?Copita y partido de tenis? Ahora ya se puede tomar una sin cambiar de planes
Ballantine¡¯s Light llega para hacer posible lo imposible: disfrutar de un combinado sin hipotecar el plan de despu¨¦s: ya sea un rato en el gimnasio o una llamada de curro
Beber o no beber, esa es la cuesti¨®n. Si Shakespeare levantara la cabeza -y le hubiera tocado pasar la pandemia- quiz¨¢ ahora estar¨ªa plante¨¢ndose esto: ?Debe el ser humano entregarse al disfrute de una copa con sus amigos o mantenerse firme para asumir sus responsabilidades? (todo esto le¨ªdo con voz de actor sobreactuado, claro).
Pues bien, la respuesta es que las dos cosas son compatibles. La llegada de Ballantine¡¯s Light permite compaginar el disfrute de una copa y el seguir adelante con los planes previstos. La clave est¨¢ en que Ballantine¡¯s Light posee la mitad de alcohol y la mitad de calor¨ªas: un argumento definitivo.
Esto evita el tormento de tener que decidir entre ¡°tomarse una¡± o seguir con la agenda posterior a una comida, una sobremesa o una sesi¨®n de afterwork, ya se trate de hacer ciclo durante una hora en el gimnasio, acudir a ver a la familia y mantener el tipo o meterse en una videollamada de trabajo con las ideas claras. S¨ª se puede (con todo).
La tendencia: menos copas y con menos alcohol
Los tiempos han cambiado. Cada vez bebemos menos, pero de m¨¢s calidad. Un estudio de la compa?¨ªa de investigaci¨®n online Toluna muestra que al 60% de los espa?oles encuestados le gustan las bebidas sin alcohol o bajas en calor¨ªas. Adem¨¢s, lo hacemos en franjas horarias no aptas para noct¨¢mbulos. Seg¨²n el Estudio sobre el Impacto de la Covid-19 en los Locales de Ocio y sus Perspectivas de Recuperaci¨®n, que recoge las respuestas de m¨¢s de 700 discotecas, bares de copas y salas de conciertos, el tardeo ha venido para quedarse. Y si hay tardeo, hay copas (preferiblemente bajas en alcohol, como ya hemos visto). Ballantines¡¯s Light es el destilado que mejor refleja esas nuevas tendencias de consumo, una bebida adaptada a los tiempos que nos ha tocado vivir.
No faltar¨¢ aqu¨ª el amigo que, cervecita en mano, enarcar¨¢ las cejas diciendo aquello de ¡°s¨ª, vale, pero es que los destilados engordan una barbaridad¡¡±. Nada mejor que ponerse a echar cuentas para convencerle de lo contrario. Una copa de Ballantine¡¯s Light con un refresco como una Coca-Cola Zero, por ejemplo, se queda en poco m¨¢s de 55 calor¨ªas, una tercera parte de las 161 que aporta un tercio o una lata de cerveza. Tambi¨¦n est¨¢ por debajo de las 75 calor¨ªas de promedio que tiene una copa de vino y de las 110 que tiene un combinado con un destilado normal m¨¢s un refresco light. Los n¨²meros no enga?an.
Pero lo mejor de todo es que Ballantine¡¯s Light no deja de ser un miembro m¨¢s de la familia Ballantine¡¯s con todo lo que ello implica. Su car¨¢cter y personalidad se mantienen. Su color es de un dorado y atractivo ¨¢mbar sutil. El aroma es ligero y afrutado, con notas de manzanas verdes, miel, naranja y sutiles toques de chocolate con leche. Al probarlo se muestra ya en toda su complejidad. Aparecen unas notas iniciales dulce y picantes de ralladura de naranja y pomelo rosado, a las que siguen pera madura y un toque de avellana. El remate es su acabado dulce y c¨ªtrico incre¨ªblemente suave. Ah¨ª es donde la mitad de graduaci¨®n alcoh¨®lica marca la diferencia.
Una bebida como Ballantine¡¯s Light no es fruto de la casualidad ni del azar, sino el producto de un concienzudo trabajo por parte del equipo de mezcladores. ¡°El resultado de nuestro trabajo es una expresi¨®n de bajo porcentaje alcoh¨®lico que est¨¢ llena de sabor y es inequ¨ªvocamente Ballantine¡¯s. Consolida nuestra creencia de que no hay una forma equivocada de disfrutar de Ballantine¡¯s¡±, explica Sandy Hyslop, Master Distiller de la marca.
La f¨®rmula m¨¢gica de esa bebida a la que antes renunci¨¢bamos es sencilla: una copa con mucho hielo, 60 mililitros de Ballantine¡¯s Light, 200 mililitros de la mezcla que cada uno prefiera y un gajo de lima como toque final. Un trago para prolongar esa comida, esa sobremesa o ese tardeo sin tener que renunciar por ello a cualquier plan que espere despu¨¦s. El broche vendr¨¢ si, adem¨¢s, conseguimos ganar el partido de tenis, triunfamos en la cena de trabajo o nos convertimos en el rey de esa reuni¨®n con los primos y los cu?ados. Un brindis por los planes que salen bien.