El ¨²ltimo apoyo de Trump es un rapero exconvicto que odia los impuestos y a las mujeres

A Donald Trump, seg¨²n ha dicho en alguna ocasi¨®n Steve Bannon, un hombre que presume de conocerle bien, le han perdido las malas compa?¨ªas. Despu¨¦s de todo, el ya casi expresidente de los Estados Unidos creci¨® en el Queens de finales de los a?os cincuenta, un ecosistema humano en el que tus padres no pod¨ªan exigirte que no te relacionases con gente poco recomendable, porque eso te condenaba a la exclusi¨®n social: en el barrio no hab¨ªa gente de otro tipo. Tal vez eso explique que la ¨²ltima celebridad en subirse a un estrado para hacer campa?a por Trump fuese una mala compa?¨ªa tan notoria como L...

A Donald Trump, seg¨²n ha dicho en alguna ocasi¨®n Steve Bannon, un hombre que presume de conocerle bien, le han perdido las malas compa?¨ªas. Despu¨¦s de todo, el ya casi expresidente de los Estados Unidos creci¨® en el Queens de finales de los a?os cincuenta, un ecosistema humano en el que tus padres no pod¨ªan exigirte que no te relacionases con gente poco recomendable, porque eso te condenaba a la exclusi¨®n social: en el barrio no hab¨ªa gente de otro tipo. Tal vez eso explique que la ¨²ltima celebridad en subirse a un estrado para hacer campa?a por Trump fuese una mala compa?¨ªa tan notoria como Lil Pump, rapero procaz, violento y con antecedentes penales. Un perla. Una flor t¨®xica y rara en el jard¨ªn de la Am¨¦rica que quiso volver a ser grande.

El l¨ªder republicano cerr¨® su campa?a electoral a primera hora de la madrugada del pasado 3 de noviembre con una reuni¨®n multitudinaria en Grand Rapids, M¨ªchigan. Su invitado estrella fue Pump, cuyo nombre civil es Gazzy Garc¨ªa, c¨¦lebre sobre todo por su rotundo y pegadizo tema Gucci Gang, hijo de padres colombianos y nacido en Miami hace 20 a?os. Como el mitin iba a celebrarse en la regi¨®n de los Grandes Lagos, los asesores de campa?a del magnate neoyorquino debieron pensar que necesitaban a una estrella invitada procedente del que parec¨ªa el otro gran escenario electoral en disputa, el estado de Florida. Alguien, a poder ser, joven, carism¨¢tico, relacionado con el mundo del espect¨¢culo y preferentemente latino.

El ¨²nico que se puso a tiro, cumpl¨ªa todos los requisitos y simpatizaba, adem¨¢s, con Trump, de manera expl¨ªcita (aunque tal vez un tanto epid¨¦rmica) result¨® ser Pump. En la noche de autos, el joven francotirador del trap virulento y mestizo pronunci¨® el que tal vez sea uno de los discursos electorales m¨¢s breves y menos sustanciosos de la historia de la pol¨ªtica estadounidense. Apenas 15 segundos para reafirmarse en su opini¨®n, ya expresada horas antes en las redes, de que Trump era un gran hombre capaz de hacer grandes cosas por Estados Unidos, un candidato mucho mejor que Joe Biden, al que se refiri¨® echando mano del despectivo mote Sleepy Joe (Joe el dormil¨®n).

El que pronunci¨® ese par de frases era un tipo menudo, de aspecto poco convencional y (al menos para los est¨¢ndares de la Am¨¦rica ultraconservadora) tirando a patibulario, con el pelo largo, ondulado y tintado de verde oxigenado, perilla redonda y vistosos tatuajes en frente y cuello. Su intervenci¨®n rel¨¢mpago fue acogida con una complicidad m¨¢s bien tibia. La mayor¨ªa de los asistentes debieron pensar que se trataba de un tipo con muy mal aspecto, puede que un aut¨¦ntico indeseable, pero uno de los suyos, a fin de cuentas.

