Las resurrecciones de Shania Twain: abusos, un divorcio y una enfermedad que casi la deja sin voz

¡°Pens¨¦ que hab¨ªa perdido la voz para siempre, que nunca volver¨ªa a cantar¡±. Shania Twain (Windsor, Canad¨¢, 56 a?os) ha vislumbrado el final de su carrera en varias ocasiones y m¨¢s cerca de lo que jam¨¢s una estrella del pop desear¨ªa. Una de las que la cantante canadiense recuerda con especial dureza ocurri¨® en 2004, tras la gira mundial de su cuarto trabajo, Up!, el ¨¢lbum que se convertir¨ªa en su tercer disco de diamante consecutivo ¡ªm¨¢s de 10 millones de copias vendidas de un mismo ¨¢lbum en Estados Unidos¡ª y su primer trabajo despu¨¦s de ser madre, a los 35 a?os, de su hijo Eja D¡¯Angelo, fruto de su relaci¨®n con el productor y compositor Robert John Mutt Lange. ¡°Estaba montando a caballo cuando me pic¨® una garrapata, que estaba infectada con la enfermedad de Lyme¡±, explica emocionada en el documental Shania Twain. Not just a girl, estrenado en Netflix el 26 de julio.

¡°Me mareaba en el escenario, perd¨ªa el equilibrio y ten¨ªa miedo de caerme de ¨¦l. Los desvanecimientos eran muy regulares, cada 30 segundos o cada minuto. Tuve todos los s¨ªntomas de la enfermedad mientras segu¨ªa el tratamiento; me recuper¨¦, pero mi voz nunca volvi¨® a ser la misma¡±, reconoce Twain.

Una voz, la de Eilleen Regina Edwards (su nombre real), que desde los ocho a?os recorr¨ªa los bares de Timmins, una ciudad minera al noreste de la canadiense Ontario, donde se mud¨® a vivir tras el divorcio de sus padres junto a su madre Sharon. Criada en una familia que apenas ten¨ªa para pagar la luz, el alquiler y hacer la compra, ve¨ªa como su padrastro, Jerry Twain ¡ªque reconocer¨ªa a Shania como su hija y al que le debe su apellido art¨ªstico¡ª, pegaba a su madre cada noche.

La int¨¦rprete de You¡¯re Still the One acabar¨ªa confesando en sus memorias From This Moment On, publicadas en 2011, que Jerry tambi¨¦n abus¨® de ella. ¡°F¨ªsica, psicol¨®gicamente y s¨ª, sexualmente¡±, reconocer¨ªa m¨¢s tarde, en 2018, en una entrevista con el diario brit¨¢nico The Guardian. ¡°No voy a entrar en detalles al respecto. No me importa decirlo, porque creo que es importante que la gente entienda que puedes sobrevivir a estas cosas¡±. Un episodio de su vida por el que apenas pasa de puntillas el documental reci¨¦n estrenado.

La muerte de su madre y su padrastro tras un accidente de coche cuando ella ten¨ªa 22 a?os ser¨ªa el primer punto de inflexi¨®n para Twain y su entonces incipiente carrera en la industria de la m¨²sica. ¡°No sab¨ªa cantar y llevar tacones a la vez, tuve que aprender r¨¢pido¡±, explica la artista cuando rememora su primer trabajo como cantante de un resort en Ontario para mantener econ¨®micamente a sus hermanos Jill, Mark, Darryl y Carrie-Ann.

La otra resurrecci¨®n de la carrera de Twain llegar¨ªa despu¨¦s de su divorcio de Robert John Mutt Lange, productor y compositor con el que estuvo casada 14 a?os y con el que trabajar¨ªa en los dos discos que la convirtieron en la estrella del pop que es hoy: su segundo ¨¢lbum, The Woman in Me, vendi¨® en menos de seis meses seis millones y medio de ejemplares; su tercer trabajo, Come on Over, con 40 millones de copias, es el sexto disco m¨¢s vendido de la historia y el primero de una mujer.

¡°Cuando perd¨ª a Mutt fue como una muerte, el final definitivo de muchos aspectos de mi vida. Nunca super¨¦ la muerte de mis padres, as¨ª que pensaba: ¡®?C¨®mo se supera esto?¡±. En 2008, la cantante descubrir¨ªa que su hasta entonces marido le hab¨ªa sido infiel con su mejor amiga, Marie-Ann Thi¨¦baud, que viv¨ªan en la misma localidad suiza que ellos. El giro inesperado en esta historia de amor, traici¨®n y desamor llegar¨ªa cuando la artista se comprometi¨® en 2010 con el suizo Frederic Thi¨¦baud, marido hasta entonces de la que hab¨ªa sido su mejor amiga y por la que su ex hab¨ªa roto su matrimonio.

¡°Lo ¨²nico que pod¨ªa hacer era ver c¨®mo iba a salir adelante. As¨ª que tom¨¦ la decisi¨®n de que lo primero era escribir canciones¡±, recuerda. No ser¨ªa hasta 2017 cuando Twain volver¨ªa a grabar un ¨¢lbum con nuevas composiciones titulado Now. ¡°Es mi disco favorito, el que a¨²n m¨¢s me gusta escuchar¡±, admite la cantante.

Aunque entrar en el estudio de grabaci¨®n le costar¨ªa m¨¢s tiempo, ya en 2012 volver¨ªa a los escenarios con un espect¨¢culo en el Caesars Palace de Las Vegas, 10 a?os despu¨¦s de su ¨²ltima gira y donde hoy a¨²n sigue actuando. ¡°La ¨²nica forma de conseguir algo con mis cuerdas vocales era poni¨¦ndome contra la espada y la pared¡±, admite la artista, que en su show en directo vuelve a cantar todos sus grandes ¨¦xitos, la mayor¨ªa de ellos recopilados en Come on Over: se enfunda de nuevo en el traje de leopardo con el que recorrer¨ªa el desierto de Mojave (California, EE UU) en el aclamado videoclip de That Don¡¯t Impress Me Much o la chistera y la corbata de Man! I Feel Like a Woman!

Aquel ¨²ltimo trabajo con Mutt ser¨ªa el punto de inflexi¨®n para Twain de pasar de cantante country a estrella del pop internacional, donde forjar¨ªa la imagen de mujer empoderada que aglutina en sus conciertos a ni?os, padres y abuelos, admirada por el colectivo LGTBIQ+ y que al grito de Let¡¯s go girls no est¨¢ dispuesta a que nadie mande en su camino. ¡°Era la mujer m¨¢s deseada de Am¨¦rica¡±, reconoce el DJ estaudounidense Diplo en el documental.

Una pasi¨®n que hered¨® Taylor Swift ¡ªa quien recientemente felicit¨® por conseguir un r¨¦cord que ella hab¨ªa alcanzado anteriormente: ser la artista mujer que m¨¢s semanas hab¨ªa aguantado como n¨²mero 1 en la lista Billboard con un ¨¢lbum de estilo country¡ª y que tambi¨¦n admira Harry Styles, que la invit¨® a cantar con ¨¦l en su debut en el pasado festival de Coachella, y a defender, vestida con lentejuelas, botas blancas y guitarra, ¨¦xitos como You¡¯re Still the One. En los ¨²ltimos minutos del documental, Twain revela que prepara un nuevo ¨¢lbum en Londres, con el mismo esp¨ªritu de lucha feminista y de resurrecci¨®n: ¡°Como siempre, creo que volver¨¦ a levantarme¡±.