Amalia de Orange cumple 18 a?os e inicia la ruta hacia el trono de Pa¨ªses Bajos
La primog¨¦nita de los reyes Guillermo y M¨¢xima dir¨¢ sus primeras palabras oficiales este mi¨¦rcoles al tomar asiento sin derecho a voto en el Consejo de Estado
Un cumplea?os con cariz muy institucional y miras de Estado. La princesa Catalina Amalia de Orange cumple este martes 18 a?os y con la mayor¨ªa de edad se estrena en sus funciones constitucionales. A partir del mi¨¦rcoles, la heredera de la corona holandesa ocupar¨¢ un asiento sin derecho a voto en el Consejo de Estado. Este es un organismo independiente asesor del Gobierno y la m¨¢xima instancia administrativa de Pa¨ªses Bajos para resolver diferencia...
Un cumplea?os con cariz muy institucional y miras de Estado. La princesa Catalina Amalia de Orange cumple este martes 18 a?os y con la mayor¨ªa de edad se estrena en sus funciones constitucionales. A partir del mi¨¦rcoles, la heredera de la corona holandesa ocupar¨¢ un asiento sin derecho a voto en el Consejo de Estado. Este es un organismo independiente asesor del Gobierno y la m¨¢xima instancia administrativa de Pa¨ªses Bajos para resolver diferencias entre y los ciudadanos y la Administraci¨®n. Su padre, el rey Guillermo, que es el presidente del Consejo ¡ªsin poder de decisi¨®n¡ª la acompa?ar¨¢ junto con su esposa, la reina M¨¢xima, madre de la joven. La solemne jornada servir¨¢ para que su hija pronuncie sus primeras palabras oficiales en la nueva etapa que afronta. Aunque la princesa se ha tomado un a?o sab¨¢tico tras el bachillerato, le aguarda la universidad, y no se espera que lleve a cabo todav¨ªa una intensa labor p¨²blica, pero aqu¨ª se abre la nueva ruta hacia el trono. En su momento, ser¨¢ una de las cinco nuevas soberanas europeas, y las de su generaci¨®n han empezado tambi¨¦n a darse a conocer. Son Isabel de B¨¦lgica (de 20 a?os), Ingrid Alexandra de Noruega (17) y Leonor de Espa?a (16). La mayor de todas ellas, Victoria de Suecia, tiene 44 a?os y lleva a cabo desde hace tiempo labores institucionales.
La reina M¨¢xima tiene tambi¨¦n un asiento sin capacidad para votar en el Consejo de Estado. La presencia de la Corona en el mismo no implica que puedan influir en sus decisiones, pero ¡°asistir a las reuniones les permite conocer el funcionamiento del ordenamiento estatal¡±. ¡°Los temas abordados son un reflejo de los procesos sociales y contribuyen a una mayor comprensi¨®n de los mismos¡±, seg¨²n portavoces del organismo. En conversaci¨®n telef¨®nica, Remco Meijer, especialista en la Casa Real del rotativo De Volkskrant, explica que ¡°Amalia puede aprender mucho en estas sesiones¡±. ¡°Como quiere acabar sus estudios, lo m¨¢s probable es que tarde cuatro o cinco a?os en asistir de forma regular. Pero con la ceremonia de este mi¨¦rcoles, marcada por la Constituci¨®n, se fija que hay una heredera adulta del trono¡±, asevera.
El nombre completo de la heredera del trono de Pa¨ªses Bajos es Catalina-Amalia Beatriz Carmen Victoria. Reinar¨¢ con el nombre de Amalia. Los de sus dos abuelas y el de la princesa sueca completan los elegidos por sus padres. Tiene aptitudes para el canto y le gusta montar a caballo. Practica hockey, un deporte muy popular en Pa¨ªses Bajos, cuyo equipo femenino ha sido ocho veces campe¨®n del mundo y posee cuatro medallas de oro ol¨ªmpicas. Habla con fluidez neerland¨¦s, espa?ol e ingl¨¦s, y cuando era peque?a, sus padres utilizaban el franc¨¦s entre ellos cuando no quer¨ªan que se enterase de algo. ¡°Ahora ya no, claro. Todo en neerland¨¦s, y bien claro¡±, ha dicho. La familia es aficionada a los juegos y los toman en serio. ¡°No somos competitivos, es que no nos gusta perder¡±, ha reconocido, en las pocas entrevistas informales que le han hecho con motivo del D¨ªa del Rey. Es el 27 de abril, cumplea?os de su padre, y se celebra con fiestas y concursos en la calle.
