Arquitectura para los m¨¢s pobres y contra el cambio clim¨¢tico: as¨ª es el premiado hospital rural que atiende una zona olvidada de Bangladesh
El ganador del premio internacional de arquitectura RIBA 2021 es una cl¨ªnica rural de bajo presupuesto proyectada por Kashef Chowdhury para proporcionar atenci¨®n sanitaria en una provincia olvidada del pa¨ªs asi¨¢tico
¡°No s¨¦ los motivos exactos que hicieron al jurado elegir este proyecto, pero imagino que debi¨® de impactarles. Si no profundizas en ¨¦l no se entiende, porque es un peque?o hospital de ladrillo en un peque?o rinc¨®n del mundo, sin nada especial a primera vista. ?Ni siquiera las fotos eran demasiado buenas!¡±. El arquitecto Kashef Chowdhury explica as¨ª la sorpresa que le c...
¡°No s¨¦ los motivos exactos que hicieron al jurado elegir este proyecto, pero imagino que debi¨® de impactarles. Si no profundizas en ¨¦l no se entiende, porque es un peque?o hospital de ladrillo en un peque?o rinc¨®n del mundo, sin nada especial a primera vista. ?Ni siquiera las fotos eran demasiado buenas!¡±. El arquitecto Kashef Chowdhury explica as¨ª la sorpresa que le caus¨®, el pasado enero, la concesi¨®n del RIBA International Prize 2021, el prestigioso premio de arquitectura concedido por el Royal Institute of British Architects, una influyente organizaci¨®n cuyos premios bienales prestan especial atenci¨®n a lo social.
El proyecto ganador es el hospital que Chowdhury, a trav¨¦s de su estudio URBANA ¨Cfundado en 1995 en Bangladesh y merecedor de premios internacionales¨C, construy¨® en 2018 en una remota zona del delta de Bangladesh para la organizaci¨®n no gubernamental Friendship: un complejo de pabellones bajos de ladrillo en medio del manglar, recorrido por canales y dotado de una fotogenia que es mucho m¨¢s que simple est¨¦tica. Para Odile Decq, presidenta del jurado, los motivos est¨¢n claros. ¡°Es un proyecto perfecto para este momento, no es ostentoso, es at¨ªpico y no busca el efecto, sino la eficiencia. Adem¨¢s, es un dise?o extraordinario. Lo tuvimos claro inmediatamente¡±, explica.
Decq a?ade que el jurado valor¨® distintos aspectos. En primer lugar, su condici¨®n de edificio de uso sanitario. Adem¨¢s, su ubicaci¨®n en una zona remota, en Shyamnagar, una zona rural de Bangladesh. Se hizo por un presupuesto muy reducido, ya que es parte de las actividades de una ONG llamada Friendship. ¡°Tambi¨¦n interviene la idea de la sostenibilidad asociada al cambio clim¨¢tico, al calor y al empleo del agua. Y, por encima de todo ello, la noci¨®n de que un hospital no tiene por qu¨¦ parecerlo. Puede incorporar elementos naturales y beneficiarse de los patios internos y las corrientes de aire y la luz¡±.
El proyecto ha salido ahora a la palestra medi¨¢tica, pero no es nuevo. Se dise?¨® entre 2011 y 2012, se concluy¨® en 2018 y lleva funcionando desde entonces. En ¨¦l, como cuenta Chowdhury con orgullo, han sido tratadas ya 76.000 personas que acuden a ¨¦l a pie o en motocicleta; es una zona tan pobre que ni siquiera hay coches. Para llegar a ella, el arquitecto y sus compa?eros de estudio se vieron obligados a desplazarse en autom¨®vil por carreteras tortuosas y deficientes. Ahora tardan unas diez horas. Durante la construcci¨®n del hospital, las carreteras estaban en peor estado y tardaban hasta 14 horas por trayecto.
¡°Este no es un proyecto para divertirse¡±, cuenta Chowdhury que le dijo el cliente al plantearles el encargo. ¡°Necesitaban algo muy b¨¢sico porque no hab¨ªa dinero para m¨¢s¡±. El presupuesto, surgido ¨ªntegramente de donaciones ¡ªprincipalmente europeas¨C a la ONG, era muy bajo. La idea era construir un hospital para la poblaci¨®n rural de esta zona apartada. ¡°Cuando fuimos a visitar la zona vimos que el entorno era muy bonito, pero tambi¨¦n muy aislado. Est¨¢ muy cerca de la frontera con India y no es un lugar de paso. Las carreteras acaban aqu¨ª, hay muy poca actividad y, por tanto, es muy pobre. Antiguamente era una zona agr¨ªcola, pero la agricultura se est¨¢ transformando porque el nivel ascendente del mar provoca que el agua invada la zona, a pesar de que est¨¢ a 62 kil¨®metros del litoral. Todas esas personas que dicen que el calentamiento global es mentira deber¨ªan venir aqu¨ª y verlo con sus propios ojos¡±.