A Pump, un hombre por lo general locuaz, aunque de cada cinco palabras que pronuncia cuatro no salen en el diccionario, le incomod¨® tal vez que Trump se refiriese a ¨¦l ese d¨ªa como Lil Pimp, algo as¨ª como El Peque?o Proxeneta. No es mal nombre, pero no es el suyo. ¡°?Conoc¨¦is al peque?o proxeneta?¡±, pregunt¨® el mandatorio a sus seguidores, que esa noche eran legi¨®n. No lo conoc¨ªan. Tampoco pareci¨® sorprenderles en exceso que un hombre vinculado al negocio de la prostituci¨®n hubiese acudido a Grand Rapids para apoyar al presidente.

Pump, por cierto, acabar¨ªa haciendo de la necesidad virtud. Acaba de editar un nuevo single titulado, con encomiable sentido de la oportunidad, Little Pimp Big MAGA Steppin. El artefacto musical ha suscitado cr¨ªticas tirando a inmisericordes. No resulta demasiado brillante en lo musical (Pump es bueno en lo suyo, pero en los ¨²ltimos meses parece atravesar un cierto bache creativo que hace que sus temas se parezcan cada vez m¨¢s unos a otros) y su letra es un torpe y descacharrante alegato prorrepublicano en que no faltan referencias al dormil¨®n Biden, al movimiento Make America Great Again (MAGA), a las elecciones supuestamente robadas, al Estado Isl¨¢mico y a las malas mujeres, una de las dianas habituales de la vitri¨®lica elocuencia del rapero.

A juzgar por el poema vanguardista que acaba de obsequiarle al mundo, Pump forma parte de esa nueva Am¨¦rica insurgente que desprecia a Biden, le considera un vulgar usurpador y cree que Trump sigue siendo (y tal vez ser¨¢ siempre) el verdadero presidente leg¨ªtimo de los Estados Unidos. Alg¨²n tuit y alguna actualizaci¨®n de Instagram reciente apunta en esa misma direcci¨®n, la de un rapero politizado que apoya a Donald Trump sin fisuras, como Lil Wayne, 50 Cent, Ice Cube o incluso Kanye West, aunque este ¨²ltimo hay que darle de comer aparte.

Sin embargo, las cosas no siempre son tan sencillas. Seg¨²n public¨® hace unos d¨ªas la p¨¢gina de investigaci¨®n period¨ªstica The Smoking Gun, el ciudadano Gazzy Garc¨ªa no vot¨® a su ¨ªdolo. Ni a ¨¦l ni a nadie. Semanas antes de las elecciones hab¨ªa manifestado su intenci¨®n de registrarse para votar por primera vez pero el caso es que no lo hizo. Su activismo pro-Trump no lleg¨® a semejante nivel de compromiso. Eso s¨ª, estuvo en Grand Rapids bati¨¦ndose el cobre como un fiel soldado de la causa trumpiana e hizo campa?a a trav¨¦s de las redes con mensajes tan contundentes como este del pasado 26 de octubre, que sintetiza, al parecer, sus profundas convicciones pol¨ªticas: ¡°J****, ahora resulta que Biden quiere subirme un 33 por ciento los impuestos. ?Ni de co?a! Que se j*** Joe el Dormil¨®n. Votad a Trump, zorras¡±.

Convertir a alguien como Pump en telonero del acto electoral de un partido de derechas puede parecer una excentricidad, pero tambi¨¦n tiene algo de estratagema visionaria. Despu¨¦s de todo, Miami-Dade se perfilaba antes de que abriesen las urnas como el condado decisivo del casi siempre decisivo estado de Florida. Lil Pump es de all¨ª y, adem¨¢s, representa a un grupo demogr¨¢fico muy concreto y que tiende al abstencionismo cr¨®nico: los menores de 21 a?os latinos, politoxic¨®manos, bohemios, miembros de una tribu urbana y con antecedentes penales. Unos cuantos miles de votos de ese perfil pod¨ªan marcar la diferencia. Captarlos resultaba dif¨ªcil, pero si algo ha caracterizado hasta ahora la carrera de Trump es no conformarse con los caminos trillados e intentar, precisamente, lo dif¨ªcil. Trump gan¨® en Florida con relativa facilidad. Los latinos j¨®venes le votaron en una proporci¨®n superior a la esperable. Donde perdi¨® es en el estado de M¨ªchigan. Incluido Grand Rapids, el lugar en que Gazzy Garc¨ªa hizo su ¨²nico discurso electoral hasta la fecha.

