Apu?alamientos, sobredosis y 20.000 metros cuadrados: la leyenda negra de la discoteca m¨¢s grande del mundo
A Drumsheds, en la periferia norte de Londres, acude un p¨²blico multitudinario de entre 18 y 35 a?os que en los ¨²ltimos meses ha vivido varios incidentes graves

Ni Privilege Ibiza (hoy conocida como UNVERS), ni The Warehouse Project ni The Green Valley. Menos a¨²n el m¨ªtico La Vela de Panama City, Florida. La discoteca m¨¢s grande del mundo, por capacidad y dimensiones del recinto, es ahora mismo Drumsheds, un complejo de ocio situado en las instalaciones del antiguo IKEA de Tottenham, en la periferia norte de Londres. El local, propiedad de Broadwick Live, cuenta con un espacio de m¨¢s de 20.000 metros cuadrados dividido en cinco ¨¢reas: un patio externo, una galer¨ªa de arte y tres salas de baile. La principal de estas ¨²ltimas, Room X, supera los 10.000 metros cuadrados y puede albergar a m¨¢s de 15.000 personas.
Drumsheds abri¨® sus puertas en octubre de 2023. Desde entonces, esta macrodiscoteca estrat¨¦gicamente situada al pie de la carretera Circular Norte (A406), junto al nuevo vecindario de Meridian Water, a muy pocos minutos de la parada de metro de Tottenham Hale, ha albergado multitudinarias sesiones de dj¡¯s como Fatboy Slim, Jamie Jones, Erol Alkan o Juliana Huxtable. El pasado 18 de diciembre fue la sede brit¨¢nica de la rave de presentaci¨®n de la segunda temporada de El juego del calamar, un fastuoso jolgorio que cont¨® con la surcoreana Peggy Gou como maestra de ceremonias. Por entonces, su director ejecutivo, Simeon Aldred, consideraba que el local se hab¨ªa convertido ya en la opci¨®n preferente para los ravers londinenses, un competidor de escala in¨¦dita en un entorno, el barrio de Tottenham, en el que proliferaban ¨²ltimamente clubs de dimensiones mucho m¨¢s modestas, como The Cause, The Opera House, Grow o Five Miles.

Cr¨®nica de un cierre cautelar
Pese a tan prometedores augurios, la discoteca se vio forzada a cerrar sus puertas a mediados de diciembre, cancelando de manera intempestiva las sesiones navide?as y de fin de a?o que ten¨ªa previstas. El ayuntamiento de Enfield, municipio del que depende la sala, decidi¨® retirarle la licencia de apertura despu¨¦s de que se produjesen tres incidentes graves en apenas dos meses: un apu?alamiento y dos muertes por sobredosis accidental de drogas. Jim Waterson, redactor de la revista local London Centric, fue uno de los primeros en informar al respecto.
Waterson pudo constatar que, en la madrugada del 12 de octubre, un hombre de 27 a?os con s¨ªntomas de intoxicaci¨®n aguda se desplom¨® en la sala de baile y fue atendido por el personal m¨¦dico de Drumsheds. Por alguna raz¨®n, tras reanimarlo, lo dejaron volver con su grupo de amigos. Pocos minutos despu¨¦s volvi¨® a sentirse indispuesto y fue trasladado al hospital North Middlesex, donde acabar¨ªa falleciendo antes del amanecer. M¨¢s a¨²n, otras cuatro personas, que pertenec¨ªan al mismo grupo y hab¨ªan consumido, al parecer, la misma sustancia, tuvieron tambi¨¦n que ser hospitalizadas y una de ellas lleg¨® a estar en estado cr¨ªtico.

En noviembre, durante una sesi¨®n del DJ gal¨¦s Jamie Jones, se produjo una trifulca en la sala y un joven de alrededor de 20 a?os sufri¨® heridas superficiales de arma blanca por todo el cuerpo. La polic¨ªa acudi¨® al local, evacu¨® al herido e interrog¨® a testigos presenciales, pero, seg¨²n hizo constar en su informe, no pudo llegar a conclusiones definitivas debido a la ¡°nula¡± cooperaci¨®n del personal de Drumsheds. Los agentes llegaron a plantearse desalojar la discoteca. No lo hicieron porque consideraron que no dispon¨ªan de efectivos suficientes para dispersar a una multitud de alrededor de 15.000 personas sin riesgo de que se produjesen incidentes graves.
El tercer suceso se produjo a primeros de diciembre, durante la actuaci¨®n del d¨²o de artistas electr¨®nicos Bicep. Esa noche, una mujer de 29 a?os se encerr¨® en los cuartos de ba?o del club para consumir una alta dosis de MDNA mezclada con una bebida energ¨¦tica, sufri¨® una reacci¨®n adversa y muri¨® poco despu¨¦s camino del hospital.
El ayuntamiento de Enfield concluy¨®, bas¨¢ndose en los informes policiales y sanitarios, que los responsables del negocio hab¨ªan actuado de forma poco diligente y con falta de transparencia. En concreto, seg¨²n ha publicado estos d¨ªas The Guardian, les reprocha que no informasen a las autoridades de lo graves problemas de salud relacionados con el consumo de drogas que se hab¨ªan producido en el recinto. En declaraciones al diario brit¨¢nico, Simeon Aldred lleg¨® a afirmar que hab¨ªan sido los ¨²ltimos en enterarse de que sus clientes hab¨ªan fallecido: ¡°Si alguien se siente indispuesto en nuestro local, nuestro equipo m¨¦dico intenta atenderles en la medida de lo posible y los traslada al hospital siempre que resulta necesario. Una vez all¨ª, no nos interesamos por su salud, no somos sus familiares ni sus amigos¡±.

