marisa admite sentirse muy bien, m¨¢s all¨¢ del cansancio natural, pero con el cerebro en perf...
La pianista y actriz Marisa Borinim, viuda de Alberto Bruni-Tedeschi y madre de Carla Bruni, se prepara para cumplir 90 a?os el pr¨®ximo 1 de abril. Una cifra ¡°escandalosa¡±, seg¨²n ha calificado ella misma en una entrevista con Il Corriere della Sera, y que celebrar¨¢ tocando el piano. ¡°Tendr¨¦ un concierto aqu¨ª en Par¨ªs el 1 de abril, el d¨ªa en que cumplo ese gran n¨²mero de a?os que odio y me resulta escandaloso¡±. Pese a ese odio, Marisa admite sentirse muy bien, m¨¢s all¨¢ del cansancio natural, pero con el cerebro en perfectas condiciones. ¡°Todav¨ªa toco el piano de memoria. Para mi cumplea?os har¨¦ una fantas¨ªa de Schubert a cuatro manos con un amigo, luego Ravel, Erik Satie y Schumann con Martin Egel, con quien he viajado durante veinte a?os¡±, cuenta al diario italiano.
Un concierto en el que seguro asisten sus hijas, la cineasta Valeria Bruni, y la exmodelo y cantante Carla Bruni, quien ir¨¢ acompa?ada del expresidente franc¨¦s Nicolas Sarkozy, al que Marisa tiene gran aprecio. Y es que la suegra de Sarkozy guarda grandes recuerdos de la etapa en la que su hija fue primera dama de Francia. ¡°Nicolas me ha llevado a muchos viajes interesantes. Es encantador¡±, dice de su yerno y recuerda a las grandes personalidades a las que ha conocido. ¡°Los Obama llegaron al El¨ªseo con sus hijas y con la madre de Michelle, con quien me escond¨ªa a fumar fuera, porque a Michelle [Obama] no le gusta que se fume dentro de casa¡±, recuerda. Tambi¨¦n coincidi¨® con la reina Isabel II, con quien habl¨® de la crianza de los hijos. ¡°Ella sab¨ªa lo de Virginio¡±, dice sobre su primog¨¦nito fallecido en 2006 a causa del sida. Del Papa Ratzinger cuenta que la primera vez que le vio fue en el Vaticano. ¡°?l no me recibi¨® porque Carla a¨²n no estaba casada. Despu¨¦s, sin embargo, en el El¨ªseo me regal¨® un hermoso rosario de perlas¡±. Y de Sonia Gandhi, la pol¨ªtica india de origen italiano y esposa de Gandhi no guarda un buen recuerdo. ¡°La encontr¨¦ desagradable. [...] Inmediatamente nos dijo [a Carla y a m¨ª] que ahora es india, que ya no viaja a Tur¨ªn y no habla italiano¡±.
Marisa Bruni ha vivido en Par¨ªs desde que en los a?os 70 se mud¨® desde Tur¨ªn junto a su familia. Esta pianista y concertista de profesi¨®n, conoci¨® la guerra y el fascismo en su m¨¢ximo esplendor, y un matrimonio que le proporcion¨® una vida de libertad y viajes por todo el mundo, en contacto con los mejores artistas de su ¨¦poca que le abrieron paso a una vida privilegiada y exitosa. Una existencia que tambi¨¦n estuvo marcada por tragedias como el fallecimiento de su padre y la muerte tr¨¢gica de su hijo Virginio, v¨ªctima del sida a los 46 a?os.
De la guerra, Bruni tiene recuerdos muy claros que sabe que nunca olvidar¨¢.¡°Recuerdo la guerra, los bombardeos, y yo la ni?a que repart¨ªa chocolate a los soldados y se desmayaba cuando ve¨ªa sus manos amputadas¡± cuenta y a?ade cu¨¢l fue uno de los momentos que m¨¢s miedo pas¨®: ¡°Mi madre, mis dos hermanas y yo terminamos en una redada de los nazis. Nos colocaron sobre un maizal para dispararnos. Yo ten¨ªa 15 a?os. Despu¨¦s de dos horas decidieron dejarnos libres no sin antes incendiar nuestro hogar y haci¨¦ndonos testigos de la ejecuci¨®n de seis ni?os¡±. Una imagen, la de esos ni?os colgando de la horca, que Marisa Bruni nunca podr¨¢ borrar de su mente.
Pero atr¨¢s quedaron esos a?os para una ni?a inquieta que, pese a esas circunstancias, consigui¨® desarrollar una destreza m¨¢gica con el piano. A los 21 conoci¨® al que seis a?os despu¨¦s se convertir¨ªa en su marido, Alberto Bruni Tedeschi, su verdadero amor, pero no el ¨²nico. ¡°Alberto era 15 a?os mayor que yo y ten¨ªa una inteligencia extraordinaria. Me ense?¨® todo: arte, m¨²sica, finanzas. Nos quer¨ªamos mucho. Nunca nos separamos. Fue una historia de amor con cierta libertad. No escondimos nada y nunca nos peleamos por eso. La estima y el amor m¨¢s profundo siempre ha permanecido¡±, recuerda del compositor y magnate industrial, conocedor de las infidelidades de su esposa. La lista de amantes de Marisa Bruni van desde el gran pianista Arturo Benedetti Michelangeli hasta el joven Maurizio Remmert, veinte a?os menor que ella, y cuyo amor de seis a?os le convirtieron en el padre natural de Carla Bruni, quien no supo la verdadera identidad de su padre biol¨®gico hasta los 28 a?os.
La muerte de su primog¨¦nito Virginio, en 2006, con a?os y tras 15 enfermo de sida, marc¨® un antes y un despu¨¦s en la vida de la madre de la exmodelo y cantante Carla Bruni. ¡°Fue el momento m¨¢s triste de mi vida¡±, rememora la artista, quien asegura que dese¨® morir cuando perdi¨® a su hijo. "En este momento, uno quiere morir, pero como ni morir es f¨¢cil, te adaptas, encuentras actividades, recurres a otros que se quedan", cuenta ahora en referencia a sus dos hijas como grandes apoyos. La artista se refugi¨® en su familia, en su m¨²sica y tambi¨¦n en la asociaci¨®n que fund¨® en honor a su hijo un a?o despu¨¦s de su muerte, la Fundaci¨®n Virginio Bruni-Tedeschi.
Hace apenas siete a?os, Marisa Bruni protagoniz¨® la pel¨ªcula de su vida de la mano de su hija Valeria, quien abord¨® esos demonios familiares en la pel¨ªcula que dirigi¨®, realiz¨® y tambi¨¦n protagoniz¨®, Un castillo en Italia; y en 2016 la propia matriarca de la saga escribi¨® su biograf¨ªa. Ahora, a los casi 90 a?os, Marisa Bruni-Tedeschi sigue contando su historia.