Vida de este rapero

Lil Pump es un individuo mercurial. Un somero repaso a los motivos por los que ha sido noticia en los ¨²ltimos meses nos asoma a una personalidad fascinante en sus excesos y contradicciones, un raro esp¨¦cimen representativo, tal vez, de lo muy diverso y francamente desquiciado que se nos ha vuelto el mundo a estas alturas de 2020. Tenemos su single de agitprop anarco-conservadora. Tenemos la buena nueva de que acaba de lanzar su propia criptomoneda, bautizada como PumpCoin, solo apta, de momento, para interactuar con ¨¦l comprando productos con sello Pump, accediendo a remixes exclusivos de sus temas o reservando asientos en la primera l¨ªnea de sus futuros conciertos. Tenemos su colaboraci¨®n con el rapero dominicano Emmanuel Herrera Batista, m¨¢s conocido como El Afa El Jefe, la prueba de que el de Pump, pese a lo controvertida que resulta con frecuencia su imagen p¨²blica, es un nombre de mucho peso en la constelaci¨®n del trap latino.

Y tenemos tambi¨¦n, por fin, una de esas astracanadas inveros¨ªmiles que le dan a la vida su agradecible dosis extra de salsa rosa. Pump acaba de reivindicarse como padre responsable de un beb¨¦ que result¨® no ser suyo. El pasado 14 de diciembre, nuestro hombre se asom¨® a las redes con una foto en la que llevaba en brazos a una criatura rub¨ªsima, rolliza y embutida en pa?ales. Su hijo, seg¨²n se deduc¨ªa del breve texto que acompa?aba a la imagen, una ins¨®lita aleaci¨®n de agresividad, orgullo parental y ternura, todo en menos de 50 caracteres: ¡°Ni de co?a me va a impedir la mam¨¢ del cr¨ªo que vea a mi hijo¡±. Como colof¨®n, se adher¨ªa a uno de los hashtags del movimiento en favor de la nueva masculinidad que combate los (supuestos) excesos del feminismo: #fathersrights. Los derechos del padre.

En cuesti¨®n de horas, la prensa rosa empez¨® a especular sobre la identidad de la madre de ese hijo sobrevenido del que Gazzy hablaba por primera vez. El rumor m¨¢s extendido era que pod¨ªa tratarse de Miranda Cosgrove, actriz y cantante californiana, c¨¦lebre sobre todo por su papel en la sublime Escuela de rock. Cosgrove debi¨® ser la primera sorprendida, aunque ni siquiera tuvo tiempo para desmentir la presunta noticia. Un par de d¨ªas despu¨¦s, Pump aclaraba que el beb¨¦ no era hijo suyo, que solo pos¨® con ¨¦l en brazos (desde la cubierta, por cierto, de su fastuoso yate fondeado en Miami) para denunciar una injusticia: los obst¨¢culos que algunas malas madres ponen a los buenos padres que cumplen con sus obligaciones y quieren disfrutar de la compa?¨ªa de sus hijos. Jes¨¦ Rodr¨ªguez estar¨ªa muy de acuerdo. Pump se solidarizaba, una vez m¨¢s, con una de las m¨²ltiples causas neoconservadoras que proliferan estos d¨ªas en redes sociales, demostrando que su adhesi¨®n a Trump y a todo lo que este representa, del nativismo a las reducciones de impuestos, el desprecio a la correcci¨®n pol¨ªtica o la reivindicaci¨®n tribal de la identidad masculina, es muy firme, aunque no se tomase la molestia de votarle.