?Protocolo poco realistas?
Aldred argument¨® tambi¨¦n que, aunque los agentes de polic¨ªa que acudieron a Drumsheds la noche del presunto apu?alamiento hab¨ªan actuado ¡°con profesionalidad y diligencia¡±, no encontraron ning¨²n cuchillo ni pudieron comprobar que alguien hubiese introducido un arma blanca en el local. En las semanas previas al cierre cautelar, el ayuntamiento inst¨® a Aldred y su equipo a aplicar nuevos protocolos, m¨¢s estrictos, para garantizar la seguridad de lo asistentes.
En noviembre, coincidiendo con la actuaci¨®n de la banda australiana Pendulum, la sala acept¨® realizar, por vez primera, registros discrecionales y otra serie de medidas de control de acceso propuestas por la polic¨ªa. El resultado, seg¨²n Aldred, es que los clientes sufrieron colas de alrededor de dos horas. 2.200 solicitaron formalmente la devoluci¨®n del precio de la entrada. El directivo lo atribuy¨® un exceso de celo por parte de las autoridades, empe?adas en imponer criterios de seguridad incompatibles con la gesti¨®n de multitudes, mucho m¨¢s estrictos de lo que se exige, por ejemplo, a un estadio deportivo.

La ¨²ltima noticia, seg¨²n recogen medios como la BBC, es que la discoteca con mayor capacidad del mundo ha sido autorizada a abrir de nuevo sus puertas. Aunque solo de forma provisional, hasta que se compruebe si su funcionamiento normal es compatible con unas medidas de seguridad adecuadas y que, adem¨¢s, no incluyan procedimientos que el ayuntamiento considera inaceptables, como la identificaci¨®n por escaneado electr¨®nico. El contencioso ha entrado as¨ª en una fase de calma tensa. Se trata de comprobar hasta qu¨¦ punto es posible reunir tres veces por semana a toda una multitud de hedonistas de entre 18 y 35 a?os sin que se produzcan incidentes violentos y problemas relacionados con el consumo de drogas. Aldred y compa?¨ªa argumentan que ninguna otra discoteca del mundo opera con unos est¨¢ndares de autoexigencia y eficacia comparables a los de Drumsheds. Polic¨ªa y ayuntamiento insisten en que, de momento, sigue sin ser suficiente.
En cierto sentido, se trata tambi¨¦n de un cap¨ªtulo m¨¢s de lo que algunos conocen como la maldici¨®n de Tottenham, un barrio efervescente y muy vital, caracterizado desde los a?os sesenta por una riqu¨ªsima oferta l¨²dica, pero tambi¨¦n por graves incidentes de orden p¨²blico. Entre mediados de la d¨¦cada de 1970 y los primeros a?os del siglo XXI, oper¨® en la zona un clan mafioso, conocido como Tottenham Maden, responsable de tiroteos indiscriminados en locales de ocio que acabaron convirtiendo el barrio en una aut¨¦ntica ciudad sin ley. La rivalidad con otro grupo criminal, los llamados Hackney Boys, llev¨® a un oscuro periodo, entre 1997 y 2003, en que se produjeron muertes violentas como la del adolescente Guydance Dacres.
Aunque el proceso de gentrificaci¨®n gradual que ha experimentado el norte de Londres en las ¨²ltimas d¨¦cadas hace que este tipo de sucesos hayan quedado ya muy atr¨¢s, a las autoridades locales les preocupa que la leyenda negra de Tottenham se acabe reactivando. De ah¨ª, tambi¨¦n, la especial vigilancia a la que est¨¢n sometiendo estos d¨ªas a la discoteca m¨¢s concurrida del mundo.

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