Una verdad inc¨®moda sobre WhatsApp
El frenes¨ª por la pol¨ªtica de privacidad nos record¨® que la aplicaci¨®n de mensajer¨ªa pertenece a Facebook y que la integraci¨®n de ambas plataformas va a continuar
Si usted es uno de los 2.000 millones de usuarios de WhatsApp, hay muchas probabilidades de que en los ¨²ltimos meses se haya enterado vagamente de que tiene que preocuparse por su privacidad digital, en vista de la nueva pol¨ªtica de privacidad de la empresa. A principios de este a?o, los usuarios se encontraron con la preocupaci¨®n de que sus mensajes se iban a compartir con Facebook, la empresa matriz de WhatsApp. Si bien eso no es as¨ª por el momento ¡ªlos mensajes de ...
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Si usted es uno de los 2.000 millones de usuarios de WhatsApp, hay muchas probabilidades de que en los ¨²ltimos meses se haya enterado vagamente de que tiene que preocuparse por su privacidad digital, en vista de la nueva pol¨ªtica de privacidad de la empresa. A principios de este a?o, los usuarios se encontraron con la preocupaci¨®n de que sus mensajes se iban a compartir con Facebook, la empresa matriz de WhatsApp. Si bien eso no es as¨ª por el momento ¡ªlos mensajes de WhatsApp est¨¢n cifrados de extremo a extremo¡ª, s¨ª existen otros posibles motivos de inquietud por la relaci¨®n entre WhatsApp y Facebook. Los mensajes siguen siendo privados, pero la empresa no niega que comparte los metadatos (los datos sobre datos) con Facebook. Y esto no es ninguna novedad.
WhatsApp ha tenido que hacer recientemente un esfuerzo deliberado para explicar su configuraci¨®n de privacidad despu¨¦s de que se produjera un ¨¦xodo considerable de usuarios de la plataforma. Tras el anuncio de la nueva pol¨ªtica, muchos usuarios se fueron a Signal y Telegram por miedo a que sus datos se compartieran con Facebook. WhatsApp aclar¨® p¨²blicamente que la nueva pol¨ªtica solo afectar¨ªa a los contactos con empresas, no las conversaciones personales, y que no iba a haber ninguna nueva recolecci¨®n de datos.
A primera vista, por tanto, no parece que haya motivos para sentirnos inseguros por nuestros mensajes. Pero el frenes¨ª por la pol¨ªtica de privacidad record¨® a la gente una verdad inc¨®moda: WhatsApp pertenece a Facebook y la integraci¨®n entre las dos plataformas va a continuar. Hoy existe poca diferencia entre ser usuario de Facebook y ser usuario de WhatsApp. Sin embargo, los que usamos otras aplicaciones de mensajes cifrados, como Signal, sabemos muy bien que una red solo es ¨²til y eficaz si tiene un n¨²mero masivo de usuarios. Por eso es casi imposible abandonar del todo WhatsApp, que se usa en todo el mundo para negocios, relaciones sociales y comunicaciones pol¨ªticas. El argumento de la privacidad puede no ser suficiente para convencer a alguien de que abandone WhatsApp para irse a alternativas menos populares, sobre todo si adem¨¢s utiliza Facebook.
Pero cuando pensamos en una aplicaci¨®n, podemos y debemos tener en cuenta m¨¢s factores aparte de la privacidad de los mensajes. Yo utilizo Signal, por lo menos parcialmente, porque est¨¢ cifrado de extremo a extremo, pero tambi¨¦n porque es una plataforma independiente y sin ¨¢nimo de lucro, cuyo desarrollo depende de subvenciones y donaciones. Aqu¨ª no hay peligro de que mis metadatos acaben en una de las grandes tecnol¨®gicas. No puedo pasarme a ella del todo porque todav¨ªa no tiene la masa cr¨ªtica necesaria para hacerlo, pero siempre es bueno tener distintas opciones. Eso es lo que el monopolio de Facebook nos quita: la capacidad de escoger entre aplicaciones y plataformas y de deshacernos de ellas cuando queramos. Y aunque quiero una plataforma f¨¢cil de usar, tambi¨¦n quiero redes sociales interesantes, experiencias distintas y aplicaciones innovadoras. Cuando por fin abandone Facebook ser¨¢, al menos en parte, porque se ha convertido en una plataforma aburrida y abarrotada, que re¨²ne los productos que ofrec¨ªan sus rivales despu¨¦s de comprarlos en vez de construir algo completamente nuevo. Si queremos crear un panorama tecnol¨®gico que tenga en cuenta comunidades diferentes y distintas experiencias de usuarios, no podemos seguir permitiendo que sean las grandes tecnol¨®gicas las que escriban la historia de las redes sociales.
Es posible que no todos estemos dispuestos a abandonar definitivamente las redes de Facebook, pero es importante que intentemos explicarnos a nosotros mismos qu¨¦ tipo de plataformas ¡ªo qu¨¦ tipo de protocolos¡ª queremos apoyar. Podemos y debemos ser capaces de pedir a las plataformas algo m¨¢s que la mera garant¨ªa de que van a respetar la privacidad y la facilidad de nuestros mensajes.
Nayana Prakash es investigadora doctoral en el Instituto de Internet de Oxford (Universidad de Oxford), especializada en las ¨¢reas de g¨¦nero y tecnolog¨ªa en la India.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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