La juez Judy que ha hecho una fortuna dictando sentencias en televisi¨®n

Puede que el nombre de Judy Sheindlin no diga nada pero si cada tarde se conecta con la cadena CBS y ve a una mujer administrando su peculiar justicia en un tribunal falso pero abarrotado de p¨²blico a trav¨¦s de la televisi¨®n entonces sabr¨¢ que se est¨¢ hablando de la juez Judy. Con cerca de nueve millones de espectadores cada d¨ªa, el programa al que la gente acude para airear sus disputas familiares, de negocios o incluso amorosas es el m¨¢s visto dentro del rango de los espacios dedicados a los tribunales (porque jueces hay m...

Puede que el nombre de Judy Sheindlin no diga nada pero si cada tarde se conecta con la cadena CBS y ve a una mujer administrando su peculiar justicia en un tribunal falso pero abarrotado de p¨²blico a trav¨¦s de la televisi¨®n entonces sabr¨¢ que se est¨¢ hablando de la juez Judy. Con cerca de nueve millones de espectadores cada d¨ªa, el programa al que la gente acude para airear sus disputas familiares, de negocios o incluso amorosas es el m¨¢s visto dentro del rango de los espacios dedicados a los tribunales (porque jueces hay m¨¢s, aunque no todos lleven en pantalla desde 1996). Sheindlin es el personaje televisivo cuyo cach¨¦ es el m¨¢s alto: 47 millones de d¨®lares al a?o.

Pero tras 25 a?os de dictar sentencias, la juez Judy ha decidido dar un ¨²ltimo golpe con su mazo y ha anunciado que esta temporada de 2020 ser¨¢ la ¨²ltima de ¡°un largo matrimonio con la cadena CBS¡±. ¡°Ha sido un casamiento feliz¡±, explic¨® Sheindlin durante una entrevista en el show de la tambi¨¦n popular Ellen Degeneres. Pero no hay raz¨®n para el adi¨®s total, ya que esta mujer de 77 a?os asegur¨® que en absoluto est¨¢ cansada y que ya est¨¢ en preparaci¨®n su siguiente versi¨®n: Judy Justice.

Con su toga negra rematada por un delicado cuello de ganchillo blanco y gafas pegadas a la punta de su nariz, la juez licenciada en Derecho en la American University de Washington ¡ªera la ¨²nica mujer de 126 alumnos all¨¢ por la d¨¦cada de los sesenta¡ª es intransigente, dura y suele gritar a los comparecientes. Debido a su modus operandi, en un art¨ªculo de Los Angeles Times se le acusaba de presidir ¡°un sombr¨ªo concurso disfuncional conocido como el Tribunal de Familia de Manhattan¡±.

Ejemplos para el asombro hay much¨ªsimos. En uno de sus casos m¨¢s c¨¦lebres, en el que una mujer acudi¨® para negar la paternidad de la hija en com¨²n que hab¨ªa tenido con su pareja hac¨ªa seis a?os, la juez calific¨® a la demandante de ¡°idiota¡± y asegur¨® que actuaciones como las suyas eran las que hac¨ªan necesario que en la sociedad existieran pruebas para ver qui¨¦n era apto para tener hijos. No faltan ocasiones en las que cuando hay varios individuos en el estrado acaba expulsando de la sala a alguno porque no soporta m¨¢s ¡°las tonter¨ªas y mentiras¡± que est¨¢ diciendo. Y tambi¨¦n puso en duda en la ¨¦poca en que la droga golpeaba duro a la ciudad de Nueva York, en los a?os ochenta, que el Estado debiera aportar dinero a las abuelas que se quedaban al cargo de los nietos.

Quiz¨¢ la gente decide acudir al programa de la juez porque m¨¢s all¨¢ de que el tribunal no es vinculante existen las c¨¢maras, muchas c¨¢maras, que muestran los diferentes ¨¢ngulos de la bondad, la bajeza y la grandeza humana. Quienes se prestan al c¨®digo jur¨ªdico-moral de Judy saben que vivir¨¢n sus minutos de gloria y, por un rato, en esa franja televisiva ser¨¢n estrellas. La juez Judy no deja acabar las frases de quien cree que est¨¢ mintiendo o escabull¨¦ndose con excusas para eludir su responsabilidad. ¡°No soporto la estupidez, no soporto la indolencia¡±, comentaba en una entrevista hace algunos a?os. Dicta sentencia y, bajo el acuerdo establecido con los participantes con el programa, esta debe cumplirse.

Si se la mide seg¨²n los par¨¢metros que maneja la revista Forbes, Judy Sheindlin tiene una colosal fortuna de m¨¢s de 450 millones de d¨®lares. Tan solo graba 52 d¨ªas al a?o y en un cuarto de siglo ha acumulado m¨¢s de 5.200 episodios. Como comparaci¨®n, aunque las ligas en las que jueguen sean diferentes, o precisamente por eso, el presidente del Tribunal Supremo de Estados Unidos tiene un sueldo anual de algo m¨¢s de 270.000 d¨®lares.

Adem¨¢s de infladas cuentas bancarias, la juez Judy tiene muchos reconocimientos del sector del entretenimiento. En 2006, imprim¨ªa sus huellas en su estrella de Hollywood Boulevard. En 2011, la reina de la peque?a pantalla opt¨® a 14 nominaciones a los premios Emmy. Finalmente gan¨® tres en 2013, 2016 y 2017. En 2019 obtuvo el premio a toda una trayectoria, que recompens¨® toda su carrera. En 1999, Judge Judy se convirti¨® en el programa de televisi¨®n m¨¢s visto del mundo. Su audiencia ha sido siempre mayor que la del legendario programa de Oprah Winfrey. En 2015, Judy Sheindlin ingres¨® en el libro de los r¨¦cord Guinness como la juez con m¨¢s a?os en la televisi¨®n. Tres a?os despu¨¦s, se convert¨ªa en la animadora mejor pagada del pa¨ªs. Ahora se va, deja una franquicia millonaria para apostar, cerca de los 80 a?os, por una nueva etapa ¡ªtelevisiva¡ª en su vida.