Amalia de Orange es buena alumna, lo mismo que sus hermanas, las princesas Alexia y Ariane, y ha indicado que le gustar¨ªa estudiar ¡°algo econ¨®mico¡±, para entender el funcionamiento del dinero. Tambi¨¦n le interesan el derecho y la historia, y cursar¨ªa la carrera en su pa¨ªs y un m¨¢ster en el extranjero. Si bien asegura haber ¡°aceptado¡± su destino, no tiene prisa por llegar al trono. En los posados oficiales de invierno y verano con su familia se pone a veces ropa de su madre. Esta ha reconocido que se compra blusas o vestidos pensando en su hija, por si luego los quiere llevar, algo que suele ocurrir. Amalia tiene buenos amigos de la escuela secundaria y en las fiestas sirve bebidas y se mezcla sin protocolo. Son sus momentos privados, fuera del ojo de los fot¨®grafos.
La televisi¨®n holandesa le dedica esta semana sendos documentales en los que participan desde psic¨®logos a dise?adores de moda. Sin embargo, para acercarse en persona a sus compatriotas, Amalia ha seguido una tradici¨®n inaugurada por su abuela, la antigua reina Beatriz: se ha prestado a una larga conversaci¨®n con una escritora conocida. La joven llam¨® a la autora y humorista Claudia de Breij para que escribiera su perfil, que se titula Amalia. Publicado el 16 de noviembre, se han vendido ya m¨¢s de 100.000 ejemplares de una obra de 112 p¨¢ginas y que ya va por la cuarta edici¨®n. De Breij ha hecho bromas sobre la familia real en sus actuaciones, y en 2018 cant¨® una versi¨®n en rap y en hip-hop del himno nacional. Fue su respuesta a la petici¨®n del entonces l¨ªder del partido democristiano de que los escolares lo cantaran de nuevo en clase.
Su relato del encuentro rompe algunos tab¨²s gracias a la sinceridad de la joven, que desvel¨® sus visitas al psic¨®logo cuando lo necesita. Daba as¨ª la misma importancia a la salud f¨ªsica y mental. O bien que ha levantado un muro emocional para que no le afecten los comentarios, muchas veces hirientes, vertidos sobre ella en las redes sociales. Tambi¨¦n le explic¨® que ha renunciado a la asignaci¨®n de 300.000 euros anuales que le corresponden a partir de ahora y hasta que termine su educaci¨®n. Los reyes barajaban esa posibilidad y ella tom¨® la decisi¨®n de escribir una carta al primer ministro en funciones, el liberal de derecha, Mark Rutte. Amalia utilizar¨¢ los 1,3 millones restantes que le corresponden seg¨²n la ley solo si incurre en grandes gastos en su preparaci¨®n para el trono. Le pareci¨® que era mejor as¨ª ¡°mientras tenga poco que ofrecer a cambio¡±, dice. Remco Meijer atribuye la buena acogida del libro a la curiosidad despertada por Amalia, ¡°reconocible desde que naci¨®, pero en cierto modo tambi¨¦n una desconocida, y que habla aqu¨ª con voz propia¡±.
Las casas reales de B¨¦lgica, Noruega y Espa?a han dise?ado su propio trayecto para sus herederas. La belga Isabel ha pasado ya por un curso en el Ej¨¦rcito y estudia ahora en la universidad brit¨¢nica de Oxford. Ingrid de Noruega ser¨¢ la segunda soberana de su pa¨ªs desde el siglo XV, cuando la reina Margarita rein¨® sobre Noruega, Dinamarca y Suecia. Como Amalia, es ahijada de Victoria de Suecia, y est¨¢ terminando la secundaria. La princesa de Asturias, Leonor de Borb¨®n, estudia el bachillerato internacional en el United World College of the Atlantic, en Gales. Se estren¨® en un acto en el Instituto Cervantes y luego en los premios que llevan su nombre, as¨ª como en los de Princesa de Girona.
Victoria de Suecia, casada y con dos hijos, lleva m¨¢s a?os ejerciendo como heredera. Tanto ella como Ingrid de Noruega acceder¨¢n al trono despu¨¦s de que sus pa¨ªses sancionaran la primogenitura sin distinci¨®n de sexo. Amalia de Orange, por el contrario, seguir¨¢ los pasos de una larga lista de reinas holandesas: su abuela Beatriz, la bisabuela Juliana, y Guillermina, la tatarabuela. Emma, la madre de Guillermina, fue regente a la muerte de su esposo.