Jack Conte, el rey del micromecenazgo en internet: ¡°A todo el mundo se le deber¨ªa meter en la cabeza que el contenido de calidad debe pagarse¡±
Desde 2013, Patreon ha permitido a centenares de miles de creadores de contenido de internet profesionalizar su situaci¨®n. Su ascenso es imparable: hace pocos meses pas¨® a formar parte del exclusivo club de las ¡®startup¡¯ unicornio.
Durante a?os el estadounidense Jack Conte (San Francisco, 37 a?os), consejero delegado y cofundador de Patreon, hizo todo lo que estuvo en su mano para poder vivir de la m¨²sica. En 2006, tras graduarse en la Universidad de Stanford, se embarc¨® en una gira por la Costa Oeste que fue ¡°una experiencia horri...
Durante a?os el estadounidense Jack Conte (San Francisco, 37 a?os), consejero delegado y cofundador de Patreon, hizo todo lo que estuvo en su mano para poder vivir de la m¨²sica. En 2006, tras graduarse en la Universidad de Stanford, se embarc¨® en una gira por la Costa Oeste que fue ¡°una experiencia horrible¡±, cuenta ¨¦l en una entrevista por Zoom, porque casi nadie fue a verle tocar. Y en 2008, una vez form¨® el d¨²o Pomplamoose junto a su futura esposa, Nataly Dawn, su situaci¨®n tampoco cambi¨® notablemente. Pese a que los dos consiguieron unos cuantos centenares de miles de suscriptores en YouTube y que algunos de sus v¨ªdeos superaron el mill¨®n de visualizaciones, cada fin de mes su esfuerzo se ve¨ªa recompensado con poco m¨¢s de 160 d¨®lares.
¡°Por entonces hab¨ªa muy pocas compa?¨ªas que pagaran a los creadores. La actitud de Facebook, Google, Twitter o YouTube era: ¡®No te obligamos a que nos uses. Si no eres feliz, ve y haz otra cosa¡¯. Ven¨ªan a decir que, independientemente de que un v¨ªdeo fuera reproducido por millones de personas, ten¨ªas que sentirte afortunado por el simple hecho de que te estuvieran pagando algo¡±, explica Conte. ¡°Obviaron lo m¨¢s importante. El valor real no son las plataformas en s¨ª. El valor real es toda esa gente creativa que dedica su tiempo y esfuerzo a llenar estas plataformas con contenidos que el mundo quiere ver, leer y escuchar¡±, subraya sobre la pasividad de los gigantes de internet a la hora de monetizar de una forma justa a sus productores de contenido.
Conte confiesa que ¡°siempre hab¨ªa estado interesado en la intersecci¨®n de la econom¨ªa y las artes¡±. Pero al vivir en primera persona la problema de crear y crear sin recibir casi nada a cambio se vio empujado a encontrar una alternativa para que los que estaban en su misma situaci¨®n disfrutaran de una estabilidad econ¨®mica y pudieran profesionalizarse. Pronto lleg¨® a la conclusi¨®n de que esto solo ser¨ªa factible a trav¨¦s del micromecenazgo: es decir, si los fans estaban dispuestos a apoyar con unas peque?as donaciones el trabajo de sus creadores predilectos, tanto ¨¦l como muchos otros obtendr¨ªan al fin lo m¨¢s parecido a un ingreso mensual. Esta, precisamente, es la base de Patreon.
Con la premisa clara, en 2013 se reuni¨® con Sam Yam, un programador de Silicon Valley con el que hab¨ªa compartido dormitorio en la universidad. De inmediato se aliaron. La presentaci¨®n oficial de la plataforma llegar¨ªa el 7 de mayo de ese mismo a?o. Aquel d¨ªa Conte colg¨® en YouTube un videoclip titulado Pedals y aprovech¨® sus minutos finales para contar a sus seguidores en qu¨¦ consist¨ªa Patreon. El ambicioso v¨ªdeo, protagonizado por robots, le hab¨ªa costado 10.000 d¨®lares. En unas pocas semanas recuper¨® la inversi¨®n inicial.
Un nuevo (y millonario) paradigma
El funcionamiento de Patreon es muy simple. Cualquier m¨²sico, artista visual, escritor, periodista o creador de v¨ªdeos, audios y juegos que est¨¦ buscando financiaci¨®n o necesite una ayuda para materializar sus producciones puede registrarse en la plataforma. Con un modelo de pago tipo suscripci¨®n, los fans o mecenas pagan a sus creadores favoritos una peque?a cantidad mensual a cambio de acceso exclusivo o contenido adicional a modo de recompensa. Al tratarse de un espacio seguro en el que ambas partes pueden comunicarse libremente, por supuesto, apenas hay rastro de haters, es decir, voces que se apoyan en el anonimato online para lanzar cr¨ªticas o insultar. Al final de cada mes la startup se queda una comisi¨®n de entre el 5 y el 12% del total recaudado por cada creador, dependiendo del plan que elija.
Ahora bien, sus inicios no fueron f¨¢ciles. ¡°Los primeros 30 minutos de nuestras reuniones con los inversores consist¨ªan en explicarles qu¨¦ era un creador. En 2013 nadie sab¨ªa lo que era eso. Daba igual que les dijeras que all¨¢ afuera hab¨ªa un gran mercado. Ni te cre¨ªan ni ve¨ªan ese futuro. Fue muy complicado hacerles entender la viabilidad del proyecto¡±, rememora Conte. En aquellas engorrosas reuniones, con hombres de traje y corbata chapados a la antigua, tambi¨¦n aprendi¨® una lecci¨®n muy importante: ¡°Al principio intentaba hablar su lenguaje y les mostraba m¨¦tricas y an¨¢lisis detallados como cualquier buen CEO. Pero pronto me di cuenta de que solo ten¨ªa que ser yo mismo. Finalmente me limit¨¦ a mostrarles fotos y v¨ªdeos de c¨®mo hice Pedals. Hasta que no les cont¨¦ mi historia no se pusieron en mi lugar¡±.
