Otra joven princesa pide ayuda para escapar de Dub¨¢i
Desde la fallida huida de la jequesa Latifa, unas 40 mujeres han contactado con los activistas que la apoyaron en busca de asistencia
Otra joven princesa ha grabado un v¨ªdeo pidiendo ayuda para escapar de sus padres y de Dub¨¢i. La mujer, identificada como jequesa Maitha al Maktum, asegura que no aguanta m¨¢s y que tiene planeado irse esa misma noche. Al igual que hace dos a?os hiciera Latifa, una de las hijas del emir de Dub¨¢i, su prima Maitha intenta que ese mensaje la proteja del olvido. ¡°Si me pillan, estoy muerta¡±, advierte al otro lado de la pantalla. El abogado al que se lo envi¨® a finales del a?o pasado no ha vuelto a tener no...
Otra joven princesa ha grabado un v¨ªdeo pidiendo ayuda para escapar de sus padres y de Dub¨¢i. La mujer, identificada como jequesa Maitha al Maktum, asegura que no aguanta m¨¢s y que tiene planeado irse esa misma noche. Al igual que hace dos a?os hiciera Latifa, una de las hijas del emir de Dub¨¢i, su prima Maitha intenta que ese mensaje la proteja del olvido. ¡°Si me pillan, estoy muerta¡±, advierte al otro lado de la pantalla. El abogado al que se lo envi¨® a finales del a?o pasado no ha vuelto a tener noticias suyas.
De ah¨ª que el letrado, el brit¨¢nico David Haigh, haya compartido la grabaci¨®n con el programa 60 Minutes de la televisi¨®n australiana, que lo ha difundido. Sentada frente a la c¨¢mara, la muchacha, vestida con una camiseta azul y unos discretos pendientes por todo adorno, muestra su carn¨¦ emirat¨ª para probar su identidad, aunque en las im¨¢genes difundidas aparece borroso. Se disculpa por la m¨²sica de fondo con la que, explica, intenta evitar que alguien pueda o¨ªr lo que graba.
¡°Estoy planeando irme esta noche. ?Por qu¨¦? Ya no aguanto m¨¢s. Estoy¡ Simplemente, no aguanto m¨¢s¡±, afirma Maitha angustiada. ¡°Estoy harta de mis padres, siento que¡ Me ir¨¦ dentro de unas horas (¡) Si me pillan, estoy muerta¡±, a?ade entre sollozos antes de explicar que desea que se difunda el v¨ªdeo en caso de que algo le suceda.
En los cortes mostrados en el programa televisivo, Maitha no dice su edad ni explica el motivo concreto de su decisi¨®n. Haigh, el abogado a quien envi¨® la grabaci¨®n, asegura que la jequesa, de 26 a?os, quiere irse de Dub¨¢i debido al trato que reciben las mujeres en el emirato. No obstante, se muestra renuente a facilitar a EL PA?S el v¨ªdeo completo por temor a perjudicar los intereses de la joven. A pesar de la imagen de modernidad que proyecta, Emiratos ?rabes Unidos (la federaci¨®n a la que pertenece Dub¨¢i) mantiene el sistema de tutela masculina sobre las mujeres (wilaya), que limita su libertad y existe en distinto grado en las seis monarqu¨ªas de la pen¨ªnsula Ar¨¢biga.
Haigh, que es tambi¨¦n uno de los activistas detr¨¢s de la campa?a internacional por la liberaci¨®n de Latifa, cuenta que perdi¨® el contacto con Maitha despu¨¦s de que fracasara el intento de fuga del que habla en el v¨ªdeo, ¡°a finales del a?o pasado¡±; desde entonces desconoce su paradero. De hecho, explica, fue el intento de Latifa lo que inspir¨® a Maitha. En marzo de 2018, aquella logr¨® huir en un yate, pero fue capturada poco despu¨¦s frente a las costas de India por un grupo de hombres armados y devuelta al emirato.
A diferencia de Latifa, Maitha no es hija del emir de Dub¨¢i, el jeque Mohamed Bin Rashid al Maktum sino sobrina por el lado materno de su familia. El gobernante tiene una hija del mismo nombre, la karateka Maitha Bint Mohamed al Maktum, de 31 a?os, que fue la abanderada de Emiratos ?rabes Unidos en los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn (2008).
¡°No se trata solo de Maitha, desde la fallida huida de Latifa se han puesto en contacto con nosotros alrededor de 40 mujeres del Golfo¡±, se?ala el abogado que lo atribuye a las restricciones que impone la tutela. Su alcance var¨ªa seg¨²n el pa¨ªs, pero en esencia subordina a las mujeres, sin importar su edad o estado civil, a su guardi¨¢n, sea el padre, el marido o, en algunos casos, otro var¨®n de la familia. Aunque incluso en Arabia Saud¨ª se ha suavizado en los ¨²ltimos a?os, en las seis monarqu¨ªas necesitan el permiso del guardi¨¢n para casarse y el cabeza de familia tiene autoridad para limitar sus movimientos.
Maitha es la tercera mujer de la familia gobernante de Dub¨¢i que intenta escapar de lo que se revela como una jaula de oro en los dos ¨²ltimos a?os. Solo la princesa Haya, la m¨¢s joven de las esposas del emir, ha tenido ¨¦xito hasta ahora y lucha en los tribunales brit¨¢nicos por obtener la custodia de los dos hijos en com¨²n, que se llev¨® con ella.
El pasado marzo, el juez que lleva el caso, Andrew McFarlane, acept¨® como probadas sus acusaciones de secuestro, tortura e intimidaci¨®n a mujeres de la familia. El magistrado concluy¨® que el jeque Mohamed, que es vicepresidente y primer ministro de Emiratos, ¡°orden¨® y orquest¨®¡± el secuestro de Latifa, igual que hizo con otra de sus hijas, Shamsa, durante una estancia en Cambridge (Reino Unido) en el a?o 2000. Esos precedentes le hicieron dar por buenos los temores de Haya de que su vida corr¨ªa peligro y no tuvo m¨¢s remedio que huir de Dub¨¢i.