El panorama que describe Chowdhury es de una precisi¨®n inquietante. Al entrar en el continente, el agua salada dificulta la agricultura tradicional, lo que ha provocado que la actividad econ¨®mica de la zona se transforme para acoger piscifactor¨ªas de camarones. Pero las consecuencias del cambio clim¨¢tico van m¨¢s all¨¢: la poblaci¨®n ha empezado a comprar agua para beber, porque la de la zona ha dejado de ser potable. ¡°Cuando lo descubrimos apenas d¨¢bamos cr¨¦dito. ?Est¨¢bamos a m¨¢s de 60 kil¨®metros del mar, en el manglar m¨¢s grande del mundo, y el agua segu¨ªa siendo salada!¡±.
Esta circunstancia defini¨® otro rasgo del proyecto arquitect¨®nico: todo en este hospital est¨¢ destinado a captar hasta la ¨²ltima gota de lluvia. A trav¨¦s de dep¨®sitos pluviales, el agua circula por un sistema de canales que recorre todo el complejo y que desemboca en un estanque natural. Ese es el agua que se emplea para limpiar y regar, mientras que el agua potable y para usos hospitalarios se extrae de un pozo que alcanza m¨¢s de 300 metros de profundidad: a ese nivel, aunque levemente salada, el agua se puede beber y utilizar con seguridad.
Otro elemento fundamental del proyecto es su peculiar disposici¨®n espacial, a poca altura, con una extensi¨®n considerable y, sobre todo, con cambios en la orientaci¨®n de los edificios que son mucho m¨¢s que caprichos est¨¦ticos. El motivo, una vez m¨¢s, hay que buscarlo en el cambio clim¨¢tico. ¡°En los ¨²ltimos a?os la zona se ha vuelto cada vez m¨¢s calurosa¡±, explica el arquitecto. ¡°Es un calor pegajoso, insoportable. Llegaron a decirnos que era in¨²til tratar de construir un hospital aqu¨ª, porque el aire era irrespirable¡±. La soluci¨®n pas¨® por aprovechar las corrientes de aire para secar el ambiente, ventilar las estancias y aportar salubridad. ¡°Si miras el plano, todo est¨¢ girado¡±, apunta Chowdhury. ¡°No se trata de ninguna exploraci¨®n formal, sino de un modo de orientar los pabellones en direcci¨®n a las corrientes de aire m¨¢s importantes¡±. El punto de partida es aparentemente sencillo, y se basa en la ventilaci¨®n cruzada: el aire atraviesa las estancias creando interiores frescos protegidos del exterior por corredores y galer¨ªas al aire libre. En este hospital solo hay aire acondicionado en los quir¨®fanos, que son las ¨²nicas estancias que no reciben el impacto de las corrientes. El resto est¨¢ dise?ado aplicando al aire la misma l¨®gica que al agua: aprovechar hasta el ¨²ltimo ¨¢tomo disponible.
Las im¨¢genes del proyecto muestran grandes corredores, galer¨ªas o soportales que son mucho m¨¢s que elementos decorativos: sirven para filtrar el calor y la luz directa del sol, que no impacta en ninguno de los pabellones. Tambi¨¦n funcionan como pasillos de un solo sentido que sirven para que los empleados y pacientes puedan recorrer el hospital sin atravesar otras estancias ni cruzarse con nadie, un planteamiento que ha resultado muy ¨²til en tiempos de pandemia. Los canales interiores, adem¨¢s de para transportar el agua de la lluvia, sirven para generar una bruma que refresca el ambiente en verano. ¡°Y lo bueno es que todo esto funciona, porque el hospital lleva cuatro a?os en marcha y las reacciones que hemos recibido son muy positivas¡±, explica el arquitecto.
Construido con ladrillos y madera de la zona por equipos locales, el hospital explora la po¨¦tica y la eficacia de los materiales de siempre. ¡°El ladrillo aguanta el tipo bajo la lluvia, y no requiere mucho mantenimiento, por eso no lo hemos pintado¡±, apunta Chowdhury. Los pavimentos recuerdan al terrazo, pero no son m¨¢s que cemento y guijarros de la zona. Al pulirse obtienen su aspecto final. ¡°Hace tiempo un amigo alem¨¢n me dijo que los pobres solo podemos permitirnos lo mejor¡±, explica Chowdhury. ¡°Y eso es lo que hemos hecho aqu¨ª, en este hospital de bajo presupuesto para los m¨¢s pobres. Hemos intentado hacerlo funcional, eficiente y c¨®modo, aprovechando hasta la ¨²ltima gota de agua. En la arquitectura todo es una imposici¨®n, y nuestra misi¨®n consiste en trabajar del modo m¨¢s emp¨¢tico posible¡±.