Un profesional

Garc¨ªa tiene, justo es reconocerlo, una carrera art¨ªstica breve pero s¨®lida al margen de los escarceos pol¨ªticos y esc¨¢ndalos de baja intensidad en que se ve involucrado de vez en cuando. Su biograf¨ªa permite hablar de un triunfador precoz, que ya sub¨ªa sus temas a SoundCloud con apenas 13 a?os. Apoyado por su primo carnal, Lil Ominous, y por Omar Pineiro, m¨¢s conocido como Smokepurrp, se hizo un cierto nombre en la escena rap de Miami. A los 15 a?os, coincidiendo con su expulsi¨®n del instituto por incitar una revuelta en las aulas, temas suyos como Elemmentary o Gang shit hab¨ªan superado ya los tres millones de descargas. N¨²meros respetables que le permitieron captar la atenci¨®n de grandes gur¨²s de la m¨²sica urbana como Bighead, Rick Ross o su padrino m¨¢s ilustre, Kanye West.

Gucci gang, single triple platino, una canci¨®n concisa e hipn¨®tica, es el gran ¨¦xito que le ha permitido salir de la semiclandestinidad musical y acumular suficiente dinero como para empezar a preocuparse seriamente por las subidas de impuestos. Su carrera criminal resulta tambi¨¦n de una solidez incuestionable, aunque hablemos solo de faltas y delitos menores. ?l atribuye parte de sus problemas con la autoridad a que padeci¨® dislexia en la infancia y tardaron m¨¢s de la cuenta en diagnostic¨¢rsela. Eso motiv¨® que, seg¨²n ha explicado ¨¦l mismo, algunos de sus educadores le tratasen ¡°como a un completo imb¨¦cil¡±, despertando en el muchacho el instinto rebelde.

Aunque se gan¨® sus primeros d¨®lares con el menudeo de drogas blandas, su primer arresto no se produjo hasta febrero de 2018, cuando ya ten¨ªa un cierto estatus en la industria musical. Fue por hacer uso de un arma de fuego en su domicilio del californiano valle de San Fernando, unas pr¨¢cticas de tiro clandestinas en el ¨¢mbito dom¨¦stico que no le pasaron mucha factura, porque este primer encontronazo con la ley se produjo cuando era a¨²n menor de edad. En agosto de ese mismo a?o fue detenido por conducir sin carn¨¦ por las calles de Miami. Un mes m¨¢s tarde ingresaba en prisi¨®n por saltarse las condiciones de la libertad vigilada que le hab¨ªa concedido el juez por su travesura anterior.

Por entonces, cultivaba ya una imagen de estrella d¨ªscola, de joven y talentoso forajido, que explica en cierta medida su m¨¢s que notable popularidad en redes como Instagram. Tambi¨¦n en 2018, ya en diciembre, la polic¨ªa danesa le impuso una multa de 700 euros por posesi¨®n de marihuana (al parecer, una cantidad m¨¢s que considerable) tras un concierto en la sala Vega de Copenhague. Diez d¨ªas m¨¢s tarde, de nuevo en Miami, se resisti¨® de forma sospechosa a un registro rutinario en el aeropuerto de Miami. Los oficiales que le arrestaron en esta ¨²ltima ocasi¨®n aseguran que exhibi¨® un comportamiento err¨¢tico, posiblemente bajo los efectos del cannabis, pero lo cierto es que no se encontraron drogas en su equipaje y no qued¨® en absoluto claro por qu¨¦ se resisti¨® con tanta contundencia al registro. En la foto de la ficha policial que le hicieron ese d¨ªa, Pump luce relajado y radiante, como s¨ª posar para el departamento de polic¨ªa de Miami hiciese realidad alguno de sus sue?os infantiles.

Pump, en fin, es el ¨²ltimo de Filipinas de la resistencia trumpiana. Ni grandes jerarcas del partido republicano como Mitch McConnell han demostrado una fe tan inquebrantable en su l¨ªder. Cuando Biden sea investido el pr¨®ximo mes de enero, ¨¦l ver¨¢ este relevo en la cumbre como la consumaci¨®n de una injusticia. Si Biden cumple sus promesas, el bolsillo del rapero tirando a millonario va a notar la diferencia. Pero eso en absoluto garantiza que el muchacho vaya a acordarse de hacer los tr¨¢mites necesarios para votar republicano en 2022 o 2024. Puede que para entonces est¨¦ ocupado intentando clonar el ¨¦xito de Gucci gang o haciendo campa?a en las redes contra las malas mujeres y en defensa de la paternidad responsable.

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