El incierto futuro de MediaLab Prado, el centro cultural m¨¢s innovador de Madrid
Tener ideas, propon¨¦rselas a los conciudadanos, formar equipos y llevarlas a cabo. As¨ª es este singular centro cultural, que ahora cambia de direcci¨®n, en el que se han llevado a cabo desde sesiones de edici¨®n de la Wikipedia hasta talleres para recueprar la memoria de los barrios
En MediaLab la gente se ha juntado para fabricar juguetes para ni?os con par¨¢lisis cerebral (en el proyecto Juguetor¨ªa), para observar la vida de las hormigas dentro de sus terrarios (Tecnohormigas), para celebrar sesiones de edici¨®n de Wikipedia (las editatonas de Wikiesfera), para desarrollar pr¨®tesis de manos fabricadas con impresoras 3D y con c¨®digo abierto (Autofabricantes), para llevar a cabo campamentos intergeneracionales donde personas de todas las edades convivan, para recopilar y difundir recetas de cocina sostenibles (La cocina de los nietos), para practicar la ciencia ciudadana o ...
En MediaLab la gente se ha juntado para fabricar juguetes para ni?os con par¨¢lisis cerebral (en el proyecto Juguetor¨ªa), para observar la vida de las hormigas dentro de sus terrarios (Tecnohormigas), para celebrar sesiones de edici¨®n de Wikipedia (las editatonas de Wikiesfera), para desarrollar pr¨®tesis de manos fabricadas con impresoras 3D y con c¨®digo abierto (Autofabricantes), para llevar a cabo campamentos intergeneracionales donde personas de todas las edades convivan, para recopilar y difundir recetas de cocina sostenibles (La cocina de los nietos), para practicar la ciencia ciudadana o para recuperar la memoria oral de los barrios de Madrid. Es solo una muestra de la infinidad de proyectos que se han llevado a cabo en el centro con la participaci¨®n de los ciudadanos. ¡°Es cierto que MediaLab es un modelo diferente, y requiere alg¨²n esfuerzo acercarse a ¨¦l, pero quien participa lo acaba valorando mucho¡±, explica Marcos Garc¨ªa, que ha sido director del centro desde 2014.
Una actividad cultural no es solamente ir al cine a ver una pel¨ªcula, ir a una sala a ver un concierto o ir a un museo a ver una exposici¨®n. Una actividad cultural tambi¨¦n puede ser tener ideas, propon¨¦rselas a tus conciudadanos, formar equipos y llevarlas a cabo. Es lo que se hace en MediaLab Prado, un centro muy singular sobre cuya continuidad han surgido dudas en los ¨²ltimos tiempos. La inquietud se ha extendido despu¨¦s de la no renovaci¨®n por parte de Madrid Destino, la empresa de gesti¨®n cultural del Ayuntamiento, de Marcos Garc¨ªa. ¡°Despu¨¦s de tanto tiempo, ha sido una salida muy abrupta¡±, se lamenta.
Aunque es uno de los centros culturales m¨¢s importantes de la capital y con mayor proyecci¨®n internacional, dada su singularidad, MediaLab siempre ha estado rodeado de un halo de misterio. El motivo es que ha costado transmitir las esencias de MediaLab a la ciudadan¨ªa o conseguir un apoyo incondicional de las instituciones, quiz¨¢s, precisamente, debido a esa singularidad. ¡°MediaLab es un centro pionero, con un importante reconocimiento internacional, gracias a la apuesta por la cultura libre, los usos sociales de las tecnolog¨ªas, las pr¨¢cticas colaborativas, el trabajo con comunidades y la innovaci¨®n ciudadana¡±, resalta uno de los manifiestos que han surgido en defensa del centro.
Los firmantes de los manifiestos piden al Ayuntamiento que deje claro qu¨¦ va a pasar con el centro y que haya continuidad. ¡°El espacio cultural MediaLab funciona con normalidad¡±, comentan a ICON fuentes municipales. ¡°El director art¨ªstico ha finalizado su contrato y el centro seguir¨¢ con su programaci¨®n hasta que haya una nueva direcci¨®n¡±. Lo que no se sabe es, precisamente, qu¨¦ ocurrir¨¢ con la nueva direcci¨®n. ?Seguir¨¢ MediaLab siendo MediaLab? En un reciente pleno, el consejero delegado de Madrid Destino, Fernando Benzo, ha anunciado que el centro se ¡°refrescar¨¢¡± para ser ¡°el hub de la industria cultural, un catalizador de proyectos de innovaci¨®n cultural y un observador de las industrias culturales¡±. Para el exdirector, el modelo actual de MediaLab sigue siendo una v¨ªa a explorar, sobre todo en la coyuntura actual: ¡°Si uno mira las convocatorias que vienen desde la Uni¨®n Europea, ver¨¢ que se hace hincapi¨¦ en los procesos interdisciplinares, abiertos, e inclusivos: me parece una instituci¨®n que tiene mucho futuro. Si bien no es un modelo perfecto, tiene un potencial gigantesco¡±.
