El cumplea?os m¨¢s dif¨ªcil de la todopoderosa Anna Wintour
La editora de moda se acaba de separar tras 20 a?os de matrimonio y se enfrenta a acusaciones de no promover la diversidad en sus publicaciones
No son buenos tiempos para la todopoderosa Anna Wintour que este martes cumple 71 a?os. Ella que suele estar tan implicada en las elecciones de EE UU ha pasado los ¨²ltimos d¨ªas lidiando con dos asuntos espinosos: su separaci¨®n tras 20 a?os de matrimonio y las acusaciones de no promover la diversidad en las publicaciones que dirige. Wintour, famosa por su complicado car¨¢cter, guarda silencio mientras intenta recomponer las grietas que han aparecido en su vida.
Ser l¨ªder editorial de todos los t¨ªtulos de uno de los grup...
No son buenos tiempos para la todopoderosa Anna Wintour que este martes cumple 71 a?os. Ella que suele estar tan implicada en las elecciones de EE UU ha pasado los ¨²ltimos d¨ªas lidiando con dos asuntos espinosos: su separaci¨®n tras 20 a?os de matrimonio y las acusaciones de no promover la diversidad en las publicaciones que dirige. Wintour, famosa por su complicado car¨¢cter, guarda silencio mientras intenta recomponer las grietas que han aparecido en su vida.
Ser l¨ªder editorial de todos los t¨ªtulos de uno de los grupos editoriales m¨¢s importantes del mundo con cabeceras como Vanity Fair, GQ, AD, Glamour y Cond¨¦ Nast Traveller, adem¨¢s de la propia Vogue, le ha dado carta blanca para encumbrar y truncar carreras de dise?adores, para decidir lo que se lleva y lo que no, para marcar tendencias e imponer uniformes a los fashionistas.
La pasada semana art¨ªculo publicado en The New York Times (NYT), revelaba que algunos empleados negros de Vogue han preferido hablar con la publicaci¨®n bajo el paraguas del anonimato que hacerlo con su editora jefa. Entre las 18 personas negras que han charlado con el diario estadounidense la conclusi¨®n es que el perfil del empleado ideal de Vogue est¨¢ muy claro: alguien delgado, blanco, de familia adinerada y educado en escuelas de ¨¦lite. Un exmiembro negro del personal de la revista de moda manifestaba a NYT: ¡°La moda es una mierda, as¨ª es como se supone que debe ser. Pero en Vogue cuando se eval¨²a una sesi¨®n o un determinado estilo, dec¨ªamos: ¡®Esto es Vogue o esto no es Vogue¡¯ y lo que significaba realmente era: delgado, rico y blanco. ?C¨®mo trabajas en ese ambiente?¡±.
El pasado 4 de junio ya se vio obligada a publicar un comunicado pidiendo disculpas: ¡°Quiero decir claramente que s¨¦ que Vogue no ha encontrado v¨ªas suficientes para elevar y dar espacio a editores, redactores, fot¨®grafos, dise?adores y todo tipo de creadores negros. Adem¨¢s, hemos cometido fallos y publicado im¨¢genes e historias que han sido da?inas e intolerantes. Asumo toda la responsabilidad por los mismos¡±, admiti¨® la brit¨¢nica, y continu¨®: ¡°No debe ser f¨¢cil ser un trabajador negro en Vogue, y sois muy pocos. S¨¦ que no basta con decir que lo haremos mejor, pero lo haremos. Y por favor, sabed que valoro vuestras voces y vuestras respuestas a medida que avanzamos. Estoy a la escucha y me gustar¨ªa o¨ªr vuestros comentarios y sugerencias si dese¨¢is compartirlos¡±.
La editora tambi¨¦n cuenta con apoyos poderosos entre empleados que afirman que Cond¨¦ Nast ha realizado cambios positivos y que Wintour ha ascendido a personas negras a puestos importantes dentro de la estructura.
D¨ªas antes de este art¨ªculo que compromet¨ªa la imagen de Wintour, la editora sufr¨ªa una intrusi¨®n en su vida privada que tiene blindada desde hace a?os. La prensa de EE UU anunciaba su divorcio tras 20 a?os de matrimonio del millonario de telecomunicaciones Shelby Bryan.
Wintour y Bryan se conocieron en un baile ben¨¦fico del Ballet de Nueva York. Ambos estaban casados y ten¨ªan hijos. No fue hasta 2004 cuando pasaron por el altar. En sus a?os de matrimonio llevaron una vida social bastante discreta. Se dejaban ver en algunas fiestas y partidos de tenis. Pero poco m¨¢s. Una discreci¨®n que se vio interrumpida en 2013 cuando The Daily Telegraph public¨® que Bryan deb¨ªa al Estado 1,2 millones de d¨®lares (m¨¢s de un mill¨®n de euros). El empresario lleg¨® a un acuerdo con la Hacienda estadounidense, pero no abon¨® todo lo prometido. ¡°Me hubiera encantado poder hacerlo, pero no tengo dinero en efectivo¡±, aleg¨® Bryan. Algo llamativo teniendo en cuenta que forma parte de una de las familias con m¨¢s historia y mejor posicionadas del Estado de Texas, que lleg¨® a estudiar en la Harvard Business School, y que, adem¨¢s, consigui¨® patentar junto a Morgan Stanley uno de los primeros sistemas modernos de telefon¨ªa m¨®vil. Bryan, quien lleg¨® a contar con una fortuna a su nombre de 30 millones de d¨®lares (22 millones de euros) tras divorciarse de su exmujer Katherine en 1999, fue duramente golpeado por la recesi¨®n y lo perdi¨® casi todo.
Adem¨¢s de por su relaci¨®n con la reina de la moda, Bryan es muy conocido en EE UU por organizar cenas y fiestas para recoger fondos y colaborar con las campa?as de los presidentes dem¨®cratas. Lo hizo para Obama y para el ex presidente Bill Clinton, en la d¨¦cada de los noventa. Adem¨¢s, este ¨²ltimo le nombr¨® miembro del Comit¨¦ de Inteligencia de su Gobierno.
Solo 24 horas despu¨¦s de que se conociera la separaci¨®n de Anna Wintour se le atribuy¨® una nueva relaci¨®n. Se trata del actor Bill Nighy, con quien desde hace tiempo se deja ver en desfiles de moda, teatros y restaurantes en Nueva York y Londres. En enero de este a?o Wintour parec¨ªa m¨¢s feliz que nunca cuando ella y Nighy fueron vistos comiendo juntos en Nueva York; tan feliz, de hecho, que incluso se quit¨® moment¨¢neamente sus gafas de sol, un gesto ins¨®lito en la diva. Nighy, de 70 a?os, siempre se ha negado a comentar si su amistad es en realidad amor. La pareja se conoce desde hace diez a?os.