Vuelta al cole

A diferencia de muchas personas que conozco, adoro los d¨ªas de lluvia tranquila. La lluvia lava lo viejo y el tiempo se encargar¨¢ de germinar lo nuevo. Rayos, truenos, tempestades son otra cosa. A menudo tiendo a verlos como demostraciones de la naturaleza similares a sentimientos.

Ahora que todo lo dominan las emociones y razonamos menos, parecemos vivir en un interminable tiempo de tormentas. Cualquier cosa puede desatarlas. Algunos levantan suspicacias sobre el elevado precio de la ...

A diferencia de muchas personas que conozco, adoro los d¨ªas de lluvia tranquila. La lluvia lava lo viejo y el tiempo se encargar¨¢ de germinar lo nuevo. Rayos, truenos, tempestades son otra cosa. A menudo tiendo a verlos como demostraciones de la naturaleza similares a sentimientos.

Ahora que todo lo dominan las emociones y razonamos menos, parecemos vivir en un interminable tiempo de tormentas. Cualquier cosa puede desatarlas. Algunos levantan suspicacias sobre el elevado precio de la educaci¨®n de la princesa Leonor en ese supercolegio en Gales donde inicia su formaci¨®n adulta. Sin ser madre ni padre, comentar lo que cuesta la vuelta al cole resulta el t¨ªpico tema que puede generarme ansiedad. Imagino que a la princesa tambi¨¦n: cuando estuve en un internado a su edad y mis padres me recordaban lo que costaba y el esfuerzo que les significaba, sent¨ªa ganas de entregarme a la nicotina, al alcohol barato o hacerme amigo de los heavies y dejar de escuchar Depeche Mode.

Nuestra princesa parece much¨ªsimo m¨¢s centrada que yo y coronar¨¢ el curso con buenas notas pero, mientras, alguien deber¨ªa explicar por qu¨¦ esos colegios exclusivos son tan caros. Tambi¨¦n es cierto que sus padres y abuelos, al no tener que enfrentarse al carbonizado recibo de la luz, disponen de un presupuesto extra para cubrir los nuevos gastos acad¨¦micos. Una cosa s¨ª hay que agradecerles a esos colegios tan buenos, aparte de que puedas conocer a otros millonarios e influencers: sus gimnasios y bibliotecas est¨¢n muy bien surtidos. Hay libros para todos los gustos. Liberal, progre, ecologista, republicano, anticolonialista. Puede ser que, hoy d¨ªa, tener la cabeza bien amueblada y conectada conlleve un precio elevado. M¨¢s elevado que el de la factura de la luz.

Es probable que all¨ª tambi¨¦n pueda leer la revista mensual, tanto online como en papel, de The Wall Street Journal, biblia del capitalismo ilustrado. Marta Ortega, heredera y princesa de ese imperio llamado Zara, acaba de concederles una entrevista. No s¨¦ cu¨¢ntas ha ofrecido a la prensa espa?ola, pero esta parece sesuda y penetrante. Con tela y repercusi¨®n financiera. Los periodistas estadunidenses la acompa?aron en su d¨ªa a d¨ªa en la sede en Arteixo y seg¨²n sus palabras ve su labor como la de ¡°tender puentes entre la pasarela y la calle, el pasado y el presente, la tecnolog¨ªa y la moda, el arte y la funcionalidad¡±. Very corporate! En ingl¨¦s puede quedar mejor que el mon¨®logo de Cordelia ante su padre, el rey Lear. Y para completar este delicioso ramillete de herederas estudiando y creciendo fuera de Espa?a, est¨¢ Andrea Janeiro, que se ha adaptado al Brexit divinamente y durante una visita reciente le ense?¨® una Inglaterra diversa y urbana a su madre Bel¨¦n Esteban, la princesa del pueblo. O sea, que tambi¨¦n tiende puentes. En este caso, entre el pasado y el presente. Estas tres herederas, estas tres mujeres, Leonor, Andrea y Marta, est¨¢n llamadas a liderar un mundo descarbonizado y sostenible. Y, afortunadamente, han sido formadas en buenos colegios.

Pen¨¦lope Cruz se form¨® en la escuela de interpretaci¨®n Cristina Rota y esta semana la biblia del entretenimiento, Variety, apost¨® a que su interpretaci¨®n en Madres paralelas, la nueva pel¨ªcula de Pedro Almod¨®var, estar¨¢ nominada al Oscar. Otro triunfo para la actriz espa?ola y otra raz¨®n para sentir m¨¢xima expectaci¨®n por esta nueva aventura cinematogr¨¢fica. Parte de la rueda de prensa en el festival de Venecia, previa al estreno de la pel¨ªcula, la ocuparon las referencias a la memoria hist¨®rica y la necesidad de ponerla en pr¨¢ctica. Almod¨®var manifest¨® que le debemos una compensaci¨®n a los desaparecidos de nuestra historia reciente y a sus familias. Pen¨¦lope Cruz escuchaba a su lado, vestida de Chanel, atenta y compa?era. Las palabras de Almod¨®var levantar¨¢n alguna tormenta. Pero con la calma posterior llegar¨¢ una gran afluencia de p¨²blico a sus Madres paralelas.