Lo importante es participar
¡°MediaLab es una forma de generar cultura activamente, cultura como producci¨®n, o sea, como algo que se hace, y que se hace en conjunto, colectivamente¡±, explica el fil¨®sofo Ram¨®n del Castillo, profesor de la UNED y autor de libros como El jard¨ªn de los delirios (Turner). Del Castillo se acerc¨® al centro como un vecino colaborador m¨¢s y lleg¨® a ser mediador, implicado en proyectos como Experimenta Distrito, de innovaci¨®n ciudadana en los barrios de Madrid, o Rural Experimenta, relacionado con los proyectos colaborativos en el medio rural. ¡°No se trata de artistas o de expertos, o de agentes gubernamentales. Son colectivos ciudadanos, muy variados, los que promueven ideas, y los que tratan de darle forma acompa?ados y asesorados por equipos interdisciplinares de mediaci¨®n y gesti¨®n social¡±. Seg¨²n se?ala, se trata de cultura en un sentido muy fundamental, mezcla t¨¦cnica y arte, artesan¨ªa y alto dise?o, soluci¨®n t¨¦cnica de problemas e imaginaci¨®n. ¡°No es cultura en el sentido de un producto refinado, sino en el sentido de una experimentaci¨®n b¨¢sica, con materiales de distinto tipo (incluyendo entre los materiales las propias ideas)¡±, dice el pensador.
Una parte importante de MediaLab, m¨¢s all¨¢ de los proyectos, los prototipos o los resultados, es la interacci¨®n social: el mero hecho de colaborar, de participar, de gestionar relaciones, equipos, emociones, ya es un valor en s¨ª mismo. ¡°No se trata solo de que se junte una persona que sabe de electricidad con otra que sabe de decoraci¨®n y otra que sabe de leyes, sino que la gente descubra que hay muchas formas de debatir los problemas y las necesidades apremiantes. Incluso cuando un conjunto de ciudadanos se junta porque creen tener un objetivo com¨²n, puede haber luego diferencias en la forma de interpretar los medios para lograrlo, y se dan cuenta de que, en realidad, no entend¨ªan el fin del mismo modo¡±, se?ala Del Castillo.
El centro se crea en el a?o 2000 por el ?rea de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Madrid en las instalaciones del Centro Cultural Conde Duque. Entonces era alcalde ?lvarez del Manzano. En 2007 se traslada a la plaza de las Letras y adquiere el apellido de Prado, por encontrarse cerca del paseo y el museo del mismo nombre. En 2013 toma su forma actual tras instalarse en el edificio de la Antigua Serrer¨ªa Belga, rehabilitado para la ocasi¨®n por los arquitectos Langarita y Navarro. Un inmueble de aire industrial y fachadas historicistas en una ubicaci¨®n privilegiada. Hay quien no entiende muy bien MediaLab y piensa que este inmueble bien podr¨ªa utilizarse para otra cosa o sacarle alg¨²n rendimiento econ¨®mico, a pesar de que su trayectoria est¨¢ repleta de colaboraciones con el propio Ayuntamiento o con otras instituciones, como el Ministerio de Cultura. En 2014, bajo el gobierno de Ana Botella, el edificio estuvo a punto de ser alquilado a Telef¨®nica para la instalaci¨®n de una incubadora de empresas tecnol¨®gicas.
MediaLab comparte tradici¨®n con centros de producci¨®n como el Arteleku de San Sebasti¨¢n o el Hangar en Barcelona, con laboratorios ciudadanos como el Citilab de Cornell¨¢, o con centros de arte y tecnolog¨ªa como LABoral en Gij¨®n o Etopia en Zaragoza. Pero tambi¨¦n intenta extender su forma de trabajar. Pase lo que pase en el futuro inmediato, Marcos Garc¨ªa deja en marcha el que considera, tal vez, el proyecto m¨¢s importante de MediaLab: los laboratorios ciudadanos distribuidos, que vienen a ser forma de reproducci¨®n del propio centro, que lanza sus esporas fuera de su espacio para que su modo de trabajar se extienda por Espa?a y Latinoam¨¦rica. Este proyecto pretende que surjan nuevos laboratorios ciudadanos por toda la geograf¨ªa, en bibliotecas p¨²blicas, centros culturales, escuelas y otras instituciones. Que prenda la mecha.
¡°Facilitar espacios y plataformas para que los ciudadanos puedan realizar actividades unidos es esencial¡±, dijo Alfonso Gonz¨¢lez, viceconsejero de Ciencia, Universidades y Innovaci¨®n, en la presentaci¨®n del citado proyecto. ¡°Disponemos de espacios para hacer deporte, para plantar lechugas o para desplazarnos, pero no una red de espacios para proponer, dise?ar o ejecutar. MediaLab es ese lugar, un lugar donde suceden cosas, una genialidad¡±.