Vorayuth Yoovidhya: heredero de Red Bull y homicida a la fuga
La presi¨®n social en Tailandia y la intervenci¨®n del Gobierno reabre el caso contra el joven, en paradero desconocido tras atropellar a un polic¨ªa hace ocho a?os
Ya lo pregonaba el famoso anuncio de televisi¨®n: ¡°Red Bull te da alas¡±. Quiz¨¢ sea ese el secreto que ha permitido al heredero del imperio de la bebida energ¨¦tica, Vorayuth Yoovidhya, escapar a la justicia despu¨¦s de que en 2012 atropellara a un polic¨ªa en Bangkok, acabando con su vida. El caso despert¨® una oleada de indignaci¨®n popular ante la aparente impunidad de las clases privilegiadas en Tailandia, una presi¨®n social que ha lleva...
Ya lo pregonaba el famoso anuncio de televisi¨®n: ¡°Red Bull te da alas¡±. Quiz¨¢ sea ese el secreto que ha permitido al heredero del imperio de la bebida energ¨¦tica, Vorayuth Yoovidhya, escapar a la justicia despu¨¦s de que en 2012 atropellara a un polic¨ªa en Bangkok, acabando con su vida. El caso despert¨® una oleada de indignaci¨®n popular ante la aparente impunidad de las clases privilegiadas en Tailandia, una presi¨®n social que ha llevado a la oficina del primer ministro a imponer su reapertura tras cerrarse en falso el pasado mes de julio. La Interpol ha emitido ya una notificaci¨®n roja, la m¨¢s urgente, para localizar al joven fugado.
El sargento mayor de polic¨ªa Wichian Klanprasert cumpl¨ªa con una jornada ordinaria de trabajo el 3 de septiembre de 2012, patrullando las calles de la capital tailandesa a lomos de su motocicleta como cualquier otro d¨ªa, cuando fue arrollado por un Ferrari plateado. El veh¨ªculo, que circulaba muy por encima de la velocidad permitida, arrastr¨® su cuerpo durante 100 metros antes de abandonar el lugar de los hechos. El rastro de las manchas de aceite guio a la polic¨ªa hasta la puerta de Vorayuth Yoovidhya, nieto del fundador de Red Bull y miembro de la segunda familia m¨¢s adinerada del pa¨ªs.
En un primer momento el joven neg¨® cualquier implicaci¨®n con los hechos, luego mantuvo que era su asistente personal quien iba al volante hasta que, por fin, reconoci¨® su culpabilidad. Los an¨¢lisis mostraron que hab¨ªa consumido alcohol y drogas. Vorayuth fue acusado de exceso de velocidad, atropello, fuga y falso testimonio; por lo que enfrentaba una sentencia de hasta diez a?os de c¨¢rcel. Acto seguido, sali¨® a la calle en libertad bajo fianza.
Arranc¨® entonces un proceso judicial del que el joven se ausent¨® de manera constante, ignorando las convocatorias aduciendo compromisos profesionales mientras en sus perfiles de redes sociales presum¨ªa de lujosos viajes, por ejemplo, para esquiar en Jap¨®n. En abril de 2017 la cuenta de citaciones sin respuesta se elev¨® a ocho, por lo que la corte aprob¨® una orden de arresto contra ¨¦l. Cuando las fuerzas de seguridad fueron a su encuentro descubrieron que hab¨ªa escapado a Singapur en su avi¨®n privado. Una vez all¨ª, abandon¨® la nave y continu¨® con su periplo. Las autoridades no pudieron hacer m¨¢s que cancelar su pasaporte y alertar a Interpol, que emiti¨® una primera notificaci¨®n de b¨²squeda y captura.
Vorayuth, no obstante, desapareci¨®. Con el paso del tiempo algunas de las acusaciones en su contra comenzaron a prescribir. En julio de este a?o, la polic¨ªa anunci¨® la retirada de todos los cargos, siguiendo instrucciones del fiscal general. Esta decisi¨®n provoc¨® un enorme descontento social, plasmado en un movimiento que llamaba a boicotear el consumo de los productos de la empresa.
Unas pocas semanas m¨¢s tarde las fuerzas del orden comenzaron una investigaci¨®n interna sobre las irregularidades del caso, motivada por la intervenci¨®n de la oficina del primer ministro, la cual concluy¨® que se hab¨ªan producido ¡°concesiones¡±. A consecuencia, a principios de agosto el proceso se reabri¨®, con una nueva orden de arresto internacional contra Vorayuth Yoovidhya por ¡°conducci¨®n imprudente con resultado de muerte¡± y consumo de coca¨ªna. Interpol ha reinstaurado tambi¨¦n la notificaci¨®n roja, tal y como confirm¨® el pasado domingo el portavoz policial Krissana Pattanacharoen. ¡°Tenemos que hacer todo lo posible (...) para traerlo de vuelta al pa¨ªs porque es un crimen muy serio¡±, sentenci¨®.
Una saga familiar
La vida de Vorayuth Yoovidhya no podr¨ªa ser m¨¢s diferente de la de su abuelo, Chaleo Yoovidhya, el fundador de Red Bull. Poco se sabe de los or¨ªgenes del empresario, m¨¢s all¨¢ de que naci¨® en el seno de una familia pobre de un pueblo rural de Tailandia en una fecha indeterminada. Chaleo comenz¨® su carrera vendiendo antibi¨®ticos hasta que mont¨® su propia firma farmac¨¦utica. En 1976, en un momento de ¡°inspiraci¨®n divina¡± seg¨²n contar¨ªa despu¨¦s, cre¨® una bebida energ¨¦tica. En su etiqueta coloc¨® dos gaures o bisontes de la India, una especie bovina salvaje originaria del sudeste asi¨¢tico.
El brebaje acabar¨ªa en manos de un agente comercial austr¨ªaco llamado Dietrich Mateschitz, de visita en el pa¨ªs, apaciguando su jet lag. Ambos se asociaron y en 1987 lanzaron una versi¨®n adaptada para el mercado internacional: hab¨ªa nacido Red Bull. Cada uno aport¨® medio mill¨®n de d¨®lares y se repartieron un 49% de la nueva franquicia. El 2% restante fue a parar a manos del primog¨¦nito de Chaleo, Chalerm Yoovidhya.
?l es hoy el cabeza de familia tras el fallecimiento de su padre en 2012. Chalerm controla el entramado empresarial que produce la bebida, la cual vendi¨® en 2019 7.500 millones de latas en 171 pa¨ªses. El patrimonio de los Yoovidhya se eleva a 20.200 millones de d¨®lares (17.100 millones de euros) seg¨²n Forbes, lo que hace de ellos la segunda familia m¨¢s acaudalada de Tailandia. La reputaci¨®n de Chalerm tampoco es intachable: su nombre ha aparecido en los famosos papeles de Panam¨¢; una falta menor comparada con la su hijo, fugitivo de la justicia. Por desgracia para este ¨²ltimo, las alas de Red Bull no son m¨¢s que marketing.