La silla de dise?o sueco por la que Boris Izaguirre estar¨ªa dispuesto a robar
El periodista es el protagonista de una nueva entrega de ¡®Infiltrados¡¯, la serie de c¨¢maras ocultas de IKEA que demuestra que la calidad no est¨¢ definida por el precio. Porque el asiento con el que se encapricha su amigo Gonzalo Mir¨® es realmente un icono, pero su valor es mucho m¨¢s razonable de lo que piensan
Para Niels Gammelgaard la finalidad que debe perseguir el dise?o es hacer el bien. ¡°Quiero hacer la vida ordinaria un poco m¨¢s c¨®moda. Un poco m¨¢s agradable. Un poco m¨¢s inteligente. Cada peque?o detalle de cada producto tiene que cumplir con mi misi¨®n de hacer el bien¡±, defiende el octogenario dise?ador industrial, una de las figuras m¨¢s destacadas del interiorismo sueco. No hay duda de que lo consigui¨®: entre sus creaciones est¨¢ la famosa Enetri, esa estanter¨ªa con laterales de alambre y baldas de colores tan versionada; o el sill¨®n Jarpen que ide¨® para IKEA en los 80, una silueta en forma de cuenco que ha multiplicado su valor con el tiempo y tiene a los amantes del vintage totalmente obsesionados. Porque, como dice Boris Izaguirre, ¡°una silla puede provocar una serie de pasiones¡±.
Eso parece ocurrirle a Gonzalo Mir¨® en esta entrega de Infiltrados, la serie de c¨¢maras ocultas de IKEA con la que la marca quiere demostrar que el precio no define la calidad de un dise?o. El presentador (y anzuelo) le pide a Izaguirre que lo acompa?e a conocer a un prestigioso director de arte que le va a ayudar con la decoraci¨®n de su nueva casa. Tras las presentaciones de rigor, en apenas unos minutos, ya sabe que lo que quiere llevarse es el asiento del set. Lo revisa, se sienta, lo levanta, lo sopesa... ¡°He de decirte que tienes muy buen gusto porque esta silla es un aut¨¦ntico icono del dise?o. Es una silla del 83, realizada por Niels Gammelgaard, un tipo interesante¡±, le confirma el experto. ¡°?l ten¨ªa como reto elaborar un dise?o de una silla sobre malla de alambre. Sin utilizar ni madera ni pl¨¢stico. Y lo consigui¨® porque la clave era que los agujeros de la malla fueran de un di¨¢metro de tres por tres como m¨¢ximo¡±.
Otro factor que revaloriza los dise?os de los 80, probablemente la ¨¦poca m¨¢s exageradamente colorista y extravagante del interiorismo, es la nostalgia. ¡°Nosotros tuvimos una casa en Segovia y ten¨ªa una silla clavada a esta. Igual¡±, improvisa Mir¨®. ¡°Ya es un tema sentimental¡±. ?Pero cu¨¢nto pueden costar este tipo de reliquia? Para el ficticio director de arte, que se niega a dar una cifra y mucho menos a venderla, tiene un valor incalculable. Entre los 1.500 y 3.000 euros ronda la estimaci¨®n de Izaguirre que parece dispuesto a robarla (incluso a convencer al director de arte de que mire para otro lado mientras) para cumplir el anhelo de su amigo. Aunque quiz¨¢s no sea necesario llegar a esos extremos.
IKEA es conocida por sus colaboraciones con los creadores m¨¢s importantes de nuestro siglo, dise?os que el tiempo ¨Cy el furor por el vintage¨C ha convertido en aut¨¦nticos objetos de coleccionista. No se equivocaba del todo el periodista venezolano: la chaise longue Sky de Tord Bj?rklund, seg¨²n el estado del cuero, se mueve en ese rango de precios, mientras que el hipn¨®tico sill¨®n Impala ideado por Gillis Lundgren a principios de los setenta ¡ªel fundador de IKEA, Ingvar Kamprad, lleg¨® a apostarse una botella de whisky a que no se vender¨ªa¡ª puede llegar a alcanzar los 6000 euros en tiendas de segunda mano. Pero, sobre todo, IKEA es conocido por democratizar el dise?o y su defensa del ¡®value of money¡¯: rentabilizar al m¨¢ximo lo que pagas por un objeto. Raz¨®n que ha llevado a la firma a abrir su cofre del tesoro y lanzar la colecci¨®n Nytillverkad, una actualizaci¨®n de piezas ic¨®nicas de las d¨¦cadas de los setenta y ochenta como el sill¨®n Jarpen. El nombre ha cambiado a SK?LBODA, pero su esp¨ªritu sigue siendo el mismo: ¡°Sencillez, funcionalidad y una pizca de alegr¨ªa¡±.