Aquello ya queda lejos. Prueba de ello es que el pasado abril, en plena pandemia, Patreon estableci¨® su mayor hito hasta la fecha. No solo recaud¨® 155 millones de d¨®lares en su m¨¢s reciente ronda de financiaci¨®n, sino que alcanz¨® una valoraci¨®n de 4.000 millones de d¨®lares en el mercado. Esto provoc¨® que entrara en el selecto club de las startups unicornio: el nombre con el que se conocen a aquellas empresas tecnol¨®gicas que en menos de una d¨¦cada, sin haber cotizado en bolsa, alcanzan un valor de 1.000 millones de d¨®lares.
¡°?No te parece extra?o que un m¨²sico llegue a ser consejero delegado de una de estas malditas compa?¨ªas tecnol¨®gicas?¡±, explica, intentando resumir lo primero que se le pas¨® por la cabeza cuando supo que su creaci¨®n hab¨ªa alcanzado esa mareante cifra. ¡°Me sent¨ª igual de raro que afortunado. Tengo una gran responsabilidad ante mis compa?eros creadores para cambiar las cosas y hacerlas mejor. Aun teniendo un enorme peso sobre mis hombros, es muy emocionante¡±.
Los ni?os ya no quieren ser futbolistas
Las cifras hablan por s¨ª solas. En la actualidad Patreon cuenta con casi siete millones de mecenas mensuales activos y, desde 2013, ha repartido algo m¨¢s de 2.000 millones de d¨®lares entre su cantera de 200.000 creadores. ¡°Durante los ¨²ltimos 20 a?os era impensable ganar dinero con internet, pero ahora es una realidad si eres una persona creativa. El mundo est¨¢ cambiando y no todos se han percatado de que, por primera vez en la historia de la humanidad, es posible ser un artista profesional y dedicarte a tiempo completo a lo que amas gracias a la membres¨ªa como principal v¨ªa de ingresos. No se trata del futuro. Es el presente¡±, se?ala Conte.
Sin dar nombres, ya que los usuarios tienen la posibilidad de hacer p¨²blicas o no sus ganancias, apunta que ¡°hay creadores que est¨¢n consiguiendo 8 millones de d¨®lares al a?o y eso les ha permitido construir empresas incre¨ªbles con equipos de 30 a 50 personas a su cargo¡±. La cantidad que obtiene la web espa?ola de noticias de videojuegos AnaitGames y su podcast Reload es m¨¢s modesta. Tal como figura en su p¨¢gina de Patreon, reciben 5.860 euros al mes de sus 1.300 mecenas. Pero tal como asegura Pep S¨¤nchez, uno de sus fundadores, ¡°nosotros no tenemos ning¨²n problema en mostrar estos datos porque hay que normalizar el hablar de dinero en internet¡±.
AnaitGames naci¨® en 2005 y en sus primeros a?os viv¨ªa de los banners (los espacios publicitarios de las p¨¢ginas web). Sin embargo, la crisis del 2008 les acab¨® afectando frontalmente. ¡°Las compa?¨ªas de videojuegos manten¨ªan la publicidad en los medios m¨¢s grandes, pero no en los peque?os como nosotros. Los ingresos por publicidad fueron bajando hasta el punto de que tuvimos que buscar otro modelo de negocio. En nuestro caso fue una necesidad. De no haberlo hecho, nos hubi¨¦ramos visto obligados a cerrar. Por ello nos metimos en Patreon en marzo de 2015. El objetivo era seguir, nada m¨¢s. Nos lanzamos a esa piscina sin saber si hab¨ªa agua, y por suerte result¨® que s¨ª. La gente respondi¨® y contin¨²a respondiendo muy bien¡±, apostilla.
¡°Al final esto va de favorecer un cambio de paradigma que creo que es muy necesario. A todo el mundo se le deber¨ªa meter en la cabeza que para que exista contenido de calidad, el dinero tiene que salir de alg¨²n sitio. Soy de los que piensa que entre todos nos hemos cargado internet. Hemos sido irresponsables con la publicidad, las cookies y otras mierdas. Entre anuncios y ventanas que se te abren todo el rato est¨¢s intranquilo la mayor¨ªa del tiempo que pasas delante una pantalla. No tenemos que pagar por la tranquilidad de navegar desde casa, sino por el contenido. Las suscripciones o modelos de pago llegaron para quedarse e ir¨¢n a m¨¢s¡±, asevera S¨¤nchez.
A diferencia de antes, cuando las escuelas estaban repletas de aspirantes a futbolistas y de actores y actrices con ¨ªnfulas de conquistar Hollywood, las tornas han cambiado. ¡°Cada vez es mayor el n¨²mero de j¨®venes que se plantean dedicarse profesionalmente a la creaci¨®n de contenidos. En pocos a?os todav¨ªa ser¨¢ m¨¢s com¨²n. Y hay que tener en cuenta que a medida que eso ocurra habr¨¢ que hacer frente a una serie de dificultades con las que se van a encontrar: desde la contrataci¨®n de un seguro m¨¦dico hasta pedir un pr¨¦stamo a un banco¡±, recalca Conte. ¡°El futuro de Patreon pasa por ayudar a esos creadores a construir sus negocios y hacer realidad sus sue?os. Eso es en lo que tenemos que focalizarnos como empresa. Solo le digo una cosa a todo aquel que est¨¦ en el sal¨®n de su casa pensando en lo que puede ser o hacer: ahora, m¨¢s que nunca, es posible